Gigantes de los cielos: ¿qué sabemos de los Pterosaurios? Parte 2

Gigantes de los cielos: ¿qué sabemos de los Pterosaurios? Parte 2

Fisionomía

En el pasado se creía que los pterosaurios eran reptiles ordinarios y que como tal dependían de las temperaturas externas para regular su funcionamiento. Esto es, que eran de sangre fría.

Esto generó un montón de inquietudes respecto al vuelo. Es cierto que volar, como tal, no requiere tanta energía (con alas suficientemente grandes es apenas cuestión de planear y buscar las corrientes ascendentes), pero levantar el vuelo desde el suelo es otra cosa. Las aves más grandes que hoy existen: el Cóndor y el Albatros, presentan algunos problemas para hacerlo si están llenas, por ejemplo.

Para que un pterosaurio levantase el vuelo desde el suelo habría necesitado impulsarse con muchísima fuerza. Algo que no es posible para un animal de sangre fría (o de ser posible, no es eficiente).

Sin embargo, cada vez queda más claro no es preciso pensar los pterosaurios como gigante de sangre fría. Recientes descubrimientos han revelado que estos animales tenían poderosos músculos y complejos sistemas circulatorios, lo que indica la capacidad de regular su temperatura y de hacer grandes esfuerzos de energía… necesarios para poder despegar.

Y aquí llega el primer dato interesante de estos gigantes. Sí, sabemos que podían volar. Pero también podían correr.

Pterosaurios corredores

Resulta que cuando estaban en tierra, los pterosaurios mantenían una posición cuadrúpeda bastante eficiente. Recientes análisis y simulaciones han revelado que era un tanto semejante a la de una jirafa (con patas traseras más cortas que las delanteras) y que le permitía a estos animales hacer pequeñas carreras, tal y como los pájaros corredores.

Esto resolvió un importante misterio: es difícil para un animal de este tamaño alzar el vuelo desde una posición estática, pero si conseguían una velocidad en tierra de 30 o 40 km/h la cosa se vuelve mucho más simple. Semejante a como los flamencos tienen que coger bastante impulso antes de alzar el vuelo.

Los análisis han incluso indicado que los pterosaurios terrestres podían en ocasiones incluso ser cazadores competentes en la tierra, usando sus alas ocasionalmente para buscar otros lugares de cacería o carroña.

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Algunos pterosaurios podrían incluso haber sido eficientes cazadores terrestres

La estructura de las alas

Las alas de las aves son relativamente simples, con escamas modificadas cuidadosamente para generar una superficie capaz de levantarse en el aire. Esto es, las plumas.

Las alas de los murciélagos son poco más que un tejido cuidadosamente mantenido de piel.

Pero las alas de los pterodáctilos… eran mucho más.

Originalmente pensadas como poco más que una capa de cuero, análisis microscópicos han revelado que las alas de estos animales estaban compuestas por diversas capas cuidadosamente entrelazadas entre sí. La parte externa mantenía una estructura bautizada actinofibras (inexistente en ningún otro grupo de animales vivos) que le daba fuerza y resistencia al ala sin necesidad de tener un soporte, así mismo, esta estructura consistía en tres capas superpuestas en ángulos diferentes, lo que les permitía tener tanta resistencia.

Así mismo, las alas estaban cubiertas de unos pequeños pelos llamados picnofibras. Semejantes al cabello de los mamíferos, estos vellos garantizaban el mantener la temperatura del animal mientras creaban muy poca resistencia al viento. Al igual que en el caso de las actinofibras, las picnofibras no tienen equivalente en el mundo moderno.

Huesos

Un argumento más a favor de la capacidad de termorregulación de los pterosaurios (es decir, el hecho de que tuviesen sangre caliente) son sus huesos.

Al igual que en el caso de las aves, los huesos de los pterosaurios están llenos de aire. Esto significa que funcionan como túneles, con soportes que les dan solidez y con la ventaja de que incrementan la eficiencia del sistema respiratorio. Por supuesto, esto significa que un pterosaurio gigante no era tan pesado como su tamaño habría hecho pensar.

Esto indica un complejo sistema respiratorio (al nivel del de las aves, que es significativamente superior al de los mamíferos), un argumento más para revelar que tenían complejos metabolismos.

Reproducción

Quizás lo más interesante de los pterosaurios es su reproducción.

Verán, tanto los murciélagos (como todos los mamíferos) como las aves han evolucionado para tener un cuidadoso manejo de sus crías: ambos grupos tienen pequeñas camadas a las cuales cuidan hasta que alcanzan cierta edad.

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Los primeros huevos de pterosaurio descubiertos

Los pterosaurios, parece ser, nunca adoptaron esta estrategia. El hallazgo de huevos de pterosaurios reveló, primero, camadas muy grandes y segundo huevos muy delicados, que no podrían haber sido incubados de ninguna manera. Así mismo, estos huevos muestran embriones muy desarrollados, capaces de levantar el vuelo apenas salían del cascarón. Esto indica que los pterosaurios no cuidaban a sus pequeños, sino que tenían una estrategia dedicada a tener muchas crías y esperar que alguna sobreviviera

Extinción

Aún no se entienden las causas de la extinción de los pterosaurios pequeños, de cola larga. Si la competencia con las aves no fue una causa (y no parece haberla sido) entonces nos quedamos sin hipótesis.

Pero los pterosaurios de cola corta, que alcanzaban tamaños mucho mayores, tenían nichos que aún en el presente podrían ser viables. Sus grandes tamaños los convertían en planeadores más eficientes que los cóndores o albatros, y su capacidad de correr en tierra les abrían posibilidades cerradas a los pájaros más grandes. Podrían ser depredadores y oportunistas. Así mismo, aunque se pensaba que la diversidad había bajado hacia el final de la era de los dinosaurios (con una única especie restante en el cretácico tardío) recientes descubrimientos indican que este no era el caso y los pterosaurios seguían siendo muy exitosos en este periodo ¿Por qué se extinguieron entonces?

Bueno, cuando los dinosaurios se extinguieron por causa probable de un meteorito la Tierra quedó cubierta de polvo por un largo, largo tiempo. Animales que dependían de las plantas para sobrevivir, o de cazar activamente presas grandes, generalmente murieron. Sobrevivieron animales subterráneos, cazadores de insectos (la población de insectos seguramente aumentó con la muerte de muchas plantas, y esto benefició a nuestros antecesores mamíferos), comedores de semillas (las semillas no se dañan y duran mucho tiempo, lo que seguramente benefició a las antiguas aves) y/o animales que pudiesen pasar largas temporadas con poco alimento (como cocodrilos y otros reptiles, que pueden durar meses sin comida).

Los pterosaurios eran grandes, requerían mucha comida y eran cazadores o carroñeros activos. Aparte, requerían para volar las corrientes térmicas, las cuales evidentemente disminuyeron sin un sol que brillase con fuerza en los cielos.

Y así fue como el cielo se quedó sin gigantes. Nada que haya venido después ha sido comparable (si no contamos los aviones, claro).

Parte 1

Fuentes:

  1. royalsocietypublishing.org/content/284/1865/20171556
  2. https://en.wikipedia.org/wiki/Pterosaur#Flight

Imágenes: 1: thoughtco.com, 2: phys.org, 3: creation.com

Bibliografía ►
El pensante.com (enero 31, 2018). Gigantes de los cielos: ¿qué sabemos de los Pterosaurios? Parte 2. Recuperado de https://elpensante.com/gigantes-de-los-cielos-que-sabemos-de-los-pterosaurios-parte-2/