Sus orígenes
Nacido en Pérgamo (Turquía), hijo de Elio Nicon, quien fue un reconocido arquitecto y terrateniente. Desde joven lo criaron bajo los preceptos del pensamiento estoico, con la idea de que más adelante se convirtiera en un filósofo. Su padre lo inició en temas como la agricultura, arquitectura, astronomía, astrología, filosofía, hasta el momento en el que se concentró en la medicina.
Elio soñó una noche con Esculapio, dios de la medicina, quien le predijo el destino de su hijo. Fue así que a la edad de 20 años se convirtió en therapeutes (discípulo o socio) del dios Asclepio en el Asclepeion de Pérgamo, posición que mantendría durante cuatro años y donde iniciaría sus estudios de medicina. Ya después de su estadía en el templo del dios parte hacia Esmirna y Corinto, en ese sitio conoce la obra de del célebre médico Hipócrates de Cos, que sería su principal referente a lo largo de su carrera.
En Alejandría, la capital y cuna de la cultura y educación, complementa sus estudios anatómicos y fisiológicos para la medicina, diseccionaría cadáveres y entraría en contacto con la obra de importantes anatomistas como Herófilo y Erasístrato.
Fue gracias a sus trabajos literarios que gozó de gran popularidad y reconocimiento, pues escribió más de 400 obras en donde se encontraron descripciones de plagas que asolaron a los pobladores romanos, como la plaga peste antonina (sarampión).
Mientras estuvo en Roma (año 162) no pudo seguir diseccionando despojos, debido a que esta actividad estaba prohibida en el Imperio. En este periodo estudió los cuerpos de los animales, aunque varias de sus conclusiones estuvieron erróneas.
Gracias a los estudios y diversos avances que hizo Galeno llegó afirmar que las enfermedades mentales tenían un origen ya sea por un daño en el cerebro o en la psique, y que no eran causadas por ningún mal como los espíritus y maldiciones. Tristemente para la época medieval las manías mentales volvieron a ser consecuencias de los demonios.
El legado de Galeno a la medicina
Fue gracias a sus estudios y los conocimientos que adquirió mientras diseccionaba cadáveres que pudo dar grandes aportes sobre las funciones del cuerpo humano: demostró cómo diversos músculos son controlados por la médula espinal, identificó siete pares de nervios craneales, expresó que es el cerebro el órgano encargado de controlar la voz, detalló las válvulas del corazón, expuso que por las arterias circula sangre, y no aire como pensaban Erasístrato y Herófilo.
También aclaró las diferencias estructurales entre venas y arterias, aclaró las funciones del riñón y de la vejiga, y dejó un tratado sobre la conservación de fármacos (La Farmacia Galénica), la cual “se encarga de la transformación de medicamento y principios activos en medicamentos de fácil administración y que proporcionen una adecuada respuesta terapéutica”. Para conseguir sus objetivos, la farmacia Galénica se concentra en conocer las propiedades físicas y químicas de los principios activos.
Asimismo redactó el tratado Sobre el diagnóstico de los sueños (De Dignotione ex Insomnis Libellis, en latín) describe los sueños y cómo éstos pueden ser interpretados como un reflejo de los padecimientos que puede sufrir el cuerpo.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Galeno
Imágenes: 1: radiomaletin.cl, 2: tomascabacas.com