La Internacional
Se conoció en el Siglo XX como “La Internacional” a la Sociedad Internacional Socialista, la cual buscaba que el movimiento obrero se organizase de manera homogénea en los diferentes países y ejecutara la revolución comunista. En los tiempos de Marx existió la Primera Internacional, que se deshizo. Eventualmente se fundó la Segunda Internacional y, con la victoria de los Bolcheviques en Rusia, la Tercera Internacional.
Sin embargo, mantener la unidad seguía siendo difícil y para la segunda posguerra la Tercera Internacional ya había dado paso a la Cuarta, una nueva organización en la que los estados latinoamericanos tendrían una participación fundamental.
En particular, hubo un importante comunista argentino llamado J. Posadas (cuyo verdadero nombre era Homero Cristali) que dirigió el Comité de la Cuarta Internacional en Argentina y su seccional latinoamericana. En 1953, con la ruptura que de esta organización hizo Michel Pablo (creando el Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional, ISFI, por sus siglas en inglés), Posadas entró a hacer parte de la nueva organización, donde rápidamente ganaría preeminencia.
La ruptura de la ISFI
Pero como nada dura toda la vida, la ISFI pronto comenzó a presentar sus propias fracturas internas. El debate central en esta polémica fue la posibilidad de una Guerra Nuclear: Posadas consideraba que sería positiva, pues tendría como consecuencia la destrucción del sistema capitalista y permitiría finalmente la revolución. Pablo, como se imaginarán, no tenía la misma idea.
Y así, Posadas se separó de la ISFI en 1962 para fundar su propia organización: la Cuarta Internacional… Posadista. Sí. Así se llamó.
J. Posadas
Nunca fue particularmente exitosa. En su momento más álgido (hacia 1968) tuvo unos 1.000 miembros entre trabajadores de los ferrocarriles cubanos, mineros bolivianos y jornaleros brasileños. Pero en este momento ya se comenzaba a perfilar el carácter excéntrico de su líder, que convertiría la organización en una especie de movimiento New Age socialista en menos de una década.
Extraterrestres, Guerra Nuclear y comunicación con delfines
Todo comenzó con el Ché Guevara. Posada acusó a Fidel Castro de haberlo mandado asesinar, y luego de su muerte en Bolivia, siguió declarando que estaba prisionero en Cuba en manos del presidente de aquel país.
Pero al margen de la política, las decisiones de la organización causaban polémica de por sí. La primera, ya señalada, implicaba abogar por un holocausto nuclear que aniquilara definitivamente el capitalismo y permitiera la construcción de un nuevo mundo socialista.
La segunda se vinculaba al fenómeno OVNI (en aquel entonces en boga en los Estados Unidos y creciendo en América Latina) al asegurar que los extraterrestres se encontraban entre nosotros. Al ser seres más avanzados y civilizados, afirmaba Posada, el movimiento obrero debía buscar activamente el contacto con ellos y solicitarles ayuda en la lucha revolucionaria.
Y la tercera, más interesante, profundizaba en el esoterismo y buscaba la comunicación con seres más profundos: los delfines. Con mecanismos como el nacimiento en el agua se esperaba que las personas eventualmente podrían comunicarse con estos animales, consiguiendo así valiosa información que brindaría fuerzas a la lucha revolucionaria de la clase obrera.
Y, por qué no, una alianza con la raza delfín.
En esencia, la Cuarta Internacional Posadista terminó convertida casi en un culto religioso basado en la figura de su líder: Posadas. Con su muerte en 1981 la organización rápidamente se desmoronó y de ella no quedó más que el recuerdo.
Un recuerdo bastante extraño.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/J._Posadas
- https://stupere.wordpress.com/2012/01/07/marx-attacks-o-el-socialismo-traterrestre/
Imágenes:
1: stupere.wordpress.com, 2: youtube.com