Probablemente, antes de entrar en mayores detalles sobre el tema de Violencia de Género, sea necesario revisar la definición propia de esta categoría, a fin de entender este fenómeno social dentro de su contexto.
Definición de Género
En este sentido, es importante recordar que según la Organización Mundial de la Salud –conocida también como la OMS, por sus siglas- el Género constituye una categoría social referente al rol, femenino o masculino, que un individuo ejerza dentro de la comunidad humana a la que pertenece, y sin que éste deba corresponder estrictamente al sexo biológico con el que esta persona haya nacido.
De esta forma, el Género resulta una construcción social, en base a los atributos, apariencias, comportamientos y actividades que una persona asume y ejerce, de acuerdo al rol femenino o masculino que haya decidido (según sus preferencias y personalidad) ejercer, mientras que el Sexo de una persona sería una categoría biológica, referente estrictamente a los atributos físicos con los que una persona haya nacido, es decir, si según sus órganos sexuales reproductivos, puede ser catalogado como un ser humano masculino (macho) o un ser humano femenino (hembra).
Violencia de género, definición
Visto esto, se puede avanzar entonces en la definición de Violencia de Género, la cual es definida igualmente por la Organización Mundial de la Salud como todo acto físico o psicológico negativo, dirigido a dañar a un individuo, y cuya principal motivación es el género de la persona. Es decir, que la Violencia de Género constituye un fenómeno social, caracterizado por los actos violentos –físicos o psicológicos- que tienen como base o principal motivación el rol – o género- que una persona ha elegido ejercer dentro de una sociedad.
Formas de manifestarse
Así mismo, las distintas instituciones internacionales han señalado que la Violencia de Género tiene varias formas de manifestarse, más allá de los malos tratos (violencia psicológica) o los golpes (violencia física). En consecuencia, las distintas formas de Violencia de Género pueden ser las siguientes:
- Violencia sexual: siendo una de las más extendidas, la Violencia Sexual, basada en cuestiones de género, puede incluir la Violación, la Prostitución Sexual obligada, la Trata de personas, la explotación sexual, castración parcial, castración total, acoso sexual, entre otros.
- Violencia física: así mismo, la Violencia de Género puede tener una manifestación física, a través de golpes, ataques que mellen la integridad física (mutilaciones, quemaduras con ácido, marcación, etc.), aborto selectivo basado en el sexo del feto, e incluso en casos extremos los homicidios basados en razones de género.
- Violencia Psicológica: igualmente, la Violencia de Género también puede materializarse en acciones encaminadas a dañar la integridad psicológica del individuo, y que están estrechamente relacionados con factores como la Discriminación, uso de etiquetas, rechazo, burla, bullying, malos traros, insultos, etc.
- Violencia social: por otro lado, la Violencia de Género puede manifestarse también en ciertas circunstancias sociales, como por ejemplo la Discriminación laboral, Discriminación académica, el uso de símbolos y palabras violentas hacia un género determinado (violencia simbólica), burla o discriminación promovida por los medios de comunicación, entre otros.
- Violencia Institucional: de la misma manera, las Instituciones gubernamentales y civiles de una nación pueden incurrir en Discriminaciones y Violencia de Género, a través de la Discriminación, Explotación, negación de servicios, entre otros tratos denigrantes, basados en cuestiones de género.
Violencia contra la mujer, diferencias
Aun cuando ambas categorías, Violencia de Género y Violencia contra la Mujer, refieren a fenómenos sociales, cuyo repunte causa gran preocupación, estos deben ser entendidos como circunstancias diferentes, las cuales aun cuando convergen en algunos sentidos –pues la Violencia contra la Mujer puede estar impulsada en muchos sentidos en la Violencia de Género- deben ser analizadas en su justa dimensión, sin que sean confundidas y tomadas como sinónimos.
