Descripción de Cleopatra
En el ámbito de la Historia Universal, se conoce como Cleopatra VII a la última reina egipcia del período helenístico, quien además es recordada por su gran atractivo, sus historias de romance con el emperador Marco Antonio, así como el gran impacto histórico que tuvo en su pueblo y en la cultura universal.
De acuerdo a las fuentes históricas, Cleopatra –cuyo nombre significa literalmente “gloria de su padre”- era hija de la reina Cleopatra V Trifena y de Ptolomeo XII Auleter, rey que heredó el trono egipcio, el cual compartía con su hermano Ptolomeo XIII, quien además de ser tío de Cleopatra VII, se convirtió en esposo, cónsono con las costumbres de esta cultura, que practicaba enlaces matrimoniales ptolemaicos. Sin embargo, Ptolomeo XIII, se entregó al vino y los placeres, conduciendo a su país a una precaria condición, por lo que fue expulsado, pasando el reino a manos de su espona, Cleopatra VII, quien de esa manera llegó a ser reina de Egipto.
Hallazgos físicos contemporáneos han revelado –según algunas fuentes- que los bustos y pocas imágenes de esta reina demuestran, que al contrario de lo que ha trascendido a la cultura popular, Cleopatra VII no era una mujer excepcionalmente hermosa. No obstante, los escritos de su época, que dan cuenta de ella, la describen como una mujer extremadamente atractiva, poseedora de una personalidad magnética.
No obstante, la vericitud de estas afirmaciones, el hecho es que esta figura femenina cambió su tiempo y se incertó como un rayo en mitad del cielo, en la historia universal, hecho que ha provocado que esa misma historia rescate del pasado frases pronunciadas por esta inolvidable reina, así como de aquellos personajes relevantes que en algún momento han dedicado algunas palabras a su memoria y a la gran huella que dejó. A continuación, resulta entonces pertinente señalar algunas de estas célebres frases:
Plutarco
“No era tal que deslumbrarse o dejase parados a los que la veían; pero su trato tenía un atractivo inevitable, y su figura, ayudaba de su labia y de una gracia inherente a su conversación, parecía que dejaba clavado un aguijón en el ánimo. Cuando hablaba, el sonido mismo de su voz tenía cierta dulzura, y con la mayor facilidad acomodaba la lengua como un órgano de muchas cuerdas al idioma que quisiese”.
Esta frase del historiador griego Plutarco deja en relevancia lo que han señalado otros investigadores y paleontólogos, describiendo cómo era estar en presencia de Cleopatra, lo cual intimidada a quien lo hiciera. De esta forma, Plutarco afirma que la belleza de esta reina no era deslumbrante, no obstante su personalidad era una entidad impresionante y conmovedora, que no dejaba tranquilo a aquél que se la cruzara. Igualmente revela la gran capacidad de Cleopatra para los idiomas.
Cleopatra
Deseo ser enterrada junto a mi amor, Marco Antonio
Por su parte, esta frase atribuida a los últimos momentos de la vida de Cleopatra, quien de acuerdo a lo que registra los textos históticos se suicidó para evitar ser esclavizada por el emperador romano Octavio, parece dejar en evidencia una vez más el romance entre esta reina egipcia y el emperador romano Marco Antonio, hecho que sin embargo ha sido juzgado como una estrategia política por parte de esta monarca. Sin embargo, al parecer no lo era tal o al menos terminó siendo amor verdadero, al punto de solicitar esta petición al mismísimo Octavio, en una comunicación por escrito.
Harold Bloom
Cleopatra fue la primera celebridad del mundo
Más contemporáneamente, el crítico estadounidense Harold Bloom -en un lenguaje más cosmopolita- define la posición de Cleopatra como la primera gran celebridad, entendida como pudiese entenderse en Hollywood, siendo profundamente amada por sus pueblo, odiada por los romanos, temida e irresistable para sus enemigos, los cuales cambiaban el odio por la seducción, como es el caso conocida de Marco Antonio y Julio César.
Cleopatra
Yo no soy tu esclava, sino que tú eres mi huésped
Así mismo, algunas fuentes históricas atribuyen esta frase a Cleopatra, situándola como una oración dirigida al emperador romano Julio César, quien también se relaciona sentimentalmente con esta reina. De esta forma, Cleopatra parece querer situar a Julio César, recordándole que a pesar de las situaciones políticas de los imperios cada uno representaba, eso no cambiaba nada entre ellos, pues Cleopatra como reina, cumplía con la obligación de ricibirlo como huésped, bastante lejos de ser esclava romana.
Cleopatra
Cada hombre tiene una imagen soñada de sí mismo con una mujer, y tu misión es hacer realidad este sueño. Cuánto más te acerques a este sueño, tanto más conseguirás satisfacerlo. Olvídate de los brebajes y de los perfumes. El hechizo consiste en conjurar este deseo y este sueño y darle vida. Si consigues hacerlo, tú también cambiarás y puede que llegues a amar al hombre.
Finalmente, esta frase atribuida igualmente a Cleopatra, afirmando además que se la dedicó a Jenosheba, la más experta de las prostitutas egipcias, parece dejar en relevancia una sabiduría femenina bastante profunda. En estas líneas parece estar condensada el arte de seducción empleada por Cleopatra para conquistar a los hombres, y que de seguro usó con Marco Antonio y Julio César, aun cuando falló con Octavio, derrota que prefirió evadir con la muerte, pero la decidida por ella, en su terreno y a su modo, como soberana que era de Egipto y de su propia vida.
Imagen: teinteresasaber.com