Mucho antes de que Niel Amstrong pisara la luna en 1969, o inclusive Yuri Gagarín en 1961, varios científicos y escritores hablaban de los habitantes que pueblan la luna y durante décadas se llevaba tratando el tema. A esos presuntos moradores del satélite natural, se les denominaba generalmente “los selenitas”. Actualmente han aumentado de forma considerable, las teorías que coinciden en que existen seres inteligentes allá arriba. Presentamos: “La verdad de los habitantes de la luna”:
Una antigua sospecha
Julio Verne, reconocido escritor del siglo XX, cuya obra más famosa fue “Viaje al centro de la Tierra”, pero también “Dela Tierra a la Luna”. En esa obra narra un imaginario viaje a ese astro y la existencia de seres extraños que se enfrentaban a muerte con los visitantes terrícolas. Otro autor llamado H.G. Well, escribió un libro intitulado “El Primer hombre en la Luna” y describe a los moradores lunares como una especie de insectos con inteligencia, con todo un sistema social de castas.
Con el tiempo, el cine también adoptó estos argumentos y desde el principio, en 1902. En aquella época se estrenó una producción llamada “Le Voyage dans la Lune”, de Georges Méliès, basada en las obras de Verne, contextualizada por las batallas de los viajeros terrestres con esas criaturas lunares.
De otra parte, se tienen documentos y escritos desde el siglo XVIII y toda una serie de versiones desde entonces, que aseveran haber divisado construcciones en la superficie de la luna. Para una muestra, el diario New York Sun, en una publicación que intituló: “Descubrimientos Celestiales”, advirtió que el descubridor del planeta Urano, John Herschel, tenía un portentoso telescopio y con éste, habría podido ver unos seres mitad hombre, mitad murciélagos viviendo en el satélite natural.
Con el telescopio de Herschel se pudieron descubrir algunos volcanes y lugares sorprendentes tanto en la tierra, como en los astros vecinos. Eran tan sorprendentes las pruebas que ofrecía este astrónomo, que no sólo el diario New York Sun realizó un artículo, sino varios, los cuales iban nutridos con específicas descripciones del terreno lunar, como enormes lagos, playas, océanos, bosques y los impresionantes cráteres.
Por si fuera poco, decía con plena seguridad que por las llanuras se veían unos unicornios de color azul y que en las playas, permanecían unos anfibios muy peculiares de forma esferoidal. En síntesis, según Hescher y lo que pudo apreciar con su buen telescopio, la luna estaría llena de animales de numerosas especies. Al poco tiempo, diversas fuentes acusaron al diario de ser cómplice de un engaño masivo y debido al escándalo y polémica que se suscitaron, tuvo que fusionarse con el “New York World Telegram”.
La luna habría sido un planeta gigante
El gran físico, astrónomo y cosmólogo Johannes Kepler, en el siglo XVII, creía fervientemente que los cráteres lunares que se ven desde la Tierra, habían sido realizados por los habitantes de ese astro. Diversas personas en el mundo, durante toda la vida, han asegurado que cuando se quedan viendo la luna fijamente, suelen ver cosas extrañas, movimientos, sombras, objetos voladores que salen de esta, etc.
Son numerosos los estudiosos de la luna; otro de ellos fue William H. Pickering, denominado como “el primer selenógrafo del continente americano”, de los pioneros del tema en el mundo. Creía que existía todo un sistema atmosférico lunar, que obviamente no era tan potente como el de la Tierra, pero sí una diezmilésima parte. La base de Pickering radica en una franja oscura que figura en una imagen captada de una perspectiva de ocultación de Júpiter, efectuado en un observatorio perteneciente a la Universidad de Harvard en Perú.
Algunos esoteristas explican que en realidad la Tierra era el satélite natural de la Luna, que hace millones de años era un planeta como el nuestro, sólo que más gigante y con más humanos, llamado Selene. Pero como todos los mundos del espacio infinito: nace, crece, envejece y muere. De tal modo que hoy ya es un cadáver de planeta. Los habitantes selenitas estarían constituidos en el tiempo, por siete razas de humanidades y según ocultistas como Blavatzky o Aun Weor, la primera raza de selenitas fue de humanos gigantes, como ha sido en la Tierra y los demás planetas del sistema solar. También enseñaron que a nuestros días, aún había una clase de creaturas habitantes de aquel cadáver blanquecino, aunque en número reducido.
Hay otras vertientes más modernas y recientes, que han llegado a aseverar que la luna es una nave espacial espía y que desde allí, unos seres de origen reptiloide nos vigila y nos controla. Sin embargo, nada de esto se ha podido comprobar a cabalidad y desde el primer momento en que mundialmente se supo de las intenciones del hombre por investigar personalmente la luna, se han venido comprobando toda una serie de engaños y desinformaciones, pues el mismo desaparecido director cineasta Stanley Kubrick, antes de ser asesinado reveló que el video del Apolo 11 fue todo un montaje que él mismo realizó por órdenes del gobierno estadounidense.
Imágenes: wikipedia.org (all)