Isabel de Farnesio

Fue la cónyuge del rey Felipe V de España. No era precisamente una reina de belleza, pero tampoco sus rasgos eran desagradables. Todo hasta que la invadió una terrible viruela que la llenó de manchas y una especie de verrugas en su rostro que le duraron por el resto de la vida.

Pero ella brillaba por su inteligencia y carisma, así que pudo superar fácilmente sus defectos físicos, grandemente maquillados por su mente brillante, porque disfrutaba de su erudita y exclusiva educación, que la convirtió en una mujer sagaz y culta.

Bárbara de Braganza

Fue la consorte de Fernando VI. Cuando se estaba cerrando el negocio del acuerdo de matrimonio del rey con aquella mujer de origen portugués, la corte de España solicitaba a esa nación un retrato de la que sería la reina de España. Sin embargo, la imagen nunca llegó y sólo se escuchaban pretextos.

Sin embargo, al fin llegó a manos de Fernando la pintura de Bárbara, misma que no le agradó para nada, pero cuando la vio en persona se dio cuenta de que la pintura era cien veces más bella.

María Tudor

Es una de las reinas más señaladas por su fealdad. Fue la hija del mismísimo Enrique VIII. Su rostro frío y apagado reflejaba una vida difícil, a pesar de su posición. Pero los problemas que tenía dentro de su familia eran complejos; su padre la trataba muy mal y le quitó todos sus títulos.

La gente de esa época la comenzaron a llamar “María la sangrienta”, porque desfogaba todo su odio en las ejecuciones católicas.

María Amalia de Sajonia

Junto con su esposo, el rey Carlos III, se ganaron el título de “la pareja más fea del mundo”. No obstante, sin importar las críticas y burlas de las masas, ellos demostraban ser felices y plenos. Tanto, que engendraron 13 hijos.

Cristina de Suecia

Otra monarca resaltada por su particular belleza. Pero también, por su brillante inteligencia. Reinó por más de dos décadas y sus obras fueron de las más importantes de la historia de Suecia. Por eso se le recuerda con gratitud y homenaje.

Su cuerpo era ancho, grueso y con una estatura muy modesta. Su carácter era imponente, encendido y fogoso. Lo que le faltaba quizá, en belleza física, lo tenía en dotes intelectuales, pues sobresalía porsus capacidades que superaban a los más ilustres varones de esa fecha. Estaba entrenada en distintas artes y era amiga íntima de René Descartes.

Vestía con pantalones y manifestaba cierto rechazo por las ropas pomposas, joyas y lujos.

María Luisa de Parma

Se casó con Carlos IV, en el año 1765. Ellos dos eran primos hermanos por parte del padre, aunque también de la madre. Era común que entre familiares se casara la realeza, para conservar el linaje. Era notable la influencia que ejercía sobre el soberano. Debido a sus muchos embarazos e hijos que parió, su aspecto físico se deterioró notablemente.

Isabel I de Inglaterra

También era primogénita de Enrique VIII, con una de sus esposas llamada Ana Bolena. Este temerario rey mandó a los verdugos sobre su cónyuge y por ende, Isabel quedó con la corona. En la historia se le menciona como “la reina virgen”. Fue la última monarca de la famosa dinastía Tudor.

Llegó al trono gracias a que sus hermanos María I y Eduardo VI fallecieron, porque de no ser así, jamás lo hubiese logrado, al haber sido catalogada como hija ilegítima, por la muerte de Bolena.

Carlota Joaquina de Borbón

Ella fue hija de una de las reinas de este listado: María Luisa de Parma, junto con el rey Carlos IV. No contaba con mucho atractivo en su rostro, sin embargo, sus súbditos expresaban un amor incondicional a su señora; tanto, que le construyeron un lujoso palacio al que llamaron la Arpía de Queluz, en Versalles.

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