Algunos analistas consideran que el sistema feudal, tal como lo expresa Mao Zedong, continúa implantado y rigiendo los destinos de la colectividad. Se escoge a un déspota que en nada piensa en el bien de la sociedad, sino en el propio y en el de los intereses de aquellos quienes lo mandan por detrás del poder.

Napoleón: “el cañón mató al feudalismo, la tinta matará a la sociedad moderna”.

Pero aunque Napoleón haya afirmado que el feudalismo fue exterminado por el cañón, grandes personajes modernos como Ramiro Ledesma y Peter Joseph, creen que el feudalismo nunca murió, sino que por el contrario vivimos en una forma avanzada de feudalismo, disfrazada con el nombre de democracia parlamentaria.

Carlos Marx: “… cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora, de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva. Solo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho feudal y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¿De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!”.

Esta postura comunista por uno de sus principales representantes, de acuerdo con Javier Niño, eminente antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, no es màs que otro disfraz del feudalismo que se disfraza también de Estado e igualdad para todos, donde todos tienen la obligación de trabajar las horas que imponga el Gobierno, así como sucede en China, donde la gente trabaja más de 12 horas obligados, pero supuestamente a cambio de que el Estado les otorgue gratuidad en la educación, vivienda, alimentación y servicios de agua y luz. Sin embargo, el feudalismo es notorio: esclavos trabajando obligadamente y comandados por un poder único.

Vicente Fixer: “el feudalismo nació desde el vaticano y ellos seguirán siendo los señores feudales vestidos de púrpura y escarlata”.

Este moderno visionario y gran pensador, claramente denota la intervención directa del Vaticano en el sistema social y económico del mundo. El poder detrás del poder.

Andrew Millaleo: “los feudales de antaño se mantienen en la cima de la pirámide, son el ojo que todo lo ve y en realidad, son muy pocas las familias verdaderamente feudales”.

Millaleo al igual que Fixer, son conscientes de que existen sociedades secretas que operan de modo piramidal y son los señores feudales detrás de todo. Los han denominado «los illuminati» o «masones oscuros».