La palabra “pasión” está relacionada etimológicamente con el concepto del phatos griego, el cual podía traducirse como sufrimiento o padecimientos, como por ejemplo “la pasión de cristo”. No obstante, con el tiempo la palabra comenzó a significar el sentimiento de emoción que se siente hacia algo, aun cuando en el fondo yace su relación con intranquilidad o agitación.
Sin embargo, la raíz phatos también se unió a los prefijos específicos para conformar el concepto de “compasión” que significa sentir el dolor del otro, contar con la capacidad de ponerse en la piel de otro y ser consciente de su sufrimiento. De esta forma, la compasión está relacionada directamente con la idea de empatía. Así mismo, con el de solidaridad, pues se asume que aquel que pueda tener idea del dolor por el que pasa otro, buscará la forma de ayudarlo.
De esta forma, la noción de Compasión ha estado presente en todas las épocas de la humanidad, como una emoción propia de las personas bondadosas e incluso tomando una connotación religiosa, por lo que son varias las frases y teorías sobre este sentimiento, que han sido expuestas por los hombres más relevantes de las diferentes sociedades, a través de las cuales se puede tener cierta idea de cómo la concepción de compasión ha evolucionado en el tiempo.
Resulta pertinente entonces exponer algunas de estos pensamientos, a fin de acercarse y revisar las distintas posiciones e ideas que ha tenido la humanidad a lo largo de la historia sobre la compasión:
Albert Camus
¡Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie! (Albert Camus)
Esta frase del célebre filósofo y escritor francés del siglo XX, Albert Camus, revela un juego de palabras donde al parecer el pensador europeo expresaba su posición sobre aquellos humanos que no eran compasivos, es decir, que parecían no tener compasión por nada ni nadie. En este sentido, para Camus eran estos seres quienes necesitaban piedad, probablemente –especulando sobre este pensamiento- debido a su suerte e infortunio, puesto que alguien que no se compadece ni ayuda a los otros labra un destino bastante funesto para su suerte. De esta forma, habrá que compadecerlos, pues no les irá del todo bien.
Buddha
Ten compasión por todos los seres, ricos y pobres; cada uno tiene su sufrimiento, unos sufren mucho, otros muy poco. (Buddha)
Por su parte, Buddha, antiguo monje indio en torno a quien se forma el budismo, planteaba que no es la riqueza la que determina el sufrimiento de un ser humano, sino su simple condición de ser sensible. De esta forma, todos los seres sobre la tierra sufren, en determinada medida, por lo cual se debe sentir compasión por cada hombre, independientemente de su posición. Así se estaría cultivando la compasión como sentimiento, y la capacidad de actuar desde ella, generando y aprendiendo entonces la noción de servir al otro.
Albert Schweitzer
Hasta que no extienda su compasión a todos los seres, el hombre no encontrará la paz. (Albert Schweitzer)
Igualmente, para este médico y teólogo alemán del siglo XX era menester que la humanidad aprendiera a cómo sentir compasión, no sólo entre ellos, sino hacia todos los seres vivos, animales, plantas. Para este pensador europeo esta era la clave para que el humano pudiese recorrer como colectivo el camino que lo acercara y lo llevara a la paz. Al parecer, sólo a través de la preocupación y entendimiento por el otro se podría alcanzar la paz tan ansiada, puesto que pensar en matar e ir a la guerra, sería ir al ataque de uno mismo.
Richard Feynman
La forma más alta de entendimiento que podemos alcanzar son la risa y la compasión. (Richard Feynman)
En sintonía con la idea de que la compasión enseña y revela ante los ojos al otro, este físico estadounidense planteaba que la base del entendimiento entre los hombres estaba constituido por la capacidad de sonreír y sentir compasión por el otro. Parafraseando a Feynman se podría decir entonces que la sonrisa es un lenguaje universal, que aun con las barreras idiomáticas pues unir más que separar. Por otro lado, cuando a través de la compasión, el humano descubre que él también es el otro, se puede acabar la maldad, la rivalidad y los malos entendidos entre las personas.
Albert Einstein
Nuestra tarea es liberarnos de esta prisión ampliando nuestro círculo de compasión para abarcar a todas las criaturas vivientes, y toda la naturaleza en su gran belleza. (Albert Einstein)
También hombre de números, el físico alemán Albert Einstein llegó a expresar que no bastaba con sentir compasión solo entre los seres humanos, cuando por el contrario el concepto de humanidad más que agruparnos parecía oprimirnos, alejándonos de nuestra verdadera identidad como seres pertenecientes a la naturaleza, y no ajenos a ella. Así, el célebre autor de la Teoría de la Relatividad afirmaba que la verdadera libertad era integrarnos como seres naturales, siendo capaces de sentir compasión hacia todos los seres que conformaban la vida. Así mismo, se puede inferir del pensamiento de este científico que solo la compasión, entendida en su sentido etimológico de sentir por el otro sería el sentimiento que permitiría tomar conciencia de todos los seres vivos, y sentirse parte de ellos.
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