“En Australia, todo lo que se mueve quiere matarte”. Este dicho, popular en las juventudes de las regiones angloparlantes, hace referencia a la increíble abundancia de animales venenosos y peligrosos en el continente australiano (que no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo excepto, quizás, las selvas tropicales americanas). Dicho adagio se ha visto más que verificado recientemente en la ciudad de Maningrida, donde apareció una nueva especie de tarántula venenosa.
Todo comenzó en el año 2006 cuando algunos jóvenes de una escuela encontraron los primeros especímenes de esta araña, hasta el momento desconocida para la comunidad científica. Las arañas se encuentran en una población rural 500 kilómetros al este de Darwin (en el Territorio Australiano del Norte), y tienen la peculiar habilidad de nadar bajo el agua sin ningún inconveniente.
La zona es propensa a inundaciones, por lo que es un hogar idóneo para estas criaturas. Las arañas son capaces de generar una burbuja pegada a su cuerpo, por lo que pueden sobrevivir perfectamente durante la temporada de lluvias y volver a reconstruir sus nidos en la temporada seca.
Para completar el cuadro, las tarántulas tienen unos colmillos considerables, capaces de penetrar fácilmente la piel humana y de causar serios problemas incluso a un adulto. A pesar de que sus daños son temporales (náuseas y fiebre, principalmente), un niño podría ser víctima mortal de una mordedura. Y por si fuera poco, se ha calculado una población de más de 25000 arañas en un poblado de menos de 2000 personas… es decir, más de 12 arañas por persona.
Esta región sería sin lugar a dudas el terror de cualquier aracnofóbico, pero también es una constante preocupación para los habitantes de la ciudad, que se encuentran en constante peligro de picaduras. El doctor Robert Raven, experto aracnólogo, explica que la altísima concentración de tarántulas es algo completamente desconocido en ninguna otra parte del mundo, y que hasta el momento se desconoce qué permite a tantos animales vivir en un espacio tan pequeño.
Entre tanto, el gobierno está interesado en crear centros de investigación que permitan la cooperación de científicos y locales, garantizando así protección para las tarántulas… y para las personas que están obligadas a vivir con ellas.
En mi caso, soy un fanático de las arañas, por lo que admito que me gustaría visitar un lugar así. ¿Y a ti?
Fuente de imagen: abc.net.au
Habitantes de Australia preocupados por el ataque de miles de tarántulas
Curiosidades - julio 4, 2015