Un misterio en los cielos del Norte
En 1946 los cielos de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca se inundaron de objetos que parecían destellos de fuego cayendo hacia la tierra. Nadie sabía con certeza de que se trataba – si platillos voladores, meteoritos, un arma secreta del gobierno –, lo cierto es que los objetos se convirtieron en una presencia común entre la población escandinava, que vino a denominarla como “los cohetes fantasma”.
Los llamados cohetes fantasma siempre aparecían frente a gran número de personas. Sus primeras apariciones se dieron en febrero de 1946, en Suecia, y pronto se esparcieron a los países vecinos. En junio, en Finlandia, muchos testigos observaron una luz destellante que dejó una larga hilera de humo tras de sí; originalmente se pensó que se trataba de un meteorito pero luego se presentó un segundo avistamiento en el que el objeto dio media vuelta y continuo en la dirección opuesta.
Fueron varias las luces que giraron en medio del vuelo, realizaron acrobacias y llegaron incluso a detenerse. Los testigos las describían como como figuras con una larga cola que parecían volar a altísimas alturas y a grandes velocidades. Pero los avistamientos continuaron incluso por parte de personal militar: en agosto, un miembro de la fuerza aérea sueca se encontró con un objeto con forma de torpedo a poco más de un kilómetro mientras se encontraba realizando un vuelo de reconocimiento. Trató de perseguir al objeto, pero la velocidad de su bombardero no fue suficiente para darle alcance.
Las investigaciones del Gobierno sueco
La única institución que se tomó en serio los avistamientos fue el gobierno sueco, quien instauró un comité encargado de revisar las posibles causas que pudiesen tener. La hipótesis más preocupante – que se tratara de pruebas de misiles soviéticos – fue pronto descartada por especialistas británicos y de los Estados Unidos, quienes fueron incapaces de encontrar ningún tipo de rastro de los supuestos misiles. Así mismo, se postuló que se trataba de armas alemanas de la guerra, de pruebas secretas norteamericanas e incluso de cohetes que de alguna manera se desvanecían en el aire.
Al final, las autoridades decretaron que se trataba de meteoritos, aunque muchos testigos desmintieron estas afirmaciones. El gobierno sueco jamás fue capaz de encontrar la causa de los avistamientos, que se fueron diluyendo desde 1947 para desaparecer del todo algunos años después.
Lo más interesante de estos avistamientos es que no se dieron solo en Escandinavia. Objetos similares comenzaron a reportarse en la parte sur del continente: tropas británicas estacionadas en Grecia afirmaron que objetos semejantes habían aparecido en los cielos helenos, y el mismo Primer Ministro griego, Konstantinos Tsaldaris, reportó avistamientos en Macedonia y Tesalónica el primero de septiembre. Hacia mediados del mes reportes semejantes llegaron de Portugal, Bélgica e Italia.
En 1967, en una presentación a la Sociedad Astronómica Griega (transmitida en vivo por Radio Atenas), el científico griego Paul Santorinis (quien había estado a cargo de la breve investigación griega al respecto) reveló públicamente los resultados de su investigación:
“Pronto establecimos que no eran misiles. Pero antes de que pudiéramos hacer mucho más, el ejército, luego de reunirse con representantes de otros países (se presume que de los Estados Unidos) ordenó la suspensión inmediata de la investigación. Científicos estadounidenses luego volaron a Grecia para hablar conmigo”.
En una entrevista posterior (no confirmada), Santorinis le habría dicho a Raymond Fowler que el secretismo se había levantado porque los oficiales temían confrontar una tecnología contra la cual “carecían de posibilidades”. Todo, obviamente, le apunta a naves extraterrestres.
Sin embargo, los cohetes dejaron de aparecer. ¿Qué crees que eran? ¿Por qué se fueron?
Fuente de imágenes: 1: fly.historicwings.com, 2: 41.media.tumblr.com