Las montañas fantásticas
Pasando por las tierras de Morelos, en México, donde el escritor inglés Malcolm Lowly escribió el libro clásico “Bajo el volcán”, se daba cuenta de los misterios que rondan a través de las montañas de un café característico. Estas montañas tienen una perspectiva muy elevada y parecen cuchillos que se revelaran del suelo para enfrentar el cielo y al mismo Dios.
El tormentoso recorrido por medio de estas montañas cónicas, donde ninguna plantica crece, tiende hacia la inmensidad de montañas inconclusas, tierras aztecas en las que guerreros venían a bendecirse para entenderse con los dioses de la muerte.
Ahora se ha detallado en estos lugares un curioso hecho, en la parte de arriba de algunas de ellas se determinan unos observadores construidos en piedra oscura, muy distinta a la que puede hallarse por esos contornos, es por dicho motivo que se creyó por primera vez en que estos territorios habían sido construidos por seres extraterrestres. Nunca antes las personas de la región habían estado tan conmocionadas de este hecho.
La verdad es que en estos observadores de una arquitectura muy semejante a la maya, hemos visto una extraña ligazón de puertas que se abren en clave. Por lo indestructible del material del cual no se sabe su procedencia se ha dudado de que estos observadores astronómicos posiblemente no fueran hechos por humanos.
Las montañas en clave
Pero esto no es todo; desde la altura, en el helicóptero se observa las montañas en una organización geométrica que nos recuerda la sucesión de Fibonacci. Lo curioso es que si se ve desde el espacio, las montañas obedecen un orden muy particular, recuerdan cómo se ve una nave interespacial desde las alturas.
El curioso hecho ha alarmado a los periodistas locales de Morelos, por lo que han intentado hallar más materias arqueológico que responda cómo son estos malévolos seres que construyeron las preciosas montañas de Tepoztlan.
Objetos hallados en las montañas
Muchos objetos de obsidiana que no son necesariamente usados para cortar ha puesto en suspenso a los pobladores, porque tienen formas cónicas parecidas a las descritas por los misteriosos códices mexicas cuando se refieren a los seres de otros mundos.
Agregado a esto, se encontraron unos cuchillos en acero, también unos extraños objetos que los menos supersticiosos creen ser llaves interestelares para abrir puertas a otros mundos. Lo triste es que no se conserva este material porque unos hombres del gobierno (o de la comunidad narco de Morelos) los llevaron para investigarlos, sin decir nada a la prensa. Muchos dedujeron que la puerta principal podía abrirse con estos objetos y seguramente un misterioso portal iba a llevar al lugar de donde habían llegado las montañas.
Los pobladores de Tepoztlán tienen la particularidad de ser descendientes de una tribu indígena de habla náhuatl aunque no comparten ninguna semejanza con los mexicas del épico Imperio de los Aztecas, es por eso que se ha determinado la probable descendencia o contacto con extraterrestres, así que se comenzó a testimoniar a la población para ver cuán lejos de la verdad se está en este caso.
Entrevistas a los tepoztlanos
Una antigua leyenda hopi dice que del sur llegaron unos extraterrestres que podían adoptar la forma que ellos querían. Así que se disfrazaron de humanos para poder conocer las tecnologías del mundo terreno, aun así fue muy complicado descubrirlas porque los dioses hopis no lo dejaron, es por ello que trataron de disfrazarse de los dioses de las montañas para confundir a los sacerdotes indígenas.
Con el tiempo ellos quedaron convertidos en montañas y se deduce que abrir el portal es despertar los extraterrestres. Cuando se pueda abrir la montaña, la nave podrá despegar y quizá nos lleve a otras galaxias donde podremos hacer nueva vida.
Los entrevistados nos mencionaron misteriosos casos, donde ellos fueron llevados en noches de luna llena por una extraña fuerza ultraterrena, dicen que es muy usual que en Semana Santa estos eventos se presenten con mayor notoriedad.
Luis Camacho es el campesino que encontró en los años cincuentas los primeros observatorios astronómicos y dice que en esa época dormía en este extraño sitio, soñando con colores nunca vistos hasta ahora y seres que le hablaban en un lenguaje de pulsiones, se supone que le ordenaron buscar algo, según relata, pero nunca lo halló.
Con el tiempo el Señor Camacho siguió andando por estas sendas, encontrando a su paso un cementerio indígena, pero no era parecido en nada a los de los mexicas, pues había ciertos objetos ostentosos de una calidad de obsidiana nunca hallada en esas tierras, asustado llamo a las autoridades, ellas prefirieron dejar el asunto en confidencialidad, pero luego de ello el señor Camacho comenzó a sufrir alucinaciones, porqué la obsidiana tenía un componente químico desconocido.
Con el tiempo la familia Camacho enfermó y sucumbió en manos de los extraños elementos de los ovnis de Tepoztlan.
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