En el campo de la Pedagogía Infantil se conoce con el nombre de rondas a aquellas canciones para niños, compuestas y transmitidas de generación en generación, a fin de acompañar los cuentos y actividades destinadas específicamente a la infancia, convirtiéndose algunas de ellas en verdaderos clásicos y tradiciones de la cultura de una nación.
Propósito de las rondas para niños
Con respecto al objetivo de este tipo de composiciones musicales, los expertos han indicado que por lo general cuentan con una intención recreativa, a fin de acompañar la función del padre, adulto responsable o maestro en organizar y entretener a los niños, sobre todo a los más pequeños.
Así mismo, algunas de estas rondas o canciones también pueden englobar una intención mucho más pedagógica, en donde se le enseña al niño, a través de canciones divertidas o pegajosas operaciones aritméticas o el carácter lúdico del lenguajes, así también como los colores, formas, tamaños, entre otras de las habilidades y conocimientos que se aprenden en las primeras etapas de la infancia, por lo que entonces las rondas para niños tendrían al mismo tiempo un objetivo pedagógico y recreativo, acompañando a otras manifestaciones como cuentos, poesía, fábulas o trabalenguas infantiles.
Las mejores rondas para niños
De esta forma, cada cultura y cada lengua cuenta con sus propias rondas infantiles, siendo enseñadas al niño en conjunto con su proceso de adquisición del lenguaje, por lo que las rondas infantiles se encuentran entrelazadas directamente con la lengua materna de cada individuo, formando parte incluso del aprendizaje de esta, por lo que conforman una parte muy personal y cercana de los individuos de una lengua.
En cuanto a las mejores rondas para niños pertenecientes al Español, sobre todo al Español de América, se pueden identificar las siguientes:
A la rueda, rueda A la rueda, rueda, de pan y canela, dame un besito, y vete a la escuela, si no quieres ir, acuéstate a dormir.
A la rueda, rueda, de pan y canela, dame un besito, y vete a la escuela, si no quieres ir, acuéstate a dormir.
Esta ronda, la cual cuenta con una letra bastante sencilla, resulta ideal para aquellos maestros o padres que deseen disponer a los niños a su cargo, de una forma rápida, en una formación circular, previa a otras actividades. En este sentido, esta ronda constituye una actividad organizativa bastante eficiente en la organización grupal de los más pequeños.
Tengo una muñeca Tengo una muñeca vestida de azul, zapaticos blancos, delantal de tul. La llevé a pasear, y se me constipó; la llevé al médico con mucho dolor… Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis.
Tengo una muñeca vestida de azul, zapaticos blancos, delantal de tul. La llevé a pasear, y se me constipó; la llevé al médico con mucho dolor… Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis.
Otro ejemplo del tipo de rondas para niños que pueden incluir una clara intención pedagógica es la canción “tengo una muñeca”, la cual puede ser enseñada a los niños pequeños, a fin de introducir la noción de operaciones matemáticas sencillas y básicas, como por ejemplo la del final de su canción, en donde se le enseña al niño a cómo contar de dos en dos.
Un elefante se balanceaba Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fue a buscar otro elefante. Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a buscar otro elefante. Tres elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veía que resistía fueron a buscar otro elefante.
Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fue a buscar otro elefante. Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a buscar otro elefante. Tres elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veía que resistía fueron a buscar otro elefante.
Esta roda infantil cuenta también con una gran valor pedagógico, puesto que al tiempo que puede servir para acompañar actividades como saltar la cuerda o simplemente pasar el rato, enseña a los más pequeños a contar de forma sucesiva. De esta forma, el niño, a medida de que suma elefantes va aprendiendo a contar, aprendiendo también la noción de adicción.
Los pollitos dicen Los pollitos dicen: “pío, pío, pío”, cuando tienen hambre, cuando tienen frío, la mamá les busca el maíz y el trigo, les da su comida, y les presta abrigo. Bajo sus dos alas, acurrucaditos, duermen los pollitos, hasta el otro día.
Los pollitos dicen: “pío, pío, pío”, cuando tienen hambre, cuando tienen frío, la mamá les busca el maíz y el trigo, les da su comida, y les presta abrigo. Bajo sus dos alas, acurrucaditos, duermen los pollitos, hasta el otro día.
En referencia a esta célebre ronda infantil, algunos expertos han destacado la cualidad de desarrollar la habilidad del habla en los más pequeños, incorporando palabras nuevas al léxico de los infantes. Así mismo, si la canción se ve acompañada de ciertos movimientos mímicos, a los cuales se invite al niño a seguir, se estará fomentando el sentido de imitación en los más pequeños, lo cual es esencial para su aprendizaje.
R con R Erre con erre: cigarro; erre con erre: barril. Rápido ruedan los carros, cargados de azúcar al ferrocarril
Erre con erre: cigarro; erre con erre: barril. Rápido ruedan los carros, cargados de azúcar al ferrocarril
Esta ronda infantil es empleada ampliamente en el Español –tanto de América como de España- según sus variaciones geográficas, a fin de enseñar a los niños que se encuentran en plena etapa de adquisición de lenguaje a mejorar la pronunciación de la vibrante múltiple (rr) la cual es uno de los fenómenos de más y tardío aprendizaje.
Sana, sana, colita de rana Sana, sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana
Sana, sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana
Finalmente, esta ronda, llamada Sana, sana, colita de rana constituye un verdadero clásico dentro del universo de las rondas para niños en Español. Es usada para acompañar el consuelo afectivo hacia el niño, cuando éste ha sufrido alguna caída o golpe, propio de la edad, y de su aprendizaje de locomoción y equilibrio, así como cuando ya ha aprendido a caminar y correr, pero también se encuentra expuesto a golpes, como consecuencias de sus actividades infantiles. El Sana, sana, colita de rana es la canción de consuelo por excelencia en la etapa infantil.
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