Mucho de lo que se cuenta de la Yakuza es verdaderamente tenebroso. Antes de que estas páginas despierten simpatías por la mafia nipona es bueno recordar que sus miembros estuvieron detrás del horrible asesinato de Junko Furuta, que asesinaron también al alcalde de Nagasaki Iccho Itoh porque accidentalmente las obras de una construcción pública rayaron el auto de uno de sus líderes y que han estado detrás de innumerables chantajes, asesinatos, extorsiones y secuestros vinculados al tráfico de mujeres.

Fukushima

Sin embargo, esto no ha hecho que la célebre Yakuza pierda la “orientación social” que, supuestamente, está en el núcleo de su fundación misma. Con un mensaje escueto: “Todos somos japoneses. Todos tenemos que ayudarnos” los clanes de la mafia comenzaron un despliegue verdaderamente impresionante luego del desastre de Fukushima ocurrido tras el terremoto del 11 de marzo del año 2011.

Ya en la medianoche del 12 de marzo comenzaron a llegar. 25 camiones con más de 50 toneladas arribaron al Capitolio de Hitachinaka, en la costa oriental de la prefectura de Ibaraki, una de las zonas más golpeadas por el siniestro. Y alrededor de un centenar de hombres vestidos con camisas de manga larga comenzaron el desembarco.

Se trataba de miembros del tercer clan más importante de la Yakuza: Inagawa-kai. Ocultaban sus símbolos por temor no a ser capturados, sino a que las autoridades se vieran obligadas a rechazar su ayuda en un momento en el que Japón los necesitaba más que nunca. Los empleados del Capitolio sabían bien quiénes eran, pero como ellos mismos admitieron no era el momento para rechazar ayuda de nadie.

Hombres desembarcando con los brazos cubiertos para ocultar tatuajes

Y no se trató de un caso aislado. A lo largo y ancho de Japón miles de miembros de esta organización recolectaron millones de dólares en ayuda, abrieron sus oficinas para hospedar a las víctimas y distribuyeron miles de toneladas de suministros. Seguramente su esfuerzo limitó mucho los alcances del desastre.

Halloween

Pero Fukushima no es el único caso en el que este grupo ha mostrado su voluntad de ganarse al público japonés. Muchas familias recibieron con tristeza el anuncio del clan Yamaguchi Gumi el presente año en el que publicaban que la tradicional celebración de Halloween no se llevaría a cabo.

Cada año, el 31 de octubre los miembros de este clan de la mafia invitan a los pequeños disfrazados a “extorsionarlos” con dulces y golosinas, algo que disfrutan por igual adultos y niños, y un evento en el que son famosos por la calidad de sus dulces y regalos.

El evento de Halloween

Pues bien, parece ser que el asunto se debe a una disputa interna. Algunos miembros del clan habrían sido acusados de traición hacia el líder y habrían fundado una nueva organización, lo que llevó a serios conflictos entre los dos grupos. Parece ser que los líderes temen que un escenario como el Halloween se convierta en el lugar perfecto para un ajuste de cuentas, poniendo en peligro la vida de sus pequeños seguidores.

Y sí. Incluso en medio del conflicto, la Yakuza parece preocuparse por sus compatriotas.

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