Zika
Ya le dedicamos un artículo al surgimiento del virus del Zika, algo que muchos consideran más que sospechoso por las circunstancias en las que aparece (transmitido por el mismo mosquito que trasmite el aún más sospechoso chikungunya). Considerado al principio como una epidemia seria, pero menos grave que el Chikungunya, el Zika pronto comenzó a ascender en la escala de peligro por su supuestos vínculos con la enfermedad de Guillán Barrén y, pero aún, por sus vínculos con la microcefalia en fetos.
Según varios estudios y la evidencia disponible (sobre todo en Brasil), las mujeres embarazadas que se contagien del virus en las primeras etapas del embarazo correrán con el riesgo de que sus hijos tengan microcefalia, es decir, que nazcan con un cráneo de tamaño pequeño y con problemas de salud que seguramente impedirán que pueda tener una vida normal (hablamos en este artículo de un bebé conocido como Jason Strong que tenía este problema)
El asunto ha llegado al nivel de que las autoridades de varios países (incluidos Brasil y Colombia) han aconsejado a las parejas que están interesadas en tener un hijo que pospongan la decisión si están en una zona que podría ser afectada por la epidemia (las zonas afectadas se dan, ante todo, por la presencia del mosquito, que sobrevive únicamente en regiones cálidas). En el caso de las mujeres embarazadas que planean viajar a esas zonas, algunas aerolíneas incluso han ofrecido la devolución de los tiquetes sin ningún tipo de compromiso.
Pero, ¿es realmente el Zika el causante de las malformaciones? De acuerdo con varias fuentes que se han viralizado recientemente en las redes sociales, el virus no sería la causa de estos problemas, o al menos no la causa directa. Veamos:
Monsanto
Si, Monsanto. La que suele ser reconocida como la empresa más malvada del mundo también habría dejado su impronta en este escenario.
De acuerdo con las fuentes mencionadas, la causa de la microcefalia no sería el virus del Zika (o la infección por el mismo) sino que estaría asociada con un grupo de sustancias llamadas piretroides: insecticidas que se arrojarían al agua con el objetivo de prevenir el crecimiento de las larvas del mosquito Aedes que transmite la enfermedad.
La denuncia la hizo el médico argentino Jorge Yabkowski, presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) y miembro de la Red Universitaria de Ambiente y Salud. El galeno aseguró que las sustancias tienen efectos desconocidos en las fuentes de agua y que ni siquiera se tiene la certeza de que cumplan su función de limitar el crecimiento de las larvas, por lo que su uso debería suspenderse de inmediato.
Pero, aún más grave, Yabkowski aseguró que existen evidencias que podrían indicar nexos entre la sustancia y los casos de microcefalia que habrían sido atribuidos erróneamente al Zika. La confusión es natural, pues las zonas donde se aplican estas sustancias serían las mismas afectadas por el virus.
Detrás de la producción de estos insecticidas se encuentra, cómo no, Monsanto. La multinacional habría sido la creadora del producto y su lobby seguramente tenga que ver con la aplicación del mismo en regiones sin tener certeza de sus efectos en la población e incluso, sin saber a ciencia cierta si funciona.
Por ahora la polémica sigue y mientras que algunos defienden a Yabkowski, otros consideran que sus teorías no tienen mucho sustento. En cualquier caso, queda por ver si en Colombia (país que ha aplicado pocos insecticidas de este tipo) comienzan a aparecer casos de microcefalia en abril o mayo: esto podría indicarnos qué tan acertada fue la postura del galeno.
Por otra parte, no sobra olvidar que fueron fungicidas de Monsanto los culpables de gran parte de las muertes de abejas durante la década pasada y que la empresa negó hasta el último momento su vinculación con el suceso. Aunque esto no pruebe nada, si nos indica de lo que son capaces los grandes intereses económicos.
Fuente de imágenes: 1: telesurtv.net, 2: laizquierdadiario.com
