Quizás lo mejor, antes de abordar una exposición de las frases más célebres sobre la Atención, sea revisar de forma breve el propio concepto de esta palabra, la cual puede tener varias connotaciones en el Español.
La atención
En este sentido, puede que la forma más objetiva de acercarse al concepto real de esta palabra sea tomando en cuenta la definición que da de ella la Real Academia Española de la Lengua (RAE) institución lingüística, en cuyo diccionario esta palabra cuenta con una entrada, y varias acepciones. De ellas, puede que las más usadas en el Español sean las que se refieren a las siguientes ideas.
En primer lugar, dentro de la Lengua Española, según la RAE, la Atención es definida como un verbo, el cual refiere a la acción de atender o prestar atención a alguien o a un asunto determinado. Un ejemplo del contexto lingüístico en donde casi siempre es usada esta palabra será “Prestar atención a la clase”, frase que refiere a cómo el individuo orienta su atención o sentidos al contenido que es dado durante una sesión académica.
Sin embargo, la segunda acepción de Atención es descrita por la Real Academia Española de la Lengua como un sustantivo, referente por su parte a la cortesía, regalo, detalle o presente que un individuo puede tener con otra persona o institución. Un ejemplo de este tipo de uso en el Español será “Tuve una atención con el jefe la semana pasada en su cumpleaños”, frase entonces que hace alusión al regalo o detalle que el sujeto pudo realizar con respecto a su jefe, a razón de su aniversario.
Frases sobre la Atención
No obstante, pese a que puede ser un verbo o un sustantivo más, la Atención es tema importante dentro de las relaciones humanas, pues según la tradición occidental, su presencia es tomada también como manifestación de interés, respeto, y en algunos casos incluso síntoma de amor o afecto. Es decir, en Occidente, la falta de Atención –bien si se toma como la acción de atender o como el detalle que se tiene- puede revelar la falta de conexión del individuo hacia alguien o un asunto específico.
De esta manera, la Atención toma relevancia, tanto por su presencia como por su ausencia, del estado de una relación, sobre todo cuando esta tiene que ver con afecto y compromiso. En consecuencia, ha sido centro de varios escritores y artistas, a lo largo de las décadas, siendo considerada también como una de las acciones inherentes a la condición humana. A continuación, algunos ejemplos de las frases más célebres sobre Atención:
Julian Barnes Había leído en alguna parte que si quieres que la gente preste atención a lo que dices no debes alzar la voz, sino bajarla: es lo que realmente atrae la atención.
Había leído en alguna parte que si quieres que la gente preste atención a lo que dices no debes alzar la voz, sino bajarla: es lo que realmente atrae la atención.
Empero, la Atención no solo es importante cuando se trata de relaciones humanas, desde el punto de vista afectivo, sino que lograr la atención de un grupo de personas, también puede ser relevante para asuntos un poco más pragmáticos, como los negocios o la política. Por lo tanto, saber ganarse la atención de la audiencia es también vital para el crecimiento profesional dentro de la sociedad moderna, en donde el hombre de empresa, debe tener dentro de sus múltiples habilidades el poder de la oratoria, la convocatoria y el liderazgo.
En este tema se inserta entonces esta frase del novelista británico del siglo XXI, Julian Barnes, la cual aparece en su obra El sentido de un final, y en donde claramente revela uno de los secretos más conocidos sobre comunicación asertiva, señalando que en la mayoría de los casos, la Atención de los otros difícilmente pueda venir de la mano de gritos, sino que por lo contrario bajar la voz es lo que consigue la atención del interlocutor.
John Gray En la vida, las cosas en las que fijamos nuestra atención crecen.
En la vida, las cosas en las que fijamos nuestra atención crecen.
Por otro lado, en un sentido quizás más vivencial que corporativo, John Gray, escritor y especialista en desarrollo humano, señala que la Atención es indispensable para que los procesos humanos y personales florezcan. Sin embargo, de la frase de este escritor se puede inferir también la importancia que tiene para el individuo discernir y decidir a qué cosas prestará atención.
Es decir, por ejemplo si se le presta atención a la familia, los amigos, la casa, el trabajo, el amor, probablemente estos aspectos florezcan, porque en la medida en que se le presta atención a algo, se le cuida y se le demuestra afecto. No obstante, si la persona también le presta demasiada atención a los aspectos negativos, pero sin pensar en solucionarlos, sino simplemente en quejarse, puede que estos también florezcan. Por ende, quizás el secreto de una vida armoniosa también esté en la capacidad de decidir a qué se le prestará atención.
James Dashner A veces uno no le presta mucha atención a aquello que no cree que pueda suceder.
A veces uno no le presta mucha atención a aquello que no cree que pueda suceder.
