Tal vez una de las decisiones y acciones humanas más difíciles es Creer, pues constituye saltar al vacío, y confiar en que siempre aparecerá la red. Es decir, quien cree parte de la confianza, y espera que el objeto de su fe no le defraude, hecho que si se piensa bien constituye un verdadero acto de valor.
Quizás por esta razón, la acción de Creer en un tema que ha llamado la atención de casi todos los pensadores a lo largo de generaciones. Sin embargo, antes de exponer algunas de sus posiciones, se revisará de forma breve la propia definición de este acto, para entenderlo es su justo contexto.
Definición de “creer”
Sin embargo, siendo un tema que despierta tanta polémica, no es de extrañar que no exista una sola definición, sino que por el contrario cada una de las corrientes que lo han abordado en algún momento, hayan expuesto su posición específica. Por ende, puede resultar bastante complejo el escoger una definición.
De esta manera, la forma más objetiva de acercarse a una definición sobre “Creer” será tomar en cuenta el concepto que ha promulgado sobre ella la Real Academia Española de la Lengua (RAE) institución lingüística, que le otorga una entrada en su diccionario, en la que se pueden leer algunas de las siguientes acepciones:
- tr. Tener algo por cierto sin conocerlo de manera directa o sin que esté comprobado o demostrado.
- tr. Tener a alguien por veraz. Siempre te he creído.
- tr. Pensar u opinar algo. Creo que te equivocas.
- tr. Tener algo por verosímil o probable. No creo que llueva.
- tr. Atribuir mentalmente a alguien o algo una determinada característica, situación o estado.
- intr. Tener creencias religiosas.
- intr. Tener por cierto que alguien o algo existe verdaderamente.
- intr. Tener confianza en alguien o algo.
De esta manera, aun cuando cobre sentidos distintos, es decir, bien si se refiere al otro, a sí mismo, a una situación o a una deidad, Creer es la acción por medio de la cual se confiere confianza a otro ente o circunstancia, dándola por cierto, de ahí que se encuentre relacionada con la fe, puesto que es un ejercicio mental, o espiritual, que se comete sin necesidad de comprobar si aquello en lo que se cree existe o no.
Sin embargo, no es un acto fácil, puesto que el Creer puede estar ligado también a la incertidumbre, esa que lleva al ser humano a preguntarse si realmente aquello en lo que cree sucede o no. Por ende, se puede asumir también que para Creer o hay que ser muy valiente, o por el contrario casi no hacerse preguntas.
No obstante, de alguna forma, todo ser humano necesita Creer, pues en realidad a veces parece mucho más sencillo enfrentar la incertidumbre, o la propia decepción, que el hecho de no poder establecer lazos de confianza con nadie o nada, ya que esta otra opción puede empujar al ser humano a un estado de aislamiento y depresión. Creer, al final, puede ser considerado otro de los tantos combustibles del alma.
Frases sobre “Creer”
Tal vez precisamente en ese sentido es que la acción de Creer ha despertado el interés de tantos poetas, teólogos, filósofos y demás pensadores, los cuales han dedicado parte de su vida a estudiar esta acción humana. Aun cuando cada uno de ellos, durante su vida, ha escrito complejos tratados y obras, de ellas pueden extraerse algunos pensamientos, que servirán para entender la posición que cada uno de estos autores tienen sobre este acto humano. A continuación, algunas de estas frases:
Mariano José de Larra (1809 – 1837) El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.
El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.
Uno de los temas de los cuales más se ha hablado, en referencia al Creer, es la necesidad que tiene el ser humano de hacerlo, es decir, más allá de que se decida creer en algunas cosas, y en otras no, es lo único que puede controlar al respecto el individuo, pues el creer en sí es algo propio de su naturaleza, y tarde o temprano lo hará.
En este orden de ideas, reprimir el hecho de creer puede ser peligroso, pues puede conducir al individuo a creer en cosas que no serán tan ciertas. Un ejemplo de esta clase de pensamiento puede ser esta frase del escritor español Mariano José de Larra, quien señalaba cómo es la necesidad de creer tan grande en el hombre, que esta lo puede empujar a creer en cosas que no son ciertas.
Wayne W. Dyer (1940 – 2015) Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.
Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.
Otro de los grandes temas relacionados con el hecho de Creer es pensar en quién se deposita esta confianza. Al respecto, en la época antigua y hasta mediados del siglo XX, parecía un hecho sin discusión que se debía creer tan solo en Dios y en el mundo espiritual. Sin embargo, luego de la Segunda Guerra Mundial, la Humanidad entró en una soledad ontológica, en donde clamó a Dios, y este no respondió.
