Decir groserías e insultar, a lo largo de los siglos ha sido visto como algo negativo y un reflejo de ignorancia y chabacanería. Pero ahora, un estudio de Psicología afirma que las personas que insultan con mayor frecuencia, cuentan con más inteligencia y habilidad lingüística.
«A mayor número de groserías, mayor habilidad lingüística»
Estudiosos de la ciencia de la psiquis, de dos importantes instituciones académicas de Massachusetts, en cabeza de los psicólogos Timothy Jay y Kristin Jay, en 2015 anunciaron al mundo que sus descubrimientos evidenciaban que aquellos individuos que por lo general usan palabras grotescas y malsonantes, al contrario de lo que se pensaba, cuentan con un mejor vocabulario y en tal caso, su inteligencia se considera de mayor nivel.
Para corroborar sus polémicos planteamientos, entrevistaron a 45 personas, de una edad promedio de entre los 18 y 23 años, y les solicitaban que mencionaran cada una de las groserías que conocían y que maldijeran todo lo que pudieran en el lapso de un minuto. Cuando acabaran su repertorio de insultos, debían proseguir enunciando todos los animales de los que tuvieran conocimiento.
Diferencia entre capacidad lingüística e inteligencia
Luego pasaron a una segunda fase del experimento y volvieron a encuestar a un grupo de 45 personas, de la misma edad de los anteriores, y ahora debían escribir todos los insultos que pudieran y luego, enlistar por escrito todos los animales desde la letra “a”. Sorprendente fue el resultado y el análisis de las pruebas: los que más insultos escribieron y dijeron, resultaron ser quienes más habilidades lingüísticas poseen, rasgo característico de un mayor grado de inteligencia, según la Psicología moderna.
Pero, aunque se demostró que aunque las personas insultadoras poseen más capacidad de léxico, muchos defensores de la Psicología milenaria, la cual llamaban los antiguos como Filosofía, no están de acuerdo con eso de que son más inteligentes aquellas personas, sino que por el contrario, la agresión verbal es una señal inequívoca de poca inteligencia emocional y ausencia total de Sabiduría.
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