Antes de abordar el mecanismo de la sustitución léxica, quizás sea necesario abordar algunos aspectos estudiados dentro de la disciplina del Análisis del Discurso, como lo son la coherencia y la cohesión, entidades encargadas de velar por que el contenido y las ideas de un texto, tanto oral como escrito sean correctamente expresadas por el hablante, y entendidas a cabalidad por su interlocutor.
Coherencia y Cohesión
En este sentido, entonces la Gramática distinguirá en estas cualidades, la capacidad comunicativa de un texto, el cual será medido en la capacidad de funcionar de forma unitaria, precisa y eficiente en cuanto a exponer una idea, y lograr su comunicación y entendimiento por parte del hablante. Así las cosas, en primera instancia, la Coherencia puede ser definida como aquella entidad que vela porque cada uno de los párrafos de un texto, aun cuando aborden aspectos diferentes sobre un mismo tema, permanezcan unidos en base a una idea central, la cual se va desarrollando paulatinamente a lo largo de todo el texto.
Por su parte, la cohesión tiene que ver un poco más con la relación lógica y ordenada que se establece entre las distintas oraciones que conforman un párrafo, resguardando entonces que cada una de este conjunto de ideas, comprendidas entre una mayúscula y un punto y aparte, se expresen con un orden y una jerarquía apropiadas, de forma que se inserte de forma adecuada también dentro del mecanismo de coherencia del texto. De esta forma, ambas entidades garantizarían el desarrollo correcto del texto, llevándolo seguro hasta el puerto final de la decodificación y el entendimiento.
Definición de sustitución léxica
En este orden de ideas, el hablante se encontrará frente a la necesidad de hacer uso continuo de estrategias comunicativas y recursos gramaticales, que le permitan velar constantemente por la coherencia y la cohesión del texto. Uno de estos mecanismos en la Sustitución Léxica, procedimiento totalmente vinculado con la entidad de la cohesión, y que consiste básicamente con el uso premeditado de palabras o explicaciones equivalentes a otras, ya pronunciadas, a fin de evitar repeticiones innecesarias, que lejos de afectar la estética del discurso, pueden causar ruido y confusiones, alterando entonces el fin último de todo acto comunicativo: la comprensión por parte del interlocutor.
Tipos de sustitución léxica
Aun cuando existen al menos nueve distintas categorías de palabras, por lo general, la sustitución léxica es un procedimiento gramatical que se hace en torno a los sustantivos. Es decir, que regularmente, dentro del discurso lo que van siendo sustituidos son los distintos vocablos que designan objetos, personas o lugares, los cuales son nombrados de forma distinta por medio de sinónimos, aun cuando también se puede ejercer el mismo procedimiento ante verbos, adjetivos y en algunos casos rente a determinados pronombres.
Sin embargo, la relación sinonímica entre estos vocablos se da de distintas formas, generando entonces las diferentes formas de sustitución léxicas reconocidas. Resulta entonces pertinente explicar brevemente en qué consiste cada una de ellas. A continuación, los distintos tipos de sustitución léxica:
Por sinónimos
Aquella en donde se usan palabras equivalentes en significado, para sustituir dentro del desarrollo del párrafo partículas gramaticales, como sustantivos, adjetivos o verbos, que puedan resultar repetitivos a lo largo del texto. Un ejemplo de esto puede ser el siguiente:
Ayer fui a ver la casa, en realidad me pareció una vivienda sumamente amplia, ideal para que los niños tengan un hogar en donde desplazarse con tranquilidad.
En este caso, las palabras “casa”, “vivienda” y “hogar” se usan como sustantivos equivalentes, es decir como sinónimos.
Por hiperónimo
Así mismo, se puede realizar sustitución léxica por hipernónimos, los cuales son definidos como términos que pueden incluir, en base a la relación de sinónimos, otros términos dentro de su significado. Por ejemplo:
Los perros no deben mezclarse con los gatos. Cada uno de estos animales debe estar en su lugar respectivo, para brindarle una mejor atención.
En este caso, la palabra “animal” sirve como hiperónimo de los sustantivos “perros” y “gatos”.
Por hipónimos
Igualmente, puede darse el caso contrario, que la palabra por la cual se realiza la sustitución léxica incluya dentro de ella, a través de una relación de sinónimos, otros términos, como por ejemplo:
Me encantaron los muebles. La mesa y las sillas son de un diseño hermoso.
En este caso, los vocablos “mesa” y “sillas” sustituyen a la palabra “muebles”.
Por sustantivo común
También se puede dar el caso de tener que usar un sustantivo común, para sustituir otro, a fin de evitar repeticiones que afecten la redacción y cohesión del párrafo, como por ejemplo:
El futbolista tuvo total control del balón durante todo el partido. Sus contrincantes jamás pudieron acercarse a la pelota.
En este caso, el sustantivo “balón”, es sustituido por el sustantivo “pelota”, evitando tener que usar el mismo vocablo dos veces.
Por un sustantivo propio
También se puede dar el caso en el cual la sustitución se hace usando un sustantivo o nombre propio, para evitar repetir un sustantivo común. Por ejemplo:
Desde el comienzo, Gabriel García Márquez sabía que su novela sería un éxito. Sin equivocarse, Cien Años de Soledad constituyó un éxito en ventas inmediato.
En este caso el nombre de la obra, viene a sustituir el sustantivo “novela”.
Por paráfrasis
Cuando se sustituye una palabra, usando en cambio su definición o explicación, como lo que sucede en el siguiente ejemplo:
Se debe evitar que el paciente llegue a la metástasis. Es mucho más difícil luchar contra la propagación del cáncer a los distintos órganos del cuerpo.
En este caso específico, la paráfrasis “la propagación del cáncer a los distintos órganos del cuerpo” es usada para sustituir al sustantivo común “cáncer”.
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