Definición de introducción
A nivel metologógico, se puede definir como Introducción al texto inicial de un trabajo escrito, con tendencia a la corta extensión, y por medio del cual el lector puede tener una idea general del tema o los temas abordados por el autor. No obstante, al ser un texto introductorio, éste cuenta con la responsabilidad de presentar al texto que precede de la forma más atractiva e interesante, procurando el enganche del lector.
Por consiguiente, la Introducción constituye el umbral por donde se entra a un texto, es decir el primer punto de contacto, por lo que su redacción amerita no sólo el seguir ciertas normas metodológicas, sino que debe contar con estrategias literarias que enamoren e inviten a la lectura, tanto si se trata de un libro de Ciencias Sociales como una obra de Matemáticas. De lo contrario, en lugar de ser una puerta abierta, puede llegar a convertirse en un obstáculo para la lectura, y un verdadero repelente de lectores.
Claves para escribir una buena Investigación
En sintonía con esto, se podría inferir entonces que la escritura de una texto introductorio o de un introducción no es una tarea fácil, sino que es el resultado de las técnicas correctas, sumadas a una buena cantidad de talento para escribir, produciendo textos atractivos, puntuales, fluidos e incluso entretenidos, los cuales puedan ser entendidos por el lector en todo momento, así su tema implique gran complejidad.
No obstante, existen algunos tips o claves que pueden ayudar a un novel escritor o investigador a llevar a cabo la tarea de redactar una introducción para su trabajo escrito. A continuación, entonces, algunas de las recomendaciones en las que coinciden escritores expertos a la hora de crear el texto que servirá como puerta de entrada al trabajo realizado:
- La mayoría de los expertos coinciden en un paradójico consejo. De esta forma, los especialistas de las Letras y la Metodología siempre señalan que aun cuando la Introducción sea el primer texto con el que se encuentra el lector, debe ser el último que redacte el escritor. En este sentido, se deberá realizar el trabajo por completo, y una vez que se tenga asimilada la experiencia se puede empezar a estructurar un texto que dé cuenta de las motivaciones, inconvenientes y aciertos que ha tenido éste proceso de escritura.
- Igualmente, el permitir tener a mano el trabajo sobre el cual se hará la introducción permite a quien la redacta contar con el vocabulario propio del área en la que se desarrolla el texto.
- Así mismo, todo buen texto, sea un cuento, una novela, un artículo periodístico y así también una introducción debe contar con una frase inicial impactante, que mueva al lector a hacerse preguntas, que lo lleven a buscar las respuestas adecuadas en el texto. De esta forma, por ejemplo un trabajo que pretenda abordar el tema de la condición genética del Síndrome de Down, pero desde el punto de vista de la inclusión, puede comenzar su introducción citando la frase campaña de la Fundación encargada de este tema en Argentina “Lo normal no existe, ser diferente es lo común”. De esta forma, se puede entonces comenzar alguna reflexión sobre el concepto de normal, comparándolo con el de humano, y recalcando que la humanidad ni el amor cuentan cromosomas.
- También, una Introducción puede darse a la tarea de recordar o reseñar algunos antecedentes, a fin de que se evidencia que el trabajo que se precede tiene relevancia, por lo que algunos investigadores o escritores se interesaron en él con anterioridad.
- De inmediato se comenzará a hablar sobre las ideas desarrolladas en el trabajo, por lo que se recomienda hacer un resumen breve de ellas, siguiendo el mismo orden en el que fueron tratadas en el desarrollo del texto, a fin de que se logre la misma coherencia y cohesión dentro del texto.
- En este desarrollo, el escritor debe explicar cuáles fueron las causas y propósitos personales y profesionales que lo llevaron a querer realizar el texto. De esta forma, el lector podrá entender la relevancia que tiene la obra que se encuentra entre sus manos.
- Resulta pertinente también explicar un poco los métodos, y sobre todo exponer los resultados a los que se llegaron durante el trabajo, o las conclusiones que puede inferir el escritor. De esta forma, desde el principio el lector podrá entender cuál fue el propósito del escritor.
- Así mismo, una introducción debe estar redactada en una voz activa. También es necesario que la voz del texto esté en tercera persona del plural, es decir, que la voz de una introducción debe ser en todo momento el “nosotros”, aun cuando el escritor sea uno solo.
- Finalmente, la introducción puede incluir una reflexión que sirva para vincular el texto con un asunto mucho más universal, pues la función de una introducción es demostrar que la lectura del texto que muestra a continuación es indispensable para el lector, quien aprenderá situaciones y conocimientos que tienen relevancia en áreas mucho mayores y generales.
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