Terribles sequías se han registrado en los últimos tiempos, al igual que oleadas de calor intenso y los medios de comunicación han venido mostrando algunas partes de la Antártida y los distintos nevados deshelándose. La ONU y la comunidad internacional han señalado un solo culpable: el ser humano. Pero contradictoriamente, a partir del año 2014 empezaron a presentarse temperaturas frías impresionantes, sobre todo en las zonas más cercanas a los polos. En 2017, Siberia llegó a los -60 grados centígrados y Estados Unidos fue azotado por un ciclón bomba de frío, que incluso congeló las playas de la Florida. En esta oportunidad veremos: “La verdadera historia del calentamiento global”:
Más de 12 mil científicos concuerdan con que la verdadera causa del cambio climático se halla en el espacio, pues el sol muestra unos síntomas muy particulares que parecen estar relacionados directamente con el clima terrestre. Debido a los ciclos de la estrella de nuestro sistema solar, en el planeta cada cierto tiempo se experimenta una era glacial. Ya han trascurrido 12 mil años aproximadamente, desde la última de las glaciaciones.
En concreto, diversas investigaciones afirman que el calentamiento global que se experimentó por unos años, es el proceso previo de la edad de hielo que se aproxima y que ya ha comenzado. Algunos ilustres científicos como Zhen-Shan, analista de los cambios de temperatura, así como Rauf Galiulin y Vladimir Bashkin, miembros del “Basic Biological Problems, Russian Academy of Sciences”, auguran que en el año 2030, los hielos habrán invadido el globo terráqueo. Muy similar a la película “El día después del mañana”.
La presunta farsa del calentamiento global
Este tema no sólo ha llamado la atención de expertos climatológicos, sino además a todos los investigadores de conspiraciones mundiales, mismos que aseveran haberse percatado de un gran engaño masivo en cuanto la verdadera situación atmosférica que afrontamos y que se avecina, haciendo creer a la población de todas las naciones que la Tierra estaba cada vez más caliente y todo debido a la acción del hombre. Y aunque bien, esta es una causa, no es de las primordiales según los ponentes de la glaciación, pues así no existieran vehículos y fábricas, la Tierra debe pasar por estos ciclos.
Naciones Unidas y las principales potencias del mundo, acordaron hace unos años que cada país debía pagar un impuesto por el calentamiento global, cuyo monto es bastante cuantioso y significativo y obviamente, tales recursos salen del erario público; lamentablemente, las inversiones de estas enormes cantidades no se ven y por el contrario, han dejado mucho qué pensar. Los principales medios de comunicación enfatizan esta idea desde que Al Gore, político estadounidense, publicó su documental “Una verdad incómoda”, en el cual se persuade al espectador de un supuesto calentamiento global que dejaría seco al planeta y coincidía por aquellos días con fuertes olas de calor.
Empero, la gran mayoría de profesionales en la materia, están completamente en desacuerdo y están plenamente convencidos de que el enfriamiento terrestre se está produciendo aceleradamente y que los hielos de la Antártida se multiplican, en vez de extinguirse. Algunas imágenes de video han sido captadas de grandes icebergs derritiéndose, pero de acuerdo con el doctor Vladimir Bashkin, eso fue un fenómeno temporal y sólo en pocos lugares, síntoma indiscutible del advenimiento de una nueva glaciación. «Al interrumpir una enorme corriente marina, la fusión o derretimiento del hielo del Mar Ártico puede desencadenar un grave descenso de las temperaturas de Europa y Norteamérica. El futuro de la Tierra promete ser afectado por un nuevo período glaciario que, según muestran los cálculos físico-matemáticos, será aún más severo que el del pasado…», añadió el científico ruso.
Las profecías
Algo que sorprende, es que mucho antes de que comenzaran los eventos fenomenológicos y que la Ciencia oficial empezara a prestar atención a esto, culturas milenarias y esoteristas de alto prestigio, vaticinaron el congelamiento masivo de la Tierra y todo lo que en ella mora. Por ejemplo, los mayas afirmaban que esto acontecería entrando en el Katún 13, por el año 2043. Helena Blavatzky, reconocida ocultista rusa, dijo claramente: “los Diluvios Periódicos y los Períodos Glaciales se deben a la perturbación kármica del eje”, al igual que Samael Aun Weor, antropólogo y maestro en Ciencias Ocultas del siglo XX, quien profetizó que debido al acercamiento de un enorme planeta llamado Hercólubus, un gigante del sistema solar vecino, los polos terrestres se invertirían y causarían una terrible edad de hielo, acompañada de catástrofes por todas partes, terremotos, erupciones volcánicas, entre otras calamidades. Ni qué decir de Michael de Nostradamus, que desde la edad media prevenía a la humanidad en el futuro. Así mismo el sabio indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, VM Rabolú, que por medio del desdoblamiento astral consciente que enseña en sus libros, auguró exactamente lo mismo. La lista de clarividentes es larga…
Actualmente, los avances científicos han venido corroborando lo que estos misteriosos personajes de la antigüedad afirmaban con tanto énfasis. Ya la NASA anunció que el polo norte magnético se ha venido moviendo a una velocidad impresionante, que cuadruplica la normal. Y esto era lo que precisó Nostradamus, quien llamó al amenazante astro de color rojo “Nibiru” y que cada vez que se acercaba más, el polo norte magnético se irá desplazando hacia Siberia. Los cálculos indican que en el año 1970, su movimiento de cambio era de 10 kilómetros anualmente, pero hoy se mueve a más de 40 kilómetros por año.
El final de las profecías de las culturas antiguas y de estos místicos, también coinciden: cuando el enorme planeta X, Nibhiru o Hercólubus pase demasiado cerca de la Tierra, el choque electromagnético será más que abrupto, y del tremendo golpazo, los continentes actuales quedarían sumergidos en los océanos que arremeterían con tsunamis apocalípticos inimaginables.
Las fuertes heladas se intensifican notoriamente, en todas las naciones del mundo. Hasta el desierto del Sahara, uno de los lugares más calientes, en diciembre de 2017 quedó bajó espesas capas de nieve. Sibera ha llegado a sobrepasar los -60 grados bajo cero e inclusive, los mismos animales de ese hábitad helado, no soportaron el intenso frío y murieron congelados.
Arqueólogos han encontrado desde hace décadas, mamuts congelados en un estado perfecto de conservación, lo que representa una prueba muy diciente de que en la anterior glaciación, estos animales se congelaron de inmediato, en un segundo. La ciencia advierte que el pasado deshielo de la región ártica dejó paralizada lo que se denomina “corriente oceánica del Golfo”, zona fundamental para clima de Norteamérica y el occidente de Europa.
¿El calentamiento global o una nueva era de hielo?. No queda más que resignarse a aquella máxima de un sabio que dicta: “los hechos son los hechos y ante los hechos, debemos rendirnos”.
Imágenes: wikipedia.org (all)