El nuevo mundo
Cuando hablamos de una ciudad fantasma técnicamente hablando nos referimos a una región apta para ser habitada que se carece de habitantes. Por lo general se nos viene a la mente el clásico escenario del lejano oeste estadounidense, con calles llenas de plantas rodantes y arena ensuciando todas las ventanas, o su homóloga latinoamericana de la ciudad perdida en la selva que fue devorada por los árboles.
La ciudad que se está construyendo es completamente diferente. Se trata de una urbe moderna, con las más avanzadas tecnologías y pensada para ser sostenible e independiente. En teoría tiene lugar para unas 35.000 personas.
Pero en la práctica nadie vivirá allí.
Veamos por qué:
El proyecto de Pegasus Global Holdings
Pegasus Global Holdings es una empresa especializada en urbanismo, tecnología y comunicaciones. En vista de los cambios de la sociedad, del surgimiento de una verdadera “sociedad de la información” y de las transformaciones en las ciudades, esta empresa ha decidido comenzar un gigantesco proyecto orientado a la investigación urbanística y el desarrollo de ciudades más amigables. En los desiertos de Nuevo México construirá una ciudad para 35.000 habitantes… en la que no vivirá nadie.
El objetivo del proyecto es tener infraestructura de última tecnología en la ciudad que permita comenzar a experimentar con nuevas tecnologías – como vehículos de transporte automático, sistemas de seguridad o infraestructura para generar la autonomía energética – sin poner en peligro la vida o el bienestar de persona alguna.
Unas 300 personas coordinarán desde las sombras de un refugio subterráneo cada uno de los elementos de la ciudad, que incluirán una planta de desalinización de agua, una planta de reciclaje y un área dedicada a la agricultura. La idea es verificar el funcionamiento de estos procesos en un escenario que no comporte riesgo alguno.
Mientras que algunos aplauden la iniciativa otros la critican pues aseguran que una ciudad es mucho más que objetos y depende de las personas, y que investigar sin estas no tiene sentido. La idea, sin embargo, parece haber calado en muchos círculos que esperan con ansiedad que la ciudad se abra al público investigador, algo que según los cálculos de la empresa ocurrirá entre 2018 y 2020.
Fuente de imágenes: 1: theblaze.com, 2: i.dailymail.co.uk