Violencia contra la Mujer
De esta forma, vendría a bien recordar que la Violencia contra la Mujer es definida, por la Organización Mundial de la Salud, como todo tipo de Violencia de Género dirigido hacia una mujer, basada en su condición de género, es decir, por ser mujer. No obstante, es importante recordar que no todo acto de violencia contra la mujer puede ser catalogado como violencia de género, un claro ejemplo de esta afirmación puede ser el homicidio de una mujer, en este sentido, si el homicidio fue cometido por un hombre (pareja, expareja, conocido o desconocido) que aprovechó la condición de mujer de su víctima, para cometer o basar su crimen, se puede hablar de feminicidio y de violencia de género, mientras si el homicidio respondió simplemente a un robo o acto criminal en el cual no mediaron razones de género, el hecho no puede ser catalogado como Violencia de Género.
Violencia de Género
Por su parte, la Violencia de Género es aquel fenómeno que engloba todo acto violento, dirigido hacia un individuo, debido a su género, el cual no necesariamente tiene que ser femenino, es decir, que la Violencia de Género es un fenómeno social que no sólo ataca a las mujeres (aquellas nacidas con la sexualidad femenina y que ejercen el rol social de mujer) sino que puede dirigirse también a mujeres transgénero, hombres transgéneros, mujeres lesbianas, hombres homosexuales, mujeres bisexuales, hombres bisexuales, mujeres transexuales, hombres transexuales, entre otro tipo de identidades sexuales, que puedan ser víctima de maltrato, discriminación, rechazo o violencia por parte del género dominante, que en el caso de la civilización actual corresponde al de Hombre Heterosexual.
Conclusión
En consecuencia se puede concluir, que aun cuando la Violencia hacia la Mujer constituye una amplia manifestación de la Violencia de Género, apenas es una parte de este complejo fenómeno social, que día a día constituye un gran obstáculo para el libre desarrollo de la personalidad de millones de individuos en todo el mundo, quienes lejos de gozar de la Libertad que garantizan los Derechos Humanos y las distintas leyes y constituciones alrededor del mundo, colocan en riesgo su estabilidad, seguridad, desarrollo e incluso sus vidas sólo por atreverse a comportarse, vestirse, relacionarse y realizar actividades según dicta su orientación, preferencia e identidad sexual.
Violencia de Género, futuro
No obstante, a pesar de las lamentables cifras y estadísticas, día a día son muchos los logros en materia legal y social que consiguen las distintas organizaciones abocadas a tomar conciencia sobre la Violencia de Género. En dicho sentido, por ejemplo, en los últimos años, son varias las conquistas en materia de derechos civiles de las poblaciones transgénero y homosexuales, quienes han logrado establecer el matrimonio igualitario, la noción de familia homoparental, la adopción homoparental, entre otros. Sin embargo, todavía es largo el camino a recorrer, pues aun cuando estas posibilidades son hechos jurídicos, las sociedades parecen en ocasiones ir un paso atrás, por lo que estos grupos siguen siendo perseguidos, rechazados e incluso maltratados por el solo hecho de ejercer libremente su personalidad.
De esta forma, algunos especialistas llaman la atención sobre algunos factores sociales y culturales, vitales para la formación de una sociedad que se aleje de la Violencia de Género, transitando en colectivo hacia escenarios de mayor respeto y convivencia. Por consiguiente, la Educación formal se erige como un elemento crucial a la hora de crear sociedades mucho menos violentas y más respetuosas y conscientes de la diversidad, en este caso de la sexual. Así mismo, los Medios de Comunicación surgen también como plataformas necesarias para la formación de sociedades de Paz, en donde en lugar de bombardear a los grupos humanos con estereotipos y mensajes negativos, que alimenten la violencia simbólica de género, busque por el contrario servir de promotor de sociedades de respeto. Esto por nombrar solo algunos de los elementos que pueden contribuir a sociedades mucho más tolerantes e inclusivas, que vengan a entender que lo “normal” no existe, pues ser diferente es lo común.
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