Cada vez es más frecuente encontrar niños con problemas de sobrepeso u obesidad (obesidad infantil). Aspectos que marcan de manera importante la autoestima, la confianza y el valor que se tienen frente a sí mismos o frente a los demás.
La obesidad en los niños
Generalmente los niños llegan a consulta cuando sucede algo emocionalmente triste: son objeto de matoneo escolar, o bullying, o se han burlado de ellos en la escuela o en el colegio, los humillan con algún apodo alusivo a su cuerpo, o cuando no pueden participar igual que sus compañeros en eventos deportivos, entre varias de las razones
¿Cómo determinar si mi hijo tiene sobrepeso u obesidad?
Los médicos son quienes deben realizar el examen y emitir el diagnóstico con respecto a si el niño o niña tiene sobrepeso. Ellos miden patrones de talla, edad y crecimiento para ello y determinan si el peso está o no en un rango saludable, de acuerdo con su altura, masa corporal IMC, el género y otras medidas.
En casa caso ellos deciden el tratamiento o dieta más adecuados. Cuando se presentan comportamientos como aislamiento, depresión, respuestas negativas a otras actividades, baja autoestima, sufrimiento, excesos o privaciones en los alimentos, también es recomendable consultarlos para crear nuevos hábitos y trabajar en estos comportamientos.
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos frente a la obesidad o el sobrepeso?
Ser solidarios. Cuando nuestros hijos tienen cualquier problema, el papel de los padres es darlo que ellos necesitan. Apoyarlos, aceptarlos, animarlos y alentarlos a superar la dificultad con comprensión. Esto es imprescindible para empezar a buscar una solución definitiva.
Evitar usar la comida como premio o como castigo. En algunos hogares se acostumbra a premiar con un helado o con un dulce el comportamiento de los niños, lo cual los lleva a pensar que estos alimentos son más valiosos que los demás.
Enseñarlos a tener buenos hábitos de alimentación y una buena actitud a la hora de comer, a manejar los horarios, a elegir sus alimentos, a apagar los celulares o el televisor mientras se come en familia.
Evitar la grasa y las comidas chatarra. Inventa preparaciones llamativas en su presentación o en sus colores.
Llevarlos a escuelas deportivas, caminatas o ciclovias. Se trata de incorporar la actividad física en sus vidas.
Preparar meriendas saludables y nutritivas sin privarlos de golosinas
Los niños con sobrepeso pueden sentirse incómodos por participar en ciertas actividades, en este caso es importante encontrar actividades físicas que disfruten, que no sean motivo de vergüenza o demasiado difíciles para ellos.
¿Por qué los niños se vuelven obesos?
Existen varios factores que influyen en el desarrollo de esta condición. Los genéticos son una variable determinante.
A esto puede sumarse la falta de actividad física y el sedentarismo, que se vuelve más crítico porque va ligado l tiempo destinado a actividades como el computador y los juegos pasivos de pantalla que han venido reemplazando a la actividad física, a los deportes de movimiento físico.
Los malos hábitos alimenticios que con frecuencia envuelven a toda la familia, favorecen también en gran medida el desarrollo de la obesidad.
Por: Katiuska Vera
Sicóloga clínica
482 1227 Bogotá