Gigantes de la Tierra
Muchas leyendas antiguas hablan de razas olvidadas de gigantes que habitaron la Tierra en el pasado lejano. Estos gigantes habrían sido destruidos por algún Dios, por un desastre natural o por nosotros, que los habríamos despojado de los recursos que necesitaban para sobrevivir.
Aunque las imágenes que ocasionalmente rondan internet mostrando gigantescos esqueletos suelen ser falsas, y por ahora no tenemos evidencias de humanos recientes que hubiesen alcanzado este tamaño, es natural que dicha leyenda tomara forma entre las poblaciones más antiguas de Homo Sapiens. Como lo mencionamos en el artículo Gigantes de la Tierra, en tiempos antiguos nuestro planeta estuvo habitado por grandes animales que luego desaparecieron. En la memoria de las personas quedaron relatos de estos (incluyendo un simio chino, el Gigantopithecus, que bien podría haber sido confundido con un homínido gigante), y es apenas lógico que si antes existían animales gigantes, pues hubiese también humanos gigantes.
Sin embargo, la leyenda podría ser verdad hasta cierta escala. Recientemente arqueólogos descubrieron una raza de humanos en China que puede calificar como “gigante” para los estándares del periodo y que siembra muchas dudas sobre lo que creíamos que sabíamos del poblamiento de Asia.
Los gigantes de Shadong
Este particular descubrimiento arqueológico ocurrió en la Provincia oriental de Shadong, donde un equipo de antropólogos desenterró los restos de poblados cuyos habitantes superaban, en promedio, los dos metros de altura. Si bien no se trata de “gigantes” en el sentido estricto de la palabra (conocemos hoy personas de esta estatura y más), sí estamos hablando de una población extremadamente alta aún para los estándares modernos (que seguramente han visto la mayor estatura promedio de la Historia).
Las poblaciones, de acuerdo con los antropólogos, se dedicaban al cultivo de cereales (principalmente el arroz) y la cría de cerdos, y su altura excepcional parece ser el producto de una gran disponibilidad de alimento y a la vez una genética privilegiada. El grupo, que se cree hacía parte de la Cultura Neolítica Longshan, vivió hace unos 5.000 años en un poblado con más de 100 casas y 20 pozos de sacrificio.
Sí, no eran los gigantes que esperábamos, pero es mejor que nada.
Imagen: gizmodo.com.au