Definición de Cultura
El concepto Cultura es usado en la actualidad por numerosas disciplinas y con significados variados. Sin embargo, el más aceptado académicamente es el promulgado por la Antropología, el cual define “cultura” como los determinados modos de vida que cada una de las poblaciones ha desarrollado y sigue desarrollando, en las variadas latitudes del planeta.
No obstante, ése no es el único concepto de Cultura que maneja la Antropología, ya que también consideran a esta entidad como la capacidad imaginativa humana, así como la cualidad de generar sistemas de símbolos, las cuales son asociadas con el hecho evolutivo. En cuanto al término en sí, cabe decir también que empezó a ser usado apenas durante el siglo XX, tomando real importancia finalizada la Segunda Guerra Mundial, momento en el cual algunas disciplinas como la Sociología Cultural o la Psicología organizacional se sintieron interesadas en estudiar las diversas manifestaciones culturales de la población humana.
Etimología del término
En cuanto a la etimología del término “Cultura”, los especialistas en Lenguaje refieren a que esta palabra proviene de la voz latina “cultura” que puede traducirse como “cultivo”. Así mismo, se asume a que el modo en que se usa hoy en día la palabra “Cultura” tiene su antecedente directo en el sabio latino Ciceron, quien usando una metáfora agrícola, esbozó el concepto cultura animi, para referirse al proceso e interés por cultivar el alma, es decir, lograr el mayor crecimiento y desarrollo del alma humana, como si de una planta se tratará.
Evolución del término Cultura
Tal vez por eso una de las principales connotaciones que se le dan al término “Cultura” o “hacerse culto” es el referido al proceso por el cual un individuo se aleja de sus costumbres innatas y primitivas, a fin de ir adquiriendo modelos, normas, costumbres y conocimientos, que le asegurarán su aceptación y convivencia en la sociedad. Incluso, algunos autores como el filósofo del siglo XVII, Samuel Pufendorf llegaron a definir la Cultura como el proceso vivencial por medio del cual un humano se convierte verdaderamente humano, dejando atrás aquellos comportamientos que lo atan a su barbarismo primigenio.
Igualmente, durante los siglos siguientes el concepto de Cultura siguió usándose para referirse a un proceso de mejora de los hábitos o conocimientos del humano. Por ejemplo, en el siglo XIX la noción de Cultura se vio constantemente ligada al hecho educativo, que le permitía al hombre un acceso a un estado de refinamientos. No obstante, algunos historiadores coinciden en señalar que durante este mismo siglo, el concepto de Cultura también se vio relacionado con el mejoramiento o la superación de un grupo o comunidad, organizado bajo el concepto de nación, por lo que Cultura era una noción que implicaba también el crecimiento o mejoramiento de un país.
Así mismo, el propio uso del término “Cultura” derivaría a que la mayoría de los hablantes lo usará también en su sentido original, refiriéndose al modo en que un individuo cultiva su inteligencia, espíritu y modos, a través de la adquisición de saberes que lo ayuden a tener un buen comportamiento social y de interacción con otros individuos. De igual forma, esta connotación de educación sobre el término “Cultura” derivó a que los hablantes comenzarán a relacionarlo igualmente con el gusto por el conocimiento, así como por las Bellas Artes, como expresión de un gusto refinado, originándose de esta manera conceptos como “una persona culta” para referirse a aquel individuo que tuviera afición por las actividades académicas o artísticas, a las cuales se les comenzó a llamar igualmente actividades culturales.
Finalmente, en el siglo XX, específicamente en los años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, la Ciencia Social de la Antropología tomaría la palabra Cultura para referirse a las capacidades humanas de generar símbolos, así como a todas las manifestaciones que toman los distintos modos de vida, de cada una de las poblaciones del planeta. De esta forma, la Cultura de un humano se refiere básicamente a la forma en que se organiza la sociedad a la que pertenece, la ropa que usa, la música que escucha, los libros que lee, la comida que consume, la forma en la que interpreta ciertos conceptos, el ritmo y tipo de trabajo que tiene, las fechas importantes que celebra, las deidades en las que cree, las tradiciones que continúa, y un largo etcétera que vendría a enumerar todos los aspectos que conforman el hecho vivencial de un individuo y de la sociedad donde éste se circunscribe.
Desde entonces, es decir, desde mediados del siglo XX, a pesar de que se han llegado a contabilizar al menos ciento sesenta y cuatro definiciones distintas para el término cultura, según llegaron a recopilar los autores Alfred Krober y Clyde Kluchhohn (1952) en su obra Culture. A Critical Review of. Concepts and Definitions, básicamente los dos conceptos primordiales que se tienen sobre el término Cultura es aquel usado generalmente por los hablantes para referirse al grado de instrucción de un individuo, relacionado el término con su uso clásico, así como aquel promulgado por la Antropología que designa “Cultura” como las manifestaciones y costumbres propias de los individuos de una población.
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