Conocida también por otro tipo de nombres como Operación Tormenta del Desierto (nombre militar dado por Estados Unidos) así también como Madre de todas las Batallas (nombre dado por Sadam Husein) esta incursión militar pretendía castigar a Irak y revertir el proceso de había hecho de anexar a Kuwait y su importante reserva de petróleo a su territorio.

Así mismo, esta agresión contra el territorio iraquí no sólo constituyó un ataque militar, sino que además fue complementado con una serie de sanciones económicas por parte de las Naciones Unidas, que permanecieron mucho más allá de la propia agresión, y que se tradujeron en una reducción considerable de su nivel productivo, y del poder adquisitivo de sus pobladores, los cuales a pesar de ser una nación petrolera ha visto a casi la mitad de su población vivir en pobreza y escasez de servicios.

Antecedentes de la Guerra del Golfo

De acuerdo a las distintas fuentes históricas la Guerra del Golfo en realidad tuvo su origen en un conflicto territorial entre Irak y Kuwait, sin contar con que también existían disputas por el control del petróleo, en especial con el referente al yacimiento de Rumaylak, el cual era compartido por ambos países, siendo Irak el que acusaba a Kuwait de robarle parte de este hidrocarburo desde el año 1980.

Así mismo, de acuerdo a la opinión de algunos internacionalistas, Irak también comenzó a ver a Kuwait como una amenaza contra su estabilidad económica, puesto que este último país doblaba la producción de combustible, haciendo que el combustible que producía Irak tuviese que adaptarse a los precios bajos, debido a esta situación, colocándose en un aprieto, puesto que de sus rentas por este rubro, Irak sacaba los recursos para cancelar sus obligaciones en materia de deuda externa, las cuales eran consecuencia inmediata del conflicto bélico anterior, sostenido con Irán, entre 1980 y 1988, y que ascendía a cerca de 40 mil millones de dólares.

En tercer lugar, uno de los factores más importantes –señalados por los historiadores- era el deseo que tenía Irak de poder ocupar el Golfo Pérsico, lo cual geográficamente lo obligaba a tomar para sí las islas de Budiyan y Warbah, las cuales se encontraban bajo soberanía de Kuwait, no obstante la importancia estratégica de este territorio, a nivel de recursos y movilización resultarían en mucho beneficioso para la economía iraquí.

Guerra del Golfo

Con estas razones, y otras que todavía se discuten, las tropas del ejército de Irak cruzaron las fronteras que lo separaban de Kuwait, el 2 de agosto de 1990, dando inicio entonces a la invasión de este territorio, y procediendo a la ocupación de puntos estratégicos del gobierno de este país, incluyendo el mismísimo Palacio del Emir (máximo gobernante de ese país).

Esta operación fue llevada por parte de las fuerzas de Kuwait de forma bastante efectiva e incluso rápida, puesto que el ejército de Kuwait fue tomado por sorpresa y reducido rápidamente, no obstante antes de caer bajo poder iraquí, lograron hacer una jugada maestra: trasladar casi por completo las fuerzas aéreas, rumbo a Arabia Saudita.

Como toda violación a la soberanía y al territorio de un Estado en manos de otro, la invasión a Kuwait fue un momento histórico bastante cruento, caracterizado por desmanes y abusos por parte del ejército invasor. Sin embargo, Irak no tomó en cuenta los aliados que tenía Kuwait en occidente, y que a través de la ONU organizarían una incursión al territorio iraquí, buscando su retroceso sobre Kuwait.

De esta forma, en julio del año 1992, después del impactante embargo internacional a Irak, este territorio fue bombardeado por las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses. Desde entonces, y hasta el 19 de diciembre de 1998, Estados Unidos descargó su arsenal de bombardeos en contra del territorio iraquí.

En el año 2002, aun cuando se había cambiado de presidente, el nuevo mandatario, George W Bush, argumentando que Irak mantenía un eje del mal con Irán y Corea del Norte, decide pasar de los bombardeos a la invasión. Así mismo, se usó la acusación de “armas de destrucción masiva”, que se creían en posesión del ejército iraquí, y que años después se demostró que no existían.

No obstante, las tropas estadounidenses no lograron dar con su principal objetivo de forma inmediata: Sadam Husein, quien escapó para salvar su vida. Sin embargo, el 13 de diciembre de 2003 fue encontrado y arrestado. Fue sometido a dos años de juicio por el Alto Tribunal Penal iraquí, donde luego de dos años de juicio fue encontrado culpable de crimen contra la Humanidad. El 5 de noviembre de 2006 fue ejecutado en la horca. El vídeo de este acto se difundió de forma viral por los medios digitales del momento.

Sin embargo, algunos defensores de Derechos Humanos opinan que el juicio al que fue sometido este expresidente no cumplió con las garantías que merecían sus Derechos Humanos, puesto que el Alto Tribunal Penal iraquí en realidad era una entidad jurisdiccional, creada por Estados Unidos, compuesta por un juez, un fiscal y un jurado, el cual obviamente no contaba con la imparcialidad requerida. Pese a esto, algunos internacionalistas opinan que objetivamente hablando la medida se mantuvo adherida al Derecho Internacional.

A pesar de que han sido muchas las consecuencias, a nivel económico, social, religioso y económico, algunos analistas de tendencia antiimperialista opinan que tal vez una de las mayores consecuencias que tuvo esta agresión e incursión militar en el territorio iraquí fue la inauguración de un mundo nuevo: aquel en donde las guerras se dan por el petróleo, justificando cualquier tipo de acción militar para obtener su control. Así mismo, se abriría paso al uso de la fuerza militar de EEUU contra el mundo árabe. Dejando claramente establecido el gran poderío y músculo militar por parte del gigante del norte de América.

Imagen: taringa.net