En el ámbito gastronómico, se define como Pizza a un plato internacional, ampliamente difundido en occidente, y que consiste básicamente en un pan plano, sobre el cual se agrega salsa de tomate, queso (generalmente mozzarella) y otros ingredientes con gran sabor, como por ejemplo pepperoni, anchoas, aceitunas, maíz, pimienta, champiñones, entre otros.
Pizza y globalización
Sin embargo, como sucede casi siempre con los platos internacionales de gran diseminación en los países industrializados, la globalización va sumando ingredientes, haciendo que cada región en donde llega para quedarse, le agrega ingredientes propios, que si bien sirven para apropiárselo, distan de aquellos que se han concebido originalmente. De esta forma, la Pizza ha vivido este proceso, consiguiendo gran receptividad en todo occidente.
No obstante, aun cuando todos coinciden en señalar con los ojos cerrados que la pizza es italiana, la única reconocida por las autoridades culinarias como original de Italia es la pizza napolitana, la cual incluso ha obtenido la clasificación STG (por sus siglas en italiano Specilità Tradizionale Garantita), recibida por primera vez en febrero de 2010, de manos de la Associazione Verace Pizza Napoletana.
Por consiguiente, la pizza considerada realmente italiana, será aquella distinguida por una maza delgada, la cual se prepara sin manteca o grasa, sino simplemente con harina, levadura, sal y agua, y que además, al cocinarse crea un borde alto y grueso. Así mismo, este tipo de pizza se caracteriza por llevar sobre ella una salsa de tomate con orégano, así como aceite de oliva y ajo. Así mismo, algunas variedades como la Margarita incluyen también la utilización de queso mozzarella en su preparación.
Etimología de la palabra pizza
De acuerdo a algunos historiadores y especialistas como Manlio Cortelazzo y Paolo Zolli, autores del Nuevo Dizionario Etimologico della Linngua Italiana, el nombre “pizza” está constituida por una palabra que era ya usada en la remota Gaeta medieval, en los albores del año 997 d.C., en donde se empleaba para referirse a un tipo de pan. Así mismo, en 1195, los filólogos han encontrado también el lengua alemana la utilización de la palabra bizzopizzo, palabra germana compuesta por la voz bissen que puede traducirse como mordisco, mientras que pizzo significa literalmente «pan».
Posteriormente, los estudios diacrónicos de este vocablo indican que aproximadamente el sustantivo pizzo varió su forma para tomar aquella que se maneja en la actualidad: pizza, la cual sigue sin tener una traducción formal al español. Igualmente, los estudios indican que en ese momento, la palabra pizzo y su posterior reforma a “pizza” era una palabra usada por los pueblos lombardos para denominar una especie de pan, que se caracterizaba por ser tierno, y de forma redonda.
Historia de la pizza
Por otra parte, los historiadores también han señalado que la forma de la pizza puede ser relacionada con los panes planos que se consumían en el mediterráneo desde la antigüedad, y que son a su vez una herencia del medio oriente, transmitido al imperio romano, finalmente a través del contacto de las culturas latinas y griegas, cuando Roma invadió la Magna Grecia.
Esta hipótesis es corroborada por algunos estudiosos, que han logrado rastrear en algunas fuentes literarias de la época, como por ejemplo, la Primera Historia de Roma, de Catón El Viejo (siglo III a.C) donde aparece una referencia hacia una comida tradicional, consistente en un pan aplastado, redondo, el cual era aderezado con aceite de oliva, hierbas y miel. Lo más sorprendente de este hallazgo es que Catón El Viejo también llega a indicar que estos panes eran horneados antes de su consumo.
No obstante, existen también investigaciones que han llevado a rastrear la existencia de la placenta, un pan consumido en la antigua Grecia, al cual se aderezaba a su vez con aceite, hierbas aromáticas y algunas especies de queso, lo cual también parece ser un claro antecedente de la pizza que se desarrollaría finalmente en Nápoles, Italia, durante el siglo XV.
En cuanto a la pizza moderna, los historiadores han indicado que durante el siglo XV, en la ciudad de Nápoles, se comenzó a preparar un pan aderezado con salsa de tomate, el cual en primer momento fue conocido como tarta de tomate, el cual contó con gran popularidad desde su preparación. De hecho, algunas anécdotas refieren a que el rey Fernando I escapaba de la autoridad de su esposa, la Reina, quien había prohibido el consumo de este plato en el reino, a fin de internarse de incógnito a los suburbios de Nápoles, para comer esta pizza. Posteriormente, en 1889, los historiadores reportan que el plato sufrió una variación, agregándosele el queso.
Pizza con nombre de reina
Sin embargo, esta variación en la preparación de la pizza, ocurrida en Italia, durante 1889, también tiene su anécdota relacionada con la nobleza, pues tal como cuenta la tradición, durante junio de ese año, la reina Margarita de Saboya, entró en una especie de aburrimiento culinario, donde nada le satisfacía. A fin de contrarrestar la apatía en la que había caído la soberana, el cocinero real Raffaele Esposito, concibió la idea de agregarle queso a la popular pizza. Sin embargo, queriendo también honrar a Italia, decidió agregarle al pan, el rojo del tomate, el blanco de la mozzarella y el verde de la albahaca. Así mismo, en honor a la reina para quien había creado ese plato, bautizó a su invención Pizza Margarita, cambiando para siempre la historia de esta preparación tradicional.
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