La leche es una sustancia biológica, de color blanco y alto valor nutritivo, la cual es segregada por células secretoras ubicadas en las glándulas mamarias de todas las hembras mamíferas, a fin de que puedan alimentas durante sus primeros meses a sus crías.
Función de la leche
De acuerdo a lo que explican los especialistas, la leche de cada hembra está diseñada biológicamente para satisfacer las necesidades nutricionales de sus cachorros o bebés, al tiempo de proporcionar defensas que previenen enfermedades, mientras el sistema inmunológico del nuevo individuo se desarrolla y fortalece.
Igualmente, la Ciencia ha señalado que la leche materna de cada especia cumple con la función de establecer una capa protectora en el tubo digestivo, específicamente en intestino, evitando que al nuevo cuerpo entren toxinas o agentes patógenos, que puedan colocar en riesgo la nueva vida, por lo que la lactancia materna resulta crucial para un buen estado de salud, sobre todo durante los primeros día, cuando la madre segrega una leche llamada Calostro, la cual puede ser comparada casi con un antibiótico natural, debido a la gran cantidad de anticuerpos y la importante función inmunológica que cumple en el cuerpo de la cría mamífera.
Así mismo, al ser el único alimento que probarán las crías desde su nacimiento hasta el momento del destete, o en caso de los niños hasta su inclusión a la alimentación complementaria, la Leche materna cumple con la importante misión de regular el metabolismo, sobre todo aquellos procesos relacionados con la obtención de energía, e incluso con la asimilación de insulina y glucosa, por lo que en los últimos tiempos algunos médicos hablan de la importancia de la lactancia materna exclusiva en los bebés, a fin de evitar diabetes en un futuro.
Uso humano de la leche
En el transcurso de la historia, el hombre descubrió que podía extraer, procesar y tomar leche de otros animales mamíferos, como por ejemplo las vacas, la búfala, la oveja, la cabra, entre otros, incorporando la leche en su dieta, al punto de que hoy en día se considera un alimento esencial de la tabla alimenticia, tanto en su estado líquido, como en los distintos alimentos que se producen con ella: queso, yogurt, mantequilla, suero, nata, dulce de leche, leche evaporada, crema de leche, entre otras variantes.
Por su parte, esta diversidad y disponibilidad es muy bien vista por la mayoría de los médicos, quienes consideran a la leche como parte esencial de una dieta saludable, así como fuente invaluable de calcio y vitaminas esenciales para el fortalecimiento de los huesos, los dientes, el crecimiento y las distintas funciones cerebrales que ayudan las funciones cognitivas. De esta forma, la Ciencia médica aconseja la ingesta de al menos un vaso de leche al día, así como distintos lácteos, a fin de propiciar una buena nutrición y prevenir la aparición de condiciones relacionadas con la carencia de Calcio, como por ejemplo la osteoporosis.
Controversia actual sobre la leche
No obstante, de unas cuantas décadas a la fecha, algunos médicos y corrientes alimenticias han venido deslindándose de esta postura que ve a la leche como uno de los productos más saludables y nutritivos de la gama que ofrece la industria del alimento. Por el contrario, son varios los médicos e investigaciones que señalan a la leche de vaca –que es la leche animal de mayor producción e industrialización- como un producto bastante dañino para la salud.
En este sentido, los que así opinan, afirman que la leche de vaca contiene una proteína, conocida como Caseína, la cual resulta sumamente peligrosa para el ser humano, pues su presencia parece estar relacionada con algunas afecciones de salud, como por ejemplo el acné, la secreción mucosa, la diabetes e incluso algunos tipos de cáncer. Un ejemplo de esto lo constituye el médico venezolano Ludwig Jhonson quien a través de sus libros transmite el terrible daño que puede ocasionar el consumo de leche de vaca, afirmando que esta sustancia realmente es bastante nutritiva y buena, para los becerros, hijos de las vacas que la producen, no para las personas, destacando el hecho de que el ser humano es el único mamífero que toma leche de otras especies y que además es la única especie mamífera que continúa tomando leche después de la lactancia.
Igualmente, otras teorías consideran nociva la leche para la salud debido a la cantidad de hormonas y antibióticos que reciben las vacas, destinadas al ordeño, argumentando también que algunas de estos animales resultan como consecuencia de la actividad relacionada con la cría y extracción de leche con inflamación de sus vías mamarias, lo que produce que cierta cantidad de pus llegue a la leche, por lo que estas corrientes afirman en varios portales digitales, como por ejemplo ecoesfera.com, que un vaso de leche de vaca básicamente es un cóctel de antibióticos, sangre y pus, lo que evidentemente hace a este producto no tan sano para su consumo médico.
Por su parte, algunas organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud advierten sobre lo inapropiado del consumo de leche de vaca antes de los doce meses de edad, debido a que esta organización textualmente afirma:
Que “un consumo excesivo y demasiado precoz de lácteos de vaca no modificados supone una carga excesiva para el riñón y puede aumentar el riesgo de anemia por el bajo contenido de hierro de la leche y porque causa pérdidas intestinales de sangre”.
Postura que es respaldada también por la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatólogía y Nutrición Pediátrica, así como por la American Academy of Pediatrics. De esta forma, existe un consenso sobre lo nocivo de tomar leche de vaca antes del año de edad. Sin embargo, el debate se basa en la pertinencia de su ingesta después del año, tema sobre el cual hay posturas bastante opuesta: de esta manera, una corriente médica señala que además del gran daño que puede producir la Caseína y las sustancias químicas que porta, en realidad no constituye una fuente real de Calcio, puesto que el Calcio que ella contiene no es asimilada totalmente por el cuerpo; mientras que la mayoría de los médicos mantienen la firme posición de que la leche de vaca, así como los alimentos lácteos fabricados con ella, son alimentos bastante completos y necesarios para una nutrición adecuada y una ingesta adecuada de Calcio.
Ante esta polarización de posiciones, al usuario que sienta dudas sobre la pertinencia o no de su consumo, sólo le queda seguir investigando, recopilando información de fuentes médicas, serias y especializadas, y por su puesto tomar cualquier decisión al respecto en compañía de su médico de confianza.
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