El Pensante

Ensayo sobre la caridad y la filantropía

Ensayos - enero 31, 2017

Probablemente, antes de entrar a reflexionar sobre los alcances y diferencias entre Caridad y Filantropía, sea necesario recordar la definición de cada una de estas instancias espirituales y sociales, a fin de darle contexto al ejercicio ensayístico.

Imagen 1. Ensayo sobre la caridad y la filantropía

Definición de Caridad

En este sentido, habría que comenzar por decir que la Caridad corresponde a una instancia religiosa, la cual es vista por la Iglesia católica como una de las tres virtudes teologales, junto con la Esperanza y la Fe. Así mismo, la Caridad constituye la cualidad por la que se Ama a Dios, así como al prójimo, por lo que la persona movida por este sentimiento buscará entonces emitir actos de amor, tanto hacia su creador, como hacia sus semejantes, procurando el bienestar y la fraternidad con estos. Igualmente, la religión católica señala que la Caridad nunca viene en vano, sino que su práctica genera reciprocidad, así como otros frutos espirituales, relacionados con la Paz y el Gozo.

De esta forma, en un sentido más social, la Caridad será aquel valor espiritual que lleva a un ser humano a considerar a sus semejantes como parte de sí mismo, por lo que procurará que todos se encuentren en buen estado, sin dañarlos, o ayudándolos en caso de que sus prójimos no estén en buena situación. No obstante, es importante destacar, que uno de los principios primordiales de la Caridad es su carácter desinteresado, por lo que la persona que la práctica no puede ni debe esperar ninguna retribución por el tiempo o bienes invertidos en ayudar a sus semejantes más necesitados.

Definición de Filantropía

Por su parte, la Filantropía puede ser interpretada como el sentimiento fraternal y de amor hacia la Humanidad que siente cualquier ser humano, y que se expresa también en su motivación e inclinación por cometer actos que vengan a procurar el bienestar de sus semejantes. Sin embargo, la Filantropía no sólo se dirigiría a resolver los problemas inmediatos de hombres específicos, sino que por esa misma pulsión amorosa, se interesaría en estudiar y resolver de forma definitiva aquel mal que provoca sufrimiento a un grupo de Humanos.

De esta manera, el Filántropo sería aquel hombre, que movido por profundos sentimientos de amor hacia sus hermanos hombres, además de procurar el bienestar inmediato, busca la forma de corregir los errores o propiciar las prácticas que corregirán de raíz y para siempre la circunstancia que afecta a sus semejantes, por lo que por ejemplo, además de llevar comida a una comunidad pobre, puede que idee junto con ellos formas de autoproducción alimentaria o alguna fuente de ingresos, que permita que el hambre no sea sólo atendida un día específico, sino que se implemente una estrategia para eliminarla de forma sostenida, procurando un bienestar permanente en los más necesitados.

Diferencias entre Caridad y Filantropía

Por consiguiente, se puede afirmar entonces que aun cuando Caridad y Filantropía coinciden en el sentimiento de amor hacia el humano, ambos sentimientos tienen diferencias estructurales, pues mientras la Caridad impulsa a la persona a que comparta continuamente sus bienes, y ayude en lo que más pueda a las personas necesitadas a su alrededor, como si fueran él mismo, la Filantropía parece dar un paso más allá, llevando al individuo a que si bien puede practicar la Caridad en primera instancia, ese mismo amor que siente hacia su hermano hombre, debe convertirse en una fuerza transformadora, que venga a buscar los caminos y estrategias necesarias para corregir aquellas situaciones de donde nacen los males del mundo: violencia, miseria, ignorancia, adicciones, entre otros factores.

En resumen, la Caridad sería mucho más circunstancial, inmediata e in situ, mientras que la Filantropía tendría intenciones más profundas, pues no sólo buscaría solventar la situación de las personas por un día o un momento, sino que perseguiría cambiar las principales causas de su dolor, hecho que ocasiona que algunas corrientes vean a la Caridad como una actividad un poco limitada, pues se encargaría del sufrimiento ajeno en una sola oportunidad, sin buscar realmente acabar con él, solo hacerlo más llevadero.

Caridad vs. Derechos Humanos

Así mismo, un poco más en el ámbito político, surgen también discusiones con respecto hasta qué punto ciertos gobiernos, buscando huir de sus responsabilidades sin quedar mal públicamente, disfrazan de Caridad o actos caritativos lo que realmente es su obligación como Poder político, mientras que se le tildan de donaciones o concesiones a lo que realmente son Derechos Humanos, consagrados en las Leyes, nacionales e internacionales.

Un ejemplo de esto puede ser un Gobierno que destine una parte de su presupuesto a apoyar a una Organización No Gubernamental para que construya Escuelas gratuitas, publicitando su apoyo, para hacerse propaganda, mientras que por otro lado, destina el presupuesto obligatorio a la Educación para otro tipo de gastos. En este sentido, aunque ha apoyado a una causa caritativa, estaría desobedeciendo su mandato de brindarle Educación Gratuita a sus ciudadanos, lo cual constituye un Derecho Humano. Por ende, la Caridad se convertiría en un instrumento por medio del cual se le hace creer a las personas que lo que recibe es un favor piadoso, y no parte de sus Derechos inamovibles.

Es por esto, que algunas corrientes, aun cuando abalan el sentimiento caritativo humano, afirman que la Caridad no es suficiente, pues además de resolver una situación determinada solo por un momento, no dejarían que las personas conocieran sus Derechos y capacidades transformadores totalmente. Por ende, para los que así opinan, más allá del impulso caritativo, se debe avanzar no a solo a solventar las carencias inmediatas, sino a procurar la identificación y transformación positiva de las causas que la producen, como forma de construir un bienestar duradero, sostenible y replicable.

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