Uno de los mayores misterios de la vida, es el mismo ser humano. Suceden muchas cosas y excentricidades alrededor de una persona, sobre todo de aquellos que han nacido en condiciones extrañas, como por ejemplo, aquellos que nacen con el cuerpo de un hombre pero se sienten mujeres por dentro o viceversa. Este es el caso de “una persona que no es ni hombre ni mujer”.
Un grave trastorno de la personalidad
El protagonista de esta historia, ha debido luchar bastante para poder obtener una identidad sexual, lo cual le ha representado mucha incertidumbre, condenación y confusión. Su nombre es Jamie Shupe y llegó a convertirse en el primer estadounidense que fue reconocido de manera oficial, por no ser varón ni tampoco hembra, sino desclasificado dentro de lo que han denominado como género binario.
Cuando Shupe nació, en Maryland, Estados Unidos, los médicos dictaminaron que se trataba de un varón. Cuando creció, se ofreció como voluntario al ejército, pero siempre lo acompañó un sentimiento de gran inconformidad con toda la sociedad y no se hallaba en ninguna parte. A la edad de 49 años, contrajo nupcias con Sandy, una mujer con quien engendró una niña. No obstante, ese nacimiento le provocó emociones encontradas y una creciente inseguridad sobre sí mismo.
Ya entrado en los 50, estaba totalmente desesperado por no saber si era hombre y comenzó a expresarse como una mujer. Incluso, comenzó a ingerir estrógenos y otras hormonas para cambiar decididamente de género. “Imaginé que era una mujer transgénero, pensaba que no era un hombre”, confesó abiertamente, pero el problema no terminó ahí.
Las pastillas de estrógenos ocasionaron que le crecieran senos, que su voz dejara de ser gruesa y que sus sentimientos se volvieran aún más delicados, pues pasaba días llorando por su terrible conmoción interior de no poder hallarse ni como masculino ni como femenino, y al ver que sus esperanzas estaban puestas en su transformación femenina, pero que ni aun así alcanzó el estado de plenitud, por un momento contempló la posibilidad del suicidio.
Consumió estrógenos para volverse mujer pero tampoco le gustó
Por su parte, su cónyuge se mostró siempre comprensiva, pero el tratamiento con hormonas femeninas no le dio resultados satisfactorios a Shupe. Tampoco se sentía bien con su cuerpo, ni mucho menos con su mundo interior. “No existe hormona alguna, que se capaz de hacerme sentir como una mujer”, manifestaba con gran desesperación existencial. Entonces, optó por la ayuda profesional y no la halló precisamente con un psicólogo, sino con un abogado: Lake Perriguey.
Lo que más lo aquejaba era definir su identidad legalmente, por lo que se enfocó en ello con persistencia hasta que le fue concedido ser catalogado como un ser humano no binario, en el condado de Multnomah, de ese país. Cambió su nombre por Lily Wachowski y desde ese momento se sintió mucho mejor.
En el país norteamericano se han reportado diversas personas manifestando la misma situación, que no saben identificar su género y el caso de Shupe, las ha motivado a luchar por pertenecer también a esa clasificación de individuos fuera del género binario, que no quieren ser ni hombres, ni tampoco mujeres.
Imagen: losreplicantes.com