Los dos personajes de Gran Bretaña que marcaron las últimas dos décadas del siglo pasado, en especial por sus terribles finales, resultaron teniendo todo un rollo íntimo, que supieron ocultar bien de los medios, con el fin de evitar polémicas.

Ambos tenían una personalidad fogosa y alegre, por eso se sentían tan bien en la compañía del otro. La princesa Diana se empeñó en luchas por los derechos LGBT y a los enfermos de VIH.

Algunos fans creen que por eso su amistad era tan fuerte, ya que la princesa de Gales mostró mucha compasión por las personas con dicha enfermedad y Mercury resultó también contrayéndola y según los datos oficiales, de ello falleció.

La ironía de la corona

La banda se llamó Queen, en honor a la reina Isabel II, pero el líder y vocalista de la agrupación resultó siendo uno de los mejores amigos de una de las personas que más causaba el juicio y el rechazo de la monarca, quien siempre manifestó ser detractora de su nuera Lady Di.

Fue gracias a la actriz Cleo Rocos, una de las mejores amigas de Mercury, que se pudo saber todo esto. Según ella, en medio de la desesperación que tenía la princesa de Gales por su matrimonio tóxico con el príncipe Carlos, decidió pasar una noche loca con Freddie, donde desinhibieron su personalidad, afirma Rocos, quien además narra que lo hicieron de manera muy inteligente, para poder evadir esa inmensa cantidad de ojos puestos en ellos.

De acuerdo con lo narrado por Cleo Rocos, esa noche de locura aconteció en el año 1988. Era todo un grupo de amigos, conformado por Freddie, Lady Di, Kenny Everett y Cleo. En esa ocasión se reunieron para beber unos tragos y ver series de televisión que amaba la princesa, como el “Show de los años dorados”.

Lady Di tenía solo 27 años en aquel entonces y todo se fue tornando picante, relata la actriz británica. Querían hacer algo más loco y excitante, así que Freddie propuso ir a un club nocturno LGBT, pero la princesa debió disfrazarse con gafas de sol, una gran chaqueta con capota y otros elementos que la hacían irreconocible.

Se divirtieron como nunca, bailando, bebiendo, etc, dice Cleo que por cerca de media hora muy intensa. Sin embargo, por las debidas precauciones de seguridad y teniendo en cuenta que Diana estaba escapada de la seguridad de la realeza, todo tuvo que ser muy rápido. Al final, la aristócrata tomó un taxi y se dirigió hacia su hogar, el palacio Kensington.

Luego de esa emocionante experiencia, el famoso vocalista de Queen y la princesa Diana siguieron frecuentándose en secreto, pero todo terminó en 1991, con el deceso de Mercury. Desde esa época, Lady Di decidió convertirse en la cabeza líder de la “organización solidaria National AIDS Trust”, en pro de los infectados del virus.

Su inclinación a las amistades y proyectos LGBT

En el año 1987, comenzó con esa vocación de ayuda hacia la población LGBT, posicionándose como una figura y un ícono de ese movimiento. En aquel año inauguró un centro médico cuya misión era atender pacientes con SIDA.

En el año 1997, Lady Di también partió de este mundo, en un polémico y cuestionado accidente de tránsito. Siempre ha sido recordada por su personalidad tan descomplicada y rebelde, pues fue evidente su rebelión a los protocolos propios de la familia de la corona inglesa.

La mayoría de sus amistades eran personas que mantenían relaciones con el mismo género, como Freddie Mercury, George Michael; Gianni Versace, el reconocido diseñador; su mayordomo de confianza Paul Burrell; Kenny Everett, comediante británico, entre otros.

Al principio Freddy Merurie no la quería dejar ir con ellos, puesto que ese bar tenía fama de escándalos y peleas cada fin de semana. Pero ante los ruegos de la princesa, la respuesta de Mercury fue: “dejemos que la chica se divierta”.

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