La prisión de Coiba
De acuerdo a algunas creencias, es natural que los sitios que han servido como escenario de muerte y dolor de cientos de personas sean recintos donde los fenómenos paranormales tiendan a ser frecuentes, ya que las almas de las víctimas y los victimarios quedan atrapados para siempre, viviendo una y otra vez, le terrible situación que terminó con sus vidas.
En este sentido, hospitales, centros de salud mental y las cárceles o centros de tortura son algunos de los lugares que para muchos son el lugar perfecto para poder registrar manifestaciones de tipo fantasmal, donde ciertas entidades penarían atormentadas, atrapadas en un plano dimensional que no les permite continuar el camino de su evolución espiritual.
Un ejemplo de esto puede ser lo que ocurre en una antiguo y abandonado sitio de reclusión, ubicado en la isla de Coiba, en Panamá, donde según algunos testimonios, incluso al día de hoy se pueden presenciar cientos de fenómenos paranormales que podrían helarle la sangre al más valiente.
La prisión, conocida como la cárcel de Coiba, fue desde su fundación en 1919, un centro de aislamiento, utilizado para albergar en sus instalaciones a los criminales más peligrosos de ese país. No obstante, la historia de este recinto, vivió sus épocas más oscuras, a raíz de la dictadura de Manuel Antonio Noriega, época durante la cual sirvió para recibir y apresar a los opositores políticos de este régimen militar.
Según cuentan las fuentes históricas panameñas, “Los desaparecidos” como eran llamados los llevados a este sitio por su postura contra Noriega, ya que de ahí no regresaban nunca, eran sometidos a grandes torturas, antes de terminar sus días, y se enterrados en fosas comunes o usados para alimentas a la gran población de tiburones, que rodea este tenebroso lugar.
Fantasmas de la cárcel
Desde entonces, las historias sobre extrañas experiencias y entidades pueblan la Isla. Según testimonio de algunos privados de libertad que pagaron condena en ella, y sobrevivieron, en la cárcel de Coiba, se pueden escuchar llantos, ruidos de cadenas, gritos y todas clases de lamentos inexplicables, traducidos en un verdadero tormento, para quien haya tenido que habitar alguno de sus 30 campamentos, distribuidos a lo largo de la formación lacustre.
De acuerdo a una leyenda popular, en una ocasión un convicto de Coiba juntó todos sus esfuerzos en fabricarse una pequeña embarcación, lanzándose al mar, lleno de tiburones y fuertes corrientes, dispuesto a escapar. Al ser interrogado –cuenta la leyenda- sorprendió al mundo con su confesión: el hombre no trataba de huir para recuperar su libertad y librarse de su pena, sino porque no podía soportar el miedo que le provocaban a diario las continúas apariciones y entidades que habitan el lugar.
Otro caso muy citado en la imaginería popular en referencia a esta cárcel es la historia de un guardia de seguridad que optó por el suicidio al no poder soportar la visión que tuvo, cuando después de una larga persecución, dio alcance a lo que muchos testigos aseguran no era un preso, sino una espeluznante entidad, que jugó con la mente del funcionario. Pasados unos meses de incidente –según los testimonios- el guardia no soportó más vivir con el recuerdo de lo que vio aquel día en la cárcel de Coiba.
El sitio fue cerrado en 2004, cuando los 3.000 convictos recluidos en sus instalaciones fueron trasladados a otras prisiones. Desde entonces, la cárcel está totalmente abandonada, debido al miedo que inspira en toda la población, siendo devoradas poco a poco, por la selva, las pocas ruinas y tumbas, que persisten de este centro de tormento y dolor, en medio del mar.
¿Conoces otra cárcel donde su población sea aterrorizada por entidades fantasmales? Compártela con nosotros.
Fuente de imágenes: matthiasknecht.info