El inevitable destino del universo
Desde que se formularon las leyes de la termodinámica quedó claro para los científicos que el Universo (o al menos, la energía del universo) no durará para siempre. Inevitable, irremediablemente la energía se va perdiendo poco a poco, desgastándose y convirtiéndose en entropía. El final está escrito, sencillamente no sabemos cuándo llegará.
Sin embargo, nuevos análisis astronómicos indicarían que esto está ocurriendo a ritmos muy acelerados con respecto a lo que se creía anteriormente. Un estudio del Observatorio del Sur Europeo (ESO por sus siglas en inglés), en el que se observaron atentamente más de 200 mil galaxias, mostró que la mayor parte de ellas habían perdido la mitad de su energía en menos de 2 mil millones de años. Este lapso, aunque puede parecer increíblemente largo, no es más que un suspiro en términos astronómicos y siembra dudas sobre la longevidad estimada anteriormente del universo.
Para hacernos a una idea de lo que representa este lapso temporal, es bueno tener en cuenta que el sistema solar (y el sol) tiene unos 5 mil millones de años de edad, y la tierra algo menos. Esto quiere decir que en el tiempo que lleva de existencia nuestro planeta la energía de una galaxia se habría visto reducida a menos de la mitad. Es una cifra completamente sorprendente.
Antes se pensaba que el universo podría sobrevivir millones de billones de años, incluso trillones, antes de que la entropía lo redujera a un vasto espacio oscuro y frío desprovisto de toda energía. Ahora, según Jochen Liske, este tiempo podría ser de unos pocos miles de millones de años. Aunque no se sabe exactamente cuántos (podrían ser 10, 100 o incluso 1000) lo cierto es que la esperanza de vida de nuestro mundo se ha reducido considerablemente.
¿Qué hay luego del final?
¿Y qué viene después? La respuesta puede parecer un tanto perturbadora… la nada. Una vez el universo muera no dejará de existir, sencillamente será un vasto espacio frío, oscuro, desprovisto de todo. Si alguna entidad inteligente sobrevive hasta este periodo, no tendrá nada para ver. Será un mar de compuestos que no reaccionarán entre sí, con temperaturas que se acercan más y más al cero absoluto.
En términos humanos, esto no representa nada, pero si nuestra especie ha de sobrevivir, tendremos que ser capaces de encontrar una nueva manera de subsistir. Se trata de una misión completamente imposible a las luces de las tecnologías actuales… pero podría resolverse, quizás, cuando comprendamos los mayores misterios de nuestro universo.
El proyecto de investigación que realizó estos estudios, llamado GAMA, afirmó que cuando una estrella muere, puede convertirse en el núcleo de la formación de una nueva estrella, pero que la mayor parte del material se pierde o se disipa y en muchas ocasiones no vuelve a ser utilizado (o no puede ser utilizado del todo). Se llegó a estas conclusiones al comparar la energía proveniente de las galaxias más antiguas (que se encuentran más lejos en el Universo) y de las más recientes, y notar que las últimas producen muchísima menos energía.
¿Qué será de la humanidad, si llegase a sobrevivir durante todo este periodo? Pues bien, a menos que para entonces sea capaz de revertir el tiempo o de construir portales a nuevas dimensiones, estará condenada a una muerte irremediable. ¿Crees que sobreviviremos hasta entonces? ¿O nuestra raza está condenada a desaparecer mucho antes?
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