En soledad, el humano se dio cuenta de que seguía teniendo la necesidad de Creer, entonces posó sus ojos en sí mismo y en sus capacidades. Un ejemplo de esta posición es la frase de Wayne W. Dyer, escritor estadounidense del siglo XX, para quien la creencia en sí mismo es el vehículo por medio del cual el hombre alcanzará todo lo que se proponga, puesto que esta confianza es la que hace que suspenda las dudas y se arme de valor y seguridad, herramientas estas necesaria para emprender la lucha, mantenerla, y lograr la victoria.
Friedrich Hebbel (1813 – 1863) Creer posible algo es hacerlo cierto.
Creer posible algo es hacerlo cierto.
Así mismo, los pensadores e intelectuales han resaltado cómo el ejercicio de Creer está asociado directamente con la Creatividad, es decir, con el hecho de Crear. Por ende, siempre que se Crea algo, también se está ante el desafío de Creer en eso que se ha creado, es decir, confiar en que existe, aun cuando no se haya materializado aun.
De esta manera, tal como señaló en su momento Hebbel, poeta alemán del siglo XIX, una vez que se ha Creado y Creído en la propia obra, sea producto de la imaginación o el Arte, entonces ya se ha hecho realidad, puesto que lo que acerca al humano a ver en forma concreta los productos de su mente es la fe que coloca en sus pensamientos, deseos y creaciones. Otra interpretación de esta frase podría ser que lo que creemos cierto, nace primero en nuestra fe, y luego toma forma en el mundo: primero creo, luego pasa.
Alejandro Dumas (1802 -1870) Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.
Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.
Además de necesario, Creer parece para algunos ser la opción más fácil que tiene el ser humano, en tanto le permite tener seguridades en la vida. Es decir, tal como lo señalaba en su momento Alejandro Dumas, escritor francés del siglo XIX, la otra opción a creer es dudar, y para el hombre quizás sea más fácil vivir sin compañía, que vivir en la incertidumbre, pues su corazón necesita posibles en los cuales basarse.
Así mismo, según agregaba este autor europeo, la fe van ligadas de forma estrecha a la esperanza y la caridad, dos virtudes o cualidades imprescindibles para vivir en el mundo: la fe hace que el ser humano se abra a otros, la esperanza le permite continuar pese a los contratiempos de la vida, y la caridad permite que quiera ayudar a los otros, al tiempo que él también recibe ayuda. De alguna manera, Fe, Esperanza y Caridad son la amalgama que une a todos los hombres del género humano, y les permite vivir en comunidad, hecho este que les asegura la supervivencia.
Publio siro (85 a.C. – 45 a.C) Tan malo es no creer a nadie como creer a todos.
Tan malo es no creer a nadie como creer a todos.
Empero, aun cuando el Creer es una necesita ontológica vital del ser humano, debe limitarse igualmente su uso y proyección, puesto que sea necesario creer en algo, en alguien o en los otros, no quiere decir que se deba creer en todos y en todo. De esta forma, tal como lo señalaba Publio Siro, antiguo poeta romano, tanto mal hace al ser humano vivir sin fe, ya que lo arrojaría a la soledad y la incertidumbre, como creer en todos, ya que lo segundo podría hacerlo presa fácil del engaño.
Sir Francis Bacon (1561 – 1626) Un hombre está dispuesto a creer aquello que le gustaría que fuera cierto.
Un hombre está dispuesto a creer aquello que le gustaría que fuera cierto.
No obstante, pese a que todos los hombres están preparados para Creer, y necesitan hacerlo, no todos los hombres creen en las mismas cosas, ya que esta acción y las cosas sobre las que se depositan la confianza están ligadas igualmente a la naturaleza de cada hombre. Por ende, tal como indicaba en su momento Sir Francis Bacon, filósofo británico del siglo XVII, el humano cree en aquello que quiere que sea cierto, es decir, el humano cree en aquello a lo que sus deseos le apuntan. De alguna forma entonces el Deseo alimentaría también la fe.
Oscar Wilde (1854 – 1900) El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
Para seguir comentando sobre aquellas cosas en las cuales creer el hombre o no, también es necesario colocar el foco en las que simplemente no puede creer, pues su entendimiento le dice que no son ciertas. Sin embargo, esto pasa también por un ejercicio intelectual curioso, puesto que tal como lo señalaba Oscar Wilde, escritor británico del siglo XIX, la mente humana puede hacer un pacto ficcional con lo fantasioso, y creerlo posible, tal vez porque es producto de su imaginación y se alimenta de ella, que creer en lo improbable, es decir, en aquellas cosas que difícilmente podrían ocurrir, porque las estadísticas no le favorecen.
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