Uno de los animales más extraños de la naturaleza, es la enigmática mantis religiosa, una criatura que se dedica a crecer durante todo un verano, para luego, ir a aparearse de manera muy peculiar, al punto en que llega a caer en un canibalismo erótico.
Sus brazos tienen una posición parecida a la de un monje místico y sus ojos parecen de alienígena. Existen cerca de 2.400 especies distintas. Ahora veremos varias curiosidades de la mantis religiosa, el insecto alienígena:
Parecen parejas tóxicas, pero es para es para el bien común
Resulta ser una toda una paradoja. Primero, llevan a cabo un ritual de cortejo bastante elegante y exótico, pero en el momento menos pensado, la hembra con un movimiento estupendo arranca la cabeza del macho. En seguida devora el cuerpo trozo a trozo, pero va copulando con las partes al mismo tiempo.
Sin embargo, no todas las especies de esta peculiar criatura son así, según Sydney Brannoch, experta en mantis y expositora del “Museo Cleveland de Historia Natural”. Se trataría sólo del 13 al 29% de los casos.
Pero no todo es tan cruel como parece
La naturaleza diera la impresión de ser despiadada, pero en realidad es tan sólo la pobre perspectiva del mal entendimiento humano. Así lo aseguran algunos científicos que publicaron un estudio en el año 2016, en el que se detalló el proceso por el cual la hembra mantis devora a sus machos, resaltando que el motivo fundamental es porque de ese modo extraen los aminoácidos necesarios para que su organismo se pueda reproducir.
Literalmente, es un sacrificio del macho mantis para crear su progenie. Uno creería que lo mejor para un macho es que tenga larga vida y diversas oportunidades de apareamiento, pero en realidad para este insecto, lo primordial es transmitir su genética a sus primogénitos, por eso incluso voluntariamente entregan su vida porque su naturaleza es esa.
Les encanta comer cerebros de aves
La mayoría de mantis religiosas se alimentan de su pareja macho, especialmente durante la temporada reproductiva. Pero también tienen otros platillos preferidos, mismos que van a buscar tan pronto tienen oportunidad. Les encanta devorarse pequeños animales y aves, dentro de las cuales el colibrí es su favorita.
Una investigación que se publicó en el Wilson Journal of Ornithology, en el año 2017, demostró que en 147, de 150 casos que analizaron, en 13 naciones distintas, las mantis religiosas prefieren ir detrás de los colibríes, pero también se alimentan de 24 tipos de aves diferentes.
Así como devoran a sus esposos, así también se comen a sus presas, aunque omitiendo el paso de la cópula. Comienzan masticando su cabeza y lo que más buscan, es que les salga el cerebro a las aves, pues les parece delicioso.
Sin duda alguna estos curiosos insectos son aguerridos depredadores, pero la pregunta crucial es: ¿podrían causar daño a los seres humanos? De acuerdo con los especialistas, las probabilidades son mínimas, teniendo en cuenta que no son animales venenosos, ni tampoco tienen alguna clase de ponzoña con la que piquen, además de que su boca es de pequeñas proporciones y no son transmisoras de ninguna enfermedad,
En pocas palabras, no representan ningún riesgo para las personas, aunque sí para los insectos, los colibríes, los geckos y otros tantos. Si por alguna razón una mantis mordiera el dedo de un humano, no causaría un daño de consideración, pues sus mandíbulas no poseen la fuerza necesaria para ello.
Visión 3D y olfato mágico
Son tan sensitivas, que pueden detectar cuando un murciélago se acerca. En el momento de su vuelo, sabe camuflar muy bien sus alas y quedan casi invisibles, a no ser de que estén rígidas para atacar a sus presas. Así como los murciélagos, las mantis religiosas pueden captar las frecuencias de ultrasonido, facultad que les facilita enormemente la cacería.
Por si fuera poco, poseen un órgano parecido a un oído, pero localizado en la zona central del pecho y con el mismo, son capaces de percibir sonidos de más de 20 mil hercios, algo muy agudo para el oído humano. Son tan mágicas y poderosas, que pueden desviar las ondas sonoras que emiten los murciélagos, empleando una espiral descendente para atrapar sus presas y de ese modo, robárselas.
Están tan bien dotadas, que sus ojos, a diferencia de los demás insectos e incluso animales mamíferos, pueden ver en tercera dimensión, aunque muy distinto a como lo hacemos los humanos. La comunidad científica ha anunciado que se efecturán más estudios que revelarán otras curiosidades que hasta el momento no se han descubierto, pues hasta ahora, las mantis religiosas prácticamente son un misterio.
Imagen: pixabay.com