Dentro de las distintas capacidades inherentes a la cognición humana, se conoce con el nombre de Creatividad a todas las operaciones mentales abocadas a generar nuevas ideas, producidas en base a la asociación de ideas, que terminan generando ideas o creaciones originales, las cuales no han sido pensadas por otro individuo de forma anterior.
La Creatividad en la cognición
A pesar de que existen teorías que tienden a afirmar que la Creatividad es otra forma de inteligencia, las Ciencias de la cognición humana tienden a verla como una habilidad humana, la cual hace vida dentro de la cognición junto a la inteligencia y la memoria, y aun cuando ha sido la menos elogiada y explotada por los distintos sistemas educativos, en realidad es parte esencial del aprendizaje humano.
Igualmente, la Creatividad destaca también como un hecho natural, propio de los seres vivos, pues además de encontrarse en los humanos, puede verse también en algunos otros organismos complejos, como especies de animales, demostrando así que esta habilidad de la cognición es una capacidad necesaria para la supervivencia, puesto que ella se encuentra estrechamente relacionada con la solución de situaciones, superación de obstáculos, logros de metas, entre otras circunstancias.
Creatividad vs. Inteligencia
A la luz de estos descubrimientos, en las últimas décadas han venido cambiando profundamente las concepciones de la Psicología sobre coeficiente intelectual, pues esta categoría fue en principio considerada en base a la inteligencia, la memoria, la habilidad lógica y habilidad espacial, capacidades que si bien permiten el pensamiento abstracto necesario para el entendimiento de disciplinas científicas como las Matemáticas, no era lo suficientemente amplio para abarcar la totalidad de capacidades mentales, conformadas por instancias como la Creatividad o la Inteligencia Emocional.
En este sentido, durante las últimas décadas también tomó fuerza una postura que pretendía oponer la inteligencia a la creatividad, llevando esta diatriba hacia las propias disciplinas, clasificándolas de esta forma, para personas con mayor inteligencia o aquellas con un mayor porcentaje de Creatividad. En la actualidad se entiende que estas no son excluyentes, y que si bien la inteligencia permite el entendimiento de conceptos abstractos, es la creatividad la que orienta al individuo en su aplicación en el mundo concreto. Por lo que en realidad, la Creatividad es otra cara de la inteligencia, una capacidad de la cognición de gran importancia.
Individuos creativos
De esta forma, aun cuando los niveles de creatividad y originalidad varían de un individuo a otro, en los últimos tiempos ha cobrado importancia el estímulo y desarrollo de estas capacidades desde las primeras etapas de la infancia, pues se ha descubierto la necesidad imperiosa de la Creatividad para la aplicación práctica de conocimientos, para la solución de conflictos, la invención, la creación, la socialización, entendiéndose que un sujeto que desarrolle su potencial creativo, será un individuo que cuente con facilidades de adaptación, así como la comprensión de nuevos aprendizajes, pues su cerebro estaría constantemente asociando conceptos para la producción de nuevos conocimientos e ideas.
Incentivar la Creatividad
Finalmente, con respecto a cómo incentivar una cualidad como la Creatividad, los expertos en cognición humana han señalado que la mejor forma de estimular esta capacidad es a través de las disciplinas artísticas, las cuales se encargan de estimular sensorialmente al individuo, presentándole además formas otras de entender y ver la realidad, lo que le entrega de primera mano al hombre la posibilidad que tiene a sus pies su sentido creativo, instándolo también –de practicar alguna de estas disciplinas- a traspasar los límites y zonas de confort, obligándolo así a aventurarse por los caminos de la creación y la creatividad, constituyéndose entonces en un hecho altamente positivo, en cuando al fortalecimiento de sus habilidades cognitivas.
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