Se lanza a tumbar

Incluso si tienen un tamaño diminuto, saltan con toda la fuerza al ver llegar a su amo o esa persona que tanto aprecian. Pareciera una embestida de un jugador de futbol americano. Muchos quedan en el suelo cuando el peludo es de grandes proporciones.

Se roba la ropa interior

Eso en un humano es algo muy mal visto y reprochable, pero en el caso de un perro es un símbolo de gran afecto hacia su amo, porque los calcetines y demás prendas íntimas son las que más expelen olor a la persona. Algunos llegan al extremo de comérselos. Suelen estar pendientes de algún día atrapar ese calzón o calcetín.

Se roba la mayor cantidad de espacio en la cama

Si es que se le permite dormir en la misma cama, todos los perros, desde los pequeños a los más grandes, se estiran lo más que pueden sin importarles si terminan por abarcar todo el campo, dejando a duras penas una orilla escasa. Parece egoísmo, pero es una señal de su gran cariño.

Morder a modo de juego

Cuando están muy alegres, como cuando saludan al iniciar el día, o al llegar a casa, etc, empiezan a dar mordiditas leves, pero si se les va la mano, puede sentirse como un fuerte pellizco. Esa manía la aprendieron desde cachorros, porque su mamá les consentía de esa manera al ser bebés.

Trayendo lagartijas o insectos

Lo hace como quien da un regalo para manifestar la felicidad y por eso, siente la necesidad de otorgar un premio. Lo mejor es no impresionarse mucho y tampoco regañarlo, sino sacar el “detallito” en una bolsa y arrojarlo a la basura. Se sentirá muy bien si se le dan las gracias con unas caricias.

Ladran exageradamente

Desde que perciben que sus amos se acercan en la distancia, se emocionan bastante y no hay poder humano que los silencie. Ladran con desespero con la intención de dar a entender que están súper ansiosos por estar ya al lado de sus dueños.

Se revuelcan en los pies y en las piernas

Según los expertos veterinarios, esto lo hacen con la finalidad de quedar impregnados del olor de la persona y creen que deben hacer de todo para sentirse lo más cerca posible en cada instante. Parecieran estar rascándose con uno, pero en realidad es esto.

Lamen el aire

Algunas veces, se ve a los perros como dando lamidas al aire, como si estuviesen atrapando copos de nieve con su lengua. El motivo que los impulsa a tan graciosa acción, es que perciben el aroma intenso de su amo y para ellos es como darle caricias.

Interrumpiendo besos de pareja

Cuando ve que sus dueños se abrazan y se besan, parecieran llenarse de celos y se lanzan a hacer quejidos y a restregarse en las piernas, así como rasgar con sus patas a modo de llamado. Es su forma de marcar territorio y expresar que, aunque acepta y disfruta de la presencia de dicha pareja, él quiere todo el amor para él solo.

Elevar y mover las cejas

Los movimientos de la cola de un perro indican gran parte de su psicología, como lo hicieran las facciones de un humano. Pero aunque parecieran tener la misma expresión siempre, los perros también se comunican con su cara. Así lo estima una investigación japonesa, en la que reunieron unos canes con sus padres. También les pusieron al lado un perro de juguete y un objeto que les desagrada.

Frente al estímulo de la presencia de sus papás, los peludos sintieron alegría y de inmediato levantaron las cejas, sobre todo la izquierda. Pero cuando notaron al juguete, sus movimientos faciales se neutralizaron considerablemente, pero se resaltaba su ceja derecha. Como reacción al objeto que no les gusta, su oreja derecha se movió. Cuando están ante desconocidos, parecen fríos y calculadores, pero frente a sus amos, mueven las cejas y hasta sonríen.

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