Igualmente, a esta anormalidad se le conoce como hipersomnia y produce otros síntomas como el deterioro de la mente, alucinaciones, estados agresivos, desorientación, compulsión a la comida y un comportamiento sexual sin inhibición.

No obstante, existen ciertos momentos de lucidez y calma de los trastornos, la capacidad mental vuelve a un nivel “normal”. En varios casos no se tiene memoria de lo sucedido bajo los ataques de la enfermedad. Por lo general, los pacientes pueden permanecer largo tiempo sin la afección a este terrible mal. En México, sólo se han hallado dos personas que la padecen.

Confusión entre el sueño y lo real

En tal efecto, Beth Goodier es toda una “bella durmiente de la vida real”. Adquirió el mal cuando tenía 15 años y su sueño se multiplicó exageradamente, al punto de dormir profundamente por casi cinco semanas. Sumado todo el tiempo de sus largos periodos de hipersomnia, varios años los ha pasado inconsciente.

Sin embargo, Beth anhela una vida normal, aunque ese descontrol de sueño ha provocado también que no se distinga correctamente, entre sueño y realidad, lo cual empeora su situación. Algo sumamente particular, es que sus necesidades corporales sí las realiza en el baño, común y corriente, sólo que en un estado de sonambulismo, sin tener nada de consciencia de lo que se hace.

Su madre, Janine, debió renunciar a su empleo para hacerse cargo de la joven, pues requiere estar vigilada la mayor parte del tiempo y afirma que las circunstancias de su hija son muy difíciles, puesto que cuando despierta queda con la psicología de una niña pequeña, que no distingue entre el sueño y lo real.

Cerca de mil personas en todo el planeta sufren de este mal. La mayoría son de sexo masculino y adolescentes.  Cuando Beth esta despierta, aprovecha su tiempo para escribir en un blog y subir videos informativos acerca de su síndrome, para poder ayudar a otras personas que lo padecen.

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