Túneles
Pocos lugares hay menos afines a la humanidad que los túneles. Pese a que en su momento los seres humanos parecen haber sido bastantes adeptos a las cuevas (al menos allí donde las habían) se mantenían en las zonas superficiales de las mismas, evitando los túneles profundos y las bifurcaciones peligrosas.
La vista, más que el oído o el olfato, es fundamental para que los seres humanos puedan ubicarse en su entorno. Y las cuevas no son el lugar idóneo para ver.
Pero algunos animales se sienten en su hogar cavando túneles. Los más conocidos suelen ser invertebrados (las lombrices, las hormigas) pero también hay algunos vertebrados especializados en este tipo de vida, como los armadillos, los perritos de las praderas, los topos, etc.
El animal más grande en la actualidad que viva en cuevas es el armadillo gigante (conocido como ocarro), nativo del norte de Sudamérica. Se dice que en las cuevas que construye cabe un hombre adulto (si bien no de pie).
Pero entonces, ¿qué pudo haber construido cuevas gigantescas en las que cabrían una, hasta dos personas de pie… una sobre la otra?
Las cuevas de Brasil
Las cuevas fueron descubiertas por el profesor de geología Heinrichi Frank, quien las encontró cerca de un sitio de construcción en Novo Hamburgo. El Profesor, conocedor de la geología del lugar, pronto determinó que no existían razones para suponer que las cuevas eran fenómenos naturales y, en cambio, la presencia de marcas de lo que parecía ser garras en las paredes indicaba que algún animal estaba escarbando allí.
Pero ¿qué animal podría crear cuevas de semejante tamaño? ¿Y con qué objeto?
Megatherium
En el artículo “Gigantes de la Tierra” mencionamos al perezoso gigante, una poderosa especie de casi 5 toneladas de peso y más de 6 metros de longitud que habría vivido en América del Sur en tiempos en que los primeros humanos arribaron al continente.
Si bien no se han encontrado fósiles en las cuevas, las marcas de las paredes son bastante claras y coinciden con las garras de estos animales. Y aunque no sabemos qué razón podrían haber tenido para excavar, no cabe duda de que lo hicieron a gran escala.
La originalmente pequeña investigación del Profesor Frank pronto alcanzó una magnitud importante y llevó al descubrimiento de más de dos mil túneles en todo Brasil, el mayor de los cuales tiene casi un kilómetro de longitud. Parece ser que no solo eran excavados, sino heredados de una generación a la siguiente, quizás por motivos de cortejo o como refugio contra los grandes depredadores nocturnos que habitaban la región.
Imágenes: 1: brazilweirdnews.blogspot.com.co, 2: blogs.discovermagazine.com