Este hombre, nacido en India en 1937, lleva más de la mitad de su vida analizando las posibilidades de vivir de la luz solar y clama que desde 1995 ha vivido solo con agua y, ocasionalmente, té, café y algo de suero de mantequilla. De todos estos componentes, solo el último contiene una buena dosis de calorías y algo de proteína, y (bajo los estándares médicos ordinarios) no es suficiente para una persona… mucho menos en bajas cantidades.

Una tradición antigua

De acuerdo con Hira Ratan Manek, alimentarse del sol sería una tradición milenaria que habría sido común en tiempos antiguos (y que incluso existiría aún en Europa, en regiones olvidadas de Grecia y Bulgaria). Según su relato, él comenzó su camino de aprendizaje en 1965 gracias a las enseñanzas de “la compañera de Sri Aurobindo”, que le habría enseñado la práctica de mirar el sol. Con el tiempo sus propias investigaciones lo llevarían a comprender que la posición de Yoga de “mirar el sol” originalmente se tomada de manera literal.

Poco a poco descubrió que mirar al sol lo liberaba de sus pasiones más negativas. En un momento de decepción, de fracaso económico y de sufrimiento llegó incluso a superar su depresión y a sentir menos y menos necesidad de alimentos sólidos. Con el tiempo, mediante la meditación y el entrenamiento, pudo dominar del todo esta técnica milenaria.

Contrario a la creencia popular, este hombre afirma que mirar al sol no es necesariamente dañino siempre y cuando se haga en las primeras horas de la mañana… y en las últimas de la tarde, cuando la intensidad es más tenue y el ángulo de la atmósfera absorbe la mayor parte de los rayos UV. En este punto se puede ver directamente al sol sin sufrir daño alguno obteniendo energía de éste.

¿Se puede aprender a vivir del sol?

Este místico afirma que uno debe comenzar por observar el sol unos pocos segundos al día (no más de 10), y aumentar la cantidad día tras día hasta alcanzar los 45 minutos. En sus instrucciones queda claro que las personas no deben dejar de comer, una vez sean capaces de hacerlo su cuerpo les irá indicando. Por esta razón, jamás se debe abandonar el alimento antes de estar verdaderamente preparado.

Una de las críticas más populares a este hombre es su afirmación de que la única razón por la que este método no se ha popularizado y es rechazado por la comunidad científica es porque implica ofrecer gratuitamente un servicio por el que millones de personas están dispuestas a pagar gran cantidad de dinero.

Otra cosa que los escépticos no cesan de criticar está en aquella vez que le vieron ingresar a un restaurante. Sin embargo, Hira Ratan Manek jamás ha dicho que no coma ocasionalmente (así sea sólo para recordar el placer de la buena cocina), dice que no necesita comer. Por su parte, quienes lo siguen afirman que jamás cobra una charla, ni exige más hospedaje que el sofá de quién lo invite… y mucho menos comida. Lo único que siempre solicita es que le financien los tiquetes (ida y vuelta).

Y tú, ¿qué opinas? ¿Puede este hombre vivir verdaderamente del sol?

Fuente de imágenes: 1: s156.photobucket.com, 2: forum.yogananda.net, 3: farm4.static.flickr.com