Trimethylaminuria, u olor a pescado, es la primera enfermedad de nuestra lista
Dolencias
Hemos dedicado algo de espacio en estas páginas a hablar sobre enfermedades poco comunes, que convierten a los hombres en monstruos, los condenan a una irremediable muerte o terminan por privarlos de su consciencia. Por lo general, todas tienen en común el ser bastante malignas, imposibles de curar y ante todo, por despojar a los hombres de su humanidad.
Esta lista será diferente. Aquí nos centraremos en enfermedades que rayan en el absurdo, con consecuencias que pueden ser serias o no pero que en cualquier caso resultan completa y absolutamente extrañas.
No siendo más, comencemos:
La enfermedad del olor a pescado
Conocida como Trimethylaminuria, esta dolencia consiste en un raro desorden metabólico que impide a las personas descomponer la trimetilamina por defectos en una enzima. La sustancia, que es segregada en el estómago por algunas bacterias, termina siendo expulsada por el sudor, la orina y otros fluidos corporales.
Y adivinaron bien. No tiene un olor nada agradable.
Esto ha llevado a que la enfermedad sea conocida como “Olor a Pescado”. Aunque no tiene ninguna consecuencia – además del olor a pescado – sí que puede generar problemas psicológicos en las personas que la sufren. La buena noticia es que controlando la ingesta de colina, un nutriente esencial presente ante todo en la proteína animal.
Síndrome de excitación genital persistente
Documentado por primera vez en el año 2001, este es un Síndrome que genera excitación en la zona genital de manera espontánea, sin que medie estímulo sexual o sentimiento alguno de atracción. Sus causas por ahora son completamente desconocidas.
No hay que confundir este síndrome con aquel denominado hipersexualidad (más conocido como ninfomanía). Quienes sufren del Síndrome de Excitación Genital Persistente no tienen control alguno sobre su deseo y no necesariamente lo vinculan con relaciones sexuales con terceras personas. La excitación puede aparecer en un momento dado, llevando a orgasmos involuntarios que liberan la tensión antes de que el ciclo vuelva a repetirse.
Aunque pueda sonar divertida, esta dolencia es bastante seria. Los síntomas de excitación llegan a ser dolorosos y las personas pierden la noción de placer al dejar de disfrutar el orgasmo, que vinculan ahora con un simple alivio del dolor. Muchos terminan por rechazar el sexo (que empiezan a sentir doloroso) y en algunos casos ha llevado a la depresión e incluso al suicidio.
Porfiria, la enfermedad de los vampiros
¿Quién teme a la luz diurna y sufre una alergia crónica al ajo? Sí, los vampiros… y también las personas con algunos tipos de Porfiria, una rara enfermedad caracterizada por la fotosensibilidad.
La Porfiria engloba varios tipos de desórdenes metabólicos, normalmente hereditarios, vinculados a fallos en las enzimas encargadas de sintetizar al grupo hemo (que incluye la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno). Solo algunas variedades particularmente severas muestran sintomatología.
En general, la enfermedad se presenta en muy pocas personas y los casos críticos son muy contados. Sin embargo, y como en el caso de los vampiros, aquellos que la sufren tienden a presentar reacciones serias si se ven sometidos a luz solar, en particular enrojecimiento y comezón (aunque haya sido por pocos minutos) y en los casos más dramáticos ampollas. Otros suelen ser alérgicos al ajo.
Como dato curioso, presenta una cantidad anormal de casos en Suecia donde cerca de 1 de cada 1.000 personas ha sido diagnosticada con una variedad de Porfiria conocida precisamente como “Porfiria Sueca”.
Sangre azul
Y no, no estamos hablando de la tradicional expresión “es de sangre azul” que indica que la persona pertenece a la realeza de algún país, pues de hecho estos reyes, reinas y princesas tienen la sangre como cualquiera de nosotros. Se trata de personas que, literalmente, desarrollan sangre azul… y con ella, piel azul.
La dolencia se conoce como Metemoglobinemia y ocurre por un exceso de metemoglobina en la sangre. La metemoglobina es un tipo de hemoglobina (proteína encargada del transporte del oxígeno) que no funciona nada bien y en las personas normales corresponde a menos del 1% de la hemoglobina total. Sin embargo, en aquellos con predisposiciones genéticas esta presencia puede aumentar hasta niveles que incluso llevarían a la muerte.
En general, se sabe que una persona con más de un 20% de metemoglobina en la sangre está condenada, pues el oxígeno no llegará a las partes vitales. Así mismo, una persona con un 10% o poco menos no presentará problema alguno, y seguramente jamás se detecte su condición.
Pero aquellos que nacen con entre un 10 y un 20% de metemoglobina suelen desarrollar sangre azulada y piel del mismo color sin que los altos niveles de la sustancia les causen problemas. Es particularmente famoso el caso de una familia de Kentucky cuyo hijo, nacido en 1975, era de color “azul índigo”.
En la actualidad son muy pocas las personas que cargan con esta enfermedad, y quienes lo hacen suelen presentar casos muy leves. Al ser un gen recesivo, se expresa de manera muy ocasional y sólo cuando dos personas con el mismo problema tienen descendencia.
Aquí termina la primera parte de nuestra lista. Esperen en un próximo capítulo nuestras 4 dolencias siguientes.
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Fuente de imágenes: 1: cinabrio.over-blog.es, 2: investigacionyciencia.es, 3: alienaciones.blogspot.com.co, 4: youtube.com