En este orden de ideas, es decir, en el ámbito de a qué cosas debe prestarle atención la persona, resalta también esta frase del escritor estadounidense James Dashner, extraída de su novela El corredor del laberinto, y que puede representar también una advertencia, ya que en realidad, más allá de que la mayoría de la atención se destine a cosas útiles o positivas, en realidad el secreto de llevar una vida segura o prevenida también radica en prestar atención de vez en cuando en los posibles, más allá de que el individuo lo vea como factible.
De no hacerlo, se estaría entonces presa de la sorpresa en cualquier momento, teniendo entonces el peligro de que acontecieran cosas a las cuales no se les ha prestado suficiente atención. Al contrario, una vida prevenida es aquella, que pese a no querer enfocarse en el desastre, sabe que este puede suceder. También, esta idea podría prevenir contra algunas actitudes de otros. En resumen, siempre hay que prestar atención, tanto al presente, como al futuro, con todas sus posibilidades.
Fred Vargas Este tipo (…) está atento a todo y eso hace que no preste atención a nada.
Este tipo (…) está atento a todo y eso hace que no preste atención a nada.
Empero, prestar atención a los aspectos importantes y positivos de la vida, así como a aquellos que pueden acontecer, no con consecuencias tan buenas, no puede ser nunca rival de estar enfocado. Es decir, a nivel psicológico, tal como si infiere de la frase de esta escritora francesa, cuando la persona se enfoca en un asunto, tiende a no prestar atención a las otras cosas, puesto que de una multiplicidad de opciones escoge una en particular, sin embargo, se debe saber cuál es el punto sano de enfoque, pues hacerlo no debe significar que se olviden las otras cosas. Así mismo, prestar atención a todos los aspectos de la vida, no quiere decir que no se pueda tomar de vez en cuando el que más dedicación necesite, para enfocarse en él y sacarlo adelante lo mejor posible.
Haruji Murakami Ser bueno o malo, ser hábil o torpe: en realidad, no importa. Lo único importante es prestar atención. (…) Serenarse y aguzar el oído.
Ser bueno o malo, ser hábil o torpe: en realidad, no importa. Lo único importante es prestar atención. (…) Serenarse y aguzar el oído.
Otro ejemplo de consejos sobre la importancia que tiene la Atención en la vida humana, lo coloca sobre la mesa el escritor japonés Haruji Murakami, quien en una frase de su libro Sputnik, mi amor (1999) señala cómo a veces el éxito, la prevención de sucesos o el fracaso parecieran no estar ligados a la suerte o capacidad de cada individuo, sino al nivel de atención que cada persona tenga, pues esto hará posible que el individuo pueda o no detectar e interpretar adecuadamente y a tiempo las cosas que el destino va poniendo en su camino. Por ende, prestar atención es también una manera de cuidarse.
Daniel Goleman Adueñándose de nuestra atención, la tecnología entorpece nuestras relaciones.
Adueñándose de nuestra atención, la tecnología entorpece nuestras relaciones.
Empero, esta capacidad de estar atento, así como la de estar enfocado en las cosas importantes de la vida, puede estar reñida en la vida moderna con algunos aspectos, como por ejemplo la tecnología. En consecuencia, al poner la atención en los avances tecnológicos, como por ejemplo internet, los teléfonos inteligentes o los vídeos juegos, la persona deja de reparar en su entorno, o en las cosas importantes de la vida, como los otros o sus aspectos vivenciales.
De esta manera, la falta de atención y el foco del hombre sobre cosas menos humanas, ha sido un problema en la sociedad desde las últimas décadas del siglo XX, puesto que aun cuando estos dispositivos electrónicos pueden desarrollar ciertas habilidades, también afectan otras como la empatía o la comunicación, las cuales son vitales para las relaciones humanas.
Angelus Silesius (1626 – 1677) La rosa sin un porqué, florece porque florece, no presta atención a ella misma, no se pregunta si uno la ve.
La rosa sin un porqué, florece porque florece, no presta atención a ella misma, no se pregunta si uno la ve.
No obstante, cuando se habla de atención, no sólo existirá aquella que el individuo centra en otros aspectos de su vida, sino en la que él mismo puede atraer sobre sí, es decir, en qué medida las personas de su entorno le prestan atención. Este es otro aspecto muy importante de la vida humana, el saber que otros lo determinan, sienten emociones por él, lo valoran o lo quieren. De hecho, es una de las emociones y acciones buscadas desde los primeros estadios de la vida: la atención, puesto que es el primer paso para establecer la comunicación con el otro, elemento esencial para sobrevivir.
Pero, llega un momento, en donde si bien se deben cultivar lazos afectivos tan fuertes que permitan que el entorno cercano brinde atención, también es cierto que la persona no puede determinar su vida, ni hacer depender su estado de ánimo en la atención que le brindan los otros, puesto que las acciones emprendidas solo por llamar la atención de los otros, pueden causar en algunos momentos experiencias no tan buenas. Por ende, se debe ser como la rosa de la que hablaba Angelus Silesius, y florecer, pensando en el bienestar propio, más que en el pensar de los espectadores.
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