Stalin

Le encantaba sobremanera la comida típica de Georgia, su país natal, donde son famosas las nueces, las ciruelas y para todo se usa el ajo Un dato muy curioso, es que el mismísimo abuelo de Vladimir Putin le cocinaba los platillos que se le antojara, pues Putin era uno de sus chef de cabecera.

Es bien sabido que Stalin era amante de organizar grandes bacanales para sus amistades, llenos de licores y comida en abundancia. Según varios historiadores, era toda una estrategia para que al final de semejantes excesos, ya alicorados y gastados, persuadirlos de sus intereses.

Idi Amin

Este personaje que gobernó con vara de hierro durante años a Uganda, en la mesa lo que más disfrutaba era el pan de ajo y de yuca, con un buen cabro asado. A lo largo de la jornada, acostumbraba a comer más de cuatro decenas de naranjas, pues la consideraba como un elixir prodigioso.

Cuando fue exiliado hacia Arabia Saudí, lo que más se le veía comiendo con mucho gusto era toda clase de comida rápida y pizza. Sin embargo, hay teorías por la web que afirman que tenía tendencias caníbales.

Nicolae Ceasescu

No había nada que le estimulara más su paladar que una lasaña bien preparada, pero debía ser vegetariana exclusivamente. No le gustaba mucho comer ensaladas complejas, sino al contrario, muy simples y sin aderezos. Muchas veces se le vio tirando la comida que le ofrecían en diferentes eventos.

Francois Duvalier

Se le conoce también como Papa Doc. Aparte de político era médico, de procedencia haitiana. Fue un dictador cual ninguno en la historia de esa nación. Cuando murió, fue reemplazado por Jean-Claude Duvalier, su hijo.

Su comida preferida era toda aquella que ingiriera para luego ir a disfrutar de cómo torturaban a sus presos, en los calabozos.

Benito Mussolini

El ajo era su condimento preferido. Le encantaba que toda su familia estuviese sentada y con la mesa servida, cuando él llegara. Lo que más pedía era ensalada de ajo, con limón y aceite de oliva.

Pol Pot

Este dictador de Camboya amaba la carne de venado, así como la de serpiente y de jabalí. La que más le gustaba era el jabalí. Todas esas carnes las acompañaba con frutas. Dijo varias veces que le encantaba el sabor del estofado de cobra. Era muy exigente y lujoso a la hora de comer, pero el pueblo solo tenía permitido comer arroz.

Francisco Macías Nguema

No era precisamente algo de comer lo que más le gustaba consumir, sino un té especial hecho de cannabis. Los rumores también lo acusan de practicar canibalismo e incluso, de guardar los huesos de sus víctimas en el refri.

Adolf Hitler

El führer se caracterizó por ser vegetariano y por consumir grandes cantidades de puré de patata y caldos. Antes de comer, sus alimentos debían pasar por el filtro de 15 catadores de seguridad. Si casi al completar la hora no les sucedía nada, él comía tranquilo.

Una de sus cocineras favoritas fue Dione Lucas, quien reveló que al dictador alemán le fascinaba el pavo relleno, por sobre otras cosas.

Muamar Gaddafi

Debido a sufrir de flatulencias, no podía consumir uno de los alimentos más ricos para él: la leche y sus derivados. Pero también disfrutaba mucho los macarrones y el cuscús con carne de camello. No era muy exigente para comer.

Fidel Castro

Una de las mejores amigas del famoso dictador cubano, fue Celia Sánchez. Según ella, para Fidel la comida preferida eran las sopas de una tortuga en vía de extinción.

Kim Jong Il

El sabor de su predilección es el de la sopa de carne de perro o de aleta de tiburón. Según él, esta es la forma como mantiene su virilidad al máximo. Curiosamente, tiene a su servicio un grupo de mujeres cuya única misión es encargarse que todos los granos de arroz que él coma, sean perfectamente iguales en tamaño.

Raros en todo sentido.

Imágenes: wikipedia.org