La Escalera del Troll
Romsdal, una provincia de Noruega, es conocida por sus suelos pedregosos e inclinados. Posee parajes y sitios de difícil acceso, al punto que para poder llegar a ellos es necesario recurrir a transportes marítimos. En medio de aquél lugar hay una escarpada cordillera llamada Trollryggen (La Escalera del Troll) que actualmente es un atractivo turístico para muchos. Pero lo que no saben es que estas piedras calizas que adornan los peñascos tienen un origen mítico: los Trolls.
Cuenta la antigua leyenda nórdica que aquella noche los Trolls fueron invitados a un matrimonio que se celebraría a los pies de una montaña cerca de una cascada. La fecha de dicha gala llegó y todos los seres asistieron para disfrutar: frutas, carnes y ríos de hidromiel en abundancial para llenar los grandes estómagos de los invitados y música alegre para hacer mover los pies fue todo lo que se necesitó para convertir ese matrimonio en una gran fiesta.
Era tal alegría de los trolls, tal su entusiasmo de gozar y disfrutar de la boda que deseaban que la noche se hiciera eterna y que la luna siguiera brillando sin desaparecer. Sin embargo, el alba se acercaba a pasos agigantados, la fiesta ya llegaba a su fin, pero los trolls, embebidos en su celebración, no se daban cuenta de lo tarde de la madrugada.
La salida del sol
Fue tal ese despiste de los trolls sobre el tiempo que no notaron como las aves se despertaban y comenzaban a trinar, como las flores se abrían para recibir al astro luminoso, y cuando al fin lo notaron lo que fue una noche de alegría se convirtió en angustia y horror. Cuando presas del pánico se disponían a huir para refugiarse en sus cuevas la noche antes oscura se aclaró y el sol brilló cada vez más alto, poderoso, alumbrando el sitio del festejo.
A medida que los rayos del sol tocaban la piel de los trolls estos se convertían en piedra, dura y áspera. Muchos intentaron huir pero pocos lo lograron y los trolls que quedaron petrificados siguen ahí, como aquella inhóspita cordillera.
Fuentes:
Imagen: westcoastpeaks.com