El eslabón perdido
Un equipo de científicos presentó ayer en Nueva York el esqueleto fosilizado de un mono-lemur de 47 millones de años de antigüedad que podría convertirse en el eslabón perdido de la evolución humana. El fósil ha sido bautizado como Ida. El descubrimiento del 95% del esqueleto ha sido descrito por los expertos como «la octava maravilla del mundo», y consideran que su impacto en el mundo de la paleontología será algo así como «un asteroide caído en la Tierra».
Al considerar que se ha completado la búsqueda de una conexión directa entre los humanos y el resto del reino animal que inició Darwin hace 200 años con la Teoría de la Evolución.
El equipo investigador señala a Ida como la prueba de la transición de las especies que inició Darwin a bordo del Beagle. «Esta pequeña criatura va a enseñarnos nuestra conexión con el resto de los mamíferos. Es el único que nos conecta directamente con ellos», apuntó sir David Attenborough al canal de televisión Sky News.
El fósil, de unos 53 centímetros de altura, ha sido investigado en secreto durante los últimos dos años por un equipo internacional de expertos dirigido por el profesor del Museo de Historia Natural de Noruega. Después de ese tiempo fue trasladado a Nueva York bajo fuertes medidas de seguridad.
Ida tiene, en vez de garras, uñas como las de los seres humanos y sus pulgares opuestos, lo que la sitúa en el inicio de la raíz de la evolución humana. Otro importante descubrimiento es la forma del hueso del talón de su pie, que los humanos tuvieron de la misma manera muchos años mas tarde.
El esqueleto fue desenterrado por un cazador de fósiles hace unos 25 años en Messel Pit, un antiguo cráter volcánico cerca de Fráncfort. Lo limpió y colocó en un poliéster de resina y la mantuvo colgada durante 20 años en la pared de su casa.
Via: lasprovincias.es
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