De acuerdo a la definición más aceptada, el Recuerdo es el producto de un ejercicio de la memoria, en donde se trae a la mente algún suceso, persona, color, olor o circunstancia que se ha quedado en el pasado.
Es decir, que básicamente para recordar hay que haber olvidado algo primero. De esta forma Recuerdo y Olvido han pasado a ocupar un puesto importante en la imaginería popular, siendo así mismo unas de las figuras poéticas más usadas dentro de la Poesía, puesto que según algunas teoría, basadas en la mitología griega, el fin último de la memoria es recordar el origen olvidado.
Así, cientos son las páginas que se han escrito sobre estos temas, tanto a nivel Filosófico como Poético, en las cuales intelectuales y artistas de todos los tiempos han plasmado su visión personal, al tiempo que la de sus contemporáneos, sobre estas dos acciones complementarias de la memoria humana. A continuación, entonces algunas de las frases más resaltantes sobre el Recuerdo, pronunciadas o escritas por algunos de los más importantes escritores y pensadores de todos los siglos, a fin de que el lector se pueda hacer una idea de cuáles son los sentimientos que el Recuerdo ha despertado a través de todas las épocas:
Marco Valerio Marcial
Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces. (Marco Valerio Marcial)
Por ejemplo, para este poeta romano del primer siglo de nuestra era, el Recuerdo tiene valor en sí mismo por brindarle la posibilidad a quien lo ejerce o lo experimenta de vivir por segunda vez aquello que se recuerda. En la época actual se sabe que no todos nuestros recuerdos son tan fieles como hasta hace unos años se creían, y que en ocasiones la mente inventa pedazos de la historia para satisfacer los huecos que la memoria deja. Sin embargo, para la Poesía hoy en día –sin tomar en cuenta los datos científicos que no vienen al caso- traer algo al recuerdo es volverlo a tener en frente, o como dice Marco Valerio Marcial en esta frase “vivir dos veces”, lo cual hace además que la vida dure como dos veces.
William Shakespeare
Conservar algo que me ayude a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar. (William Shakespeare)
Por su parte, en lo que parece un evidente gesto de galantería, más que de conciencia de lo aprendido en el oficio poético, Shakespeare habla precisamente de la dupla establecida entre Olvido y Recuerdo, afirmando que éste sólo es posible cuando surge el olvido. Sólo podemos traer a nuestras mentes un recuerdo, si éste se ha dejado atrás o no se tiene en pantalla mental. En este sentido asumir que no se olvidará a alguien es estar decidido a tenerlo en mente constantemente.
Jean Paul
El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados. (Jean Paul)
Unos siglos más tarde, este escritor alemán del siglo XVIII coloca el acento en el carácter individual que puede tener cada recuerdo, pues al ser un ejercicio de la memoria, dependerá de los impulsos de cada uno, aunque existan de vez en cuando recuerdos involuntarios. En este sentido, el individuo puede refugiarse en ellos (los agradables por su puesto) cuantas veces les provoque, regodeándose en los hechos pasados que le hayan propiciado algún tipo de placer. De esta manera, el Recuerdo surge como Paraíso individual donde cada quien puede visitar cuando le plazca, sin que nadie pueda expulsarlo de él.
Marcel Proust
Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones. (Marcel Proust)
Algunos poetas han señalado -cada quien a su modo- que un individuo toma conciencia del perdón en el momento en que un individuo de improviso recuerda a alguien que le ha lastimado, y de improviso descubre que puede hacerlo sin rencor, es decir que el olvido ha hecho su trabajo junto al perdón, sanando heridas del pasado. En este mismo sentido, este escritor francés del siglo XIX, autor de la novela “En busca del tiempo perdido”, célebre ensayo filosófico sobre la memoria, apunta precisamente a la tarea que a veces ejerce el recuerdo de devolver las cosas un poco más livianas de lo que fueron, e incluso purificadas por el paso del tiempo y el olvido. En ese sentido, Proust afirma que entre una persona que lastimó a alguien y esta persona el recuerdo puede fungir como un amigo en común, que hará algún día que surja en la mente del afectado un recuerdo no tan malo, permitiéndole reconciliarse con el recuerdo.
Carlos Fuentes
Destruimos al otro cuando somos incapaces de imaginarlo. (Carlos Fuentes)
En último lugar, esta frase del escritor mexicano fallecido apenas en el año 2012, parece remontarse siglos atrás, para rescatar de la cuna de la civilización griega aquel mito que decía que los héroes vivían en constante agón, a fin de poder juntar las hazañas suficientes, que les dotarán de gran gloria, las cuales fuesen cantadas y recordadas por los próximos siglos, a fin de no olvidar quiénes eran cuando fuesen al inframundo, donde la gente que no es recordada por nadie en la tierra, simplemente pierde noción de su identidad, convirtiéndose en una sombra más. En este sentido, dos milenios después, Carlos Fuentes afirma que los otros viven del recuerdo capaz de originar en otros más, así como cada uno vive gracias al recuerdo que puede evocar en el otro. No poder evocar o imaginar al otro es condenarlo a la muerte imaginativa, a la muerte en el terreno de la memoria.
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