El Pensante

Ensayo sobre los Derechos del Niño

Con el nombre de Derechos del Niño se conocen el conjunto de normas jurídicas activadas y reconocidas por el concierto de organizaciones internacionales sobre las garantías con los que deben contar todos los niños, independientemente de su raza, sexo, condición genética, color, religión, nacionalidad o nivel socioeconómico.

Al igual que los Derechos Humanos en general, las garantías que amparan a los niños y niñas alrededor del mundo son de carácter inalienable e irrenunciable, por lo cual estos prioran en cualquier circunstancia, no son negociables y no pueden ser desconocidos por ningún particular, grupo o institución, quienes están atados a tratar a los infantes a la luz de estos principios, sentados respectivamente en la Declaración de los Derechos del Niño, entre otras convenciones y legislaciones a nivel mundial.

Historia sobre los Derechos de los Niños

De acuerdo a lo que reseñan las fuentes históricas y jurídicas, los orígenes de los Derechos del Niño pueden rastrearse en las décadas del siglo XIX, cuando la idea de crear un marco jurídico que protegiera de forma especial la infancia se hizo bastante popular en algunos círculo intelectuales de Europa y Estados Unidos, y como respuesta ante la situación que vivían los niños de bajos recursos, quienes al verse desamparados o tener que ayudar al sustento de su casa terminaban siendo explotados en fábricas, talleres o casas de prostitución, sin que esto significara más que un plato de comida para cada uno de los infantes que cayeron en esta situación.

Primera Declaración de Derechos del niño

No obstante, habría que esperar realmente al siglo XX para ver algún tipo de avance en materia legal hacia la protección hacia los niños. De esta manera, el 26 de diciembre de 1924, el mundo fue testigo de cómo se firmó en Ginebra la Primera Declaración de los Derechos del Niño, la cual se conoce diplomáticamente como la Declaración de Ginebra, y que fue redactada plenamente por la fundadora de la organización no gubernamental Save The Children, Eglantyne Jebb, quien dedicó su vida a trabajar por la protección de la infancia, sobre todo con los niños europeos huérfanos, heridos y sobrevivientes de la Primera Guerra Mundial, y que a pesar del fallecimiento de su fundadora, continúa activa al día de hoy, momento en el que cuenta ya con sede en ciento veinte países del mundo.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Así mismo, después de la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vio la necesidad de crear un marco legal que estipulara los Derechos y Garantías que debían velar por el bienestar humano, por lo que el 10 de diciembre de 1948 firmo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual básicamente cubría también a los infantes, como seres humanos que son.

Sin embargo, con los años, los juristas y las Organizaciones internacionales concluyeron que lo mejor sería desarrollar programas de atención a la infancia. De esta forma, en 1946, se organizó el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés United Nations International Children´s Emergency Fund) que buscaba en primera instancia atender a la población infantil sobreviviente y afectada por la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, existía aun la necesidad de redactar una Declaración que dejara sentado, sin lugar a dudas los diferentes derechos que amparan la vida, bienestar y estabilidad de los niños y niñas. Trabajando en este sentido, finalmente el 20 de noviembre de 1959, la ONU promulgó la Declaración Universal de los Derechos del Niño, logro jurídico impulsado activamente por UNICEF. Así también, siete años después de un arduo trabajo, en 1953, este fondo cambió de nombre, pasando a llamarse Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, manteniendo sus siglas UNICEF y convirtiéndose en un organismo permanente de la ONU, cuyo objetivo principal era ayudar a los niños en condiciones de vulnerabilidad y velar por sus derechos principales.

Convención sobre los Derechos del Niño

Posteriormente, la Organización de Naciones Unidas decretó a 1976 como el Año Internacional del Niño, invitando a los países miembros a que participaran activamente sobre la atención a la infancia de sus propias naciones, así como las del mundo. Igualmente, durante las Asambleas generales de ese año, las naciones pertenecientes a esta organización comenzaron la discusión sobre la necesidad de ampliar, reformular o incluso sustituir la Declaración Universal de los Derechos del Niño firmada en 1959, a fin de establecer una mucho más acorde a los tiempos que se corrían. Finalmente, en 1989, treinta años después, la ONU lograba el establecimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Igualmente, en esta oportunidad fueron establecidos dos protocolos facultativos, es decir, documentos en donde se encuentran desarrollados los distintos procedimientos que conduzcan a aplicar pertinentemente un tratado internacional específico, los cuales buscaban proteger a toda costa a la infancia de las formas más terribles de explotación. Estos fueron modificados y actualizados en el año 2000.

Cuáles son los Derechos del Niño

Desde la firma de la Convención de los Derechos del Niño la gran mayoría de sus Estados miembros se han adherido a este conjunto de leyes que buscan la protección de la infancia. De esta forma, un total de 193 países reconocen y aplican estas normar, colocándolas en práctica dentro de sus naciones, al tiempo en que también cuentan con sus propias legislaciones es esta materia. Sin embargo, a la fecha existen tres países que se han negado a ratificar este tratado internacional por no contar con la suficiente estabilidad política para comprometerse o por creer que de alguna forma la declaración afecta contra sus leyes internas o su soberanía. En este caso se trata de Somalia, Sudán del Sur y Estados Unidos.

No obstante, la gran mayoría del planeta, reconoce como Derechos Universales del Niño los siguientes:

  • El Derecho a la Vida: de acuerdo a esta declaración, todo niño –independientemente de sus circunstancias- tiene Derecho a la vida, así como a vivir, jugar y desarrollarse en condiciones de dignidad que propicien su crecimiento adecuado.
  • El Derecho a la No Discriminación: así mismo, ningún niño deberá ser discriminado por su color de piel, sexo, condición socioeconómica, procedencia, religión, condiciones genéticas o condiciones de discapacidad.
  • El Derecho a la Participación: todo niño, independientemente de sus condiciones tienen Derecho a ser consultados sobre aquellos hechos o situaciones que los afecten directamente. De igual manera, los adultos responsables de estas deberán tener en cuenta las opiniones propiciadas por los niños.
  • Interés Superior de la infancia: igualmente, se designa que cualquier Ley, política o decisión que pueda afectar a la infancia de una nación o región, debe ser en todo momento orientada a obtener los mejores beneficios para los niños de este país.

Imagen: pixabay.com