Dice un viejo y conocido refrán: “más vale tarde que nunca”. Por ejemplo, aplica para aquellas personas que por algún u otro motivo han debido posponer sus estudios académicos. Un gran modelo a seguir, es la “anciana de 97 años, que logró graduarse de la preparatoria”.
Abandonó la escuela 80 años atrás
Margaret Bekema, por las dificultades de la vida, debió abandonar la escuela a los 17 años de edad, pues su padre la abandonó junto con su madre que padecía cáncer y sus pequeños hermanos, a quienes tuvo que cuidar y trabajar por ellos. Casi 80 años más tarde, pudo cumplir su sueño de graduarse de la prepa, pues era magnífica en las cuestiones académicas y siempre se sintió frustrada por no haber podido continuar, además de que ya le faltaba poco en aquel entonces.
Pero la historia de su vida se hizo conocida y llegó a oídos de Greg Deja, el director de la Escuela Preparatoria Central Católica de Michigan, quien generosamente le otorgó su diploma de bachiller, por mérito de haber llevado una vida de grandes sacrificios por servir a su familia y a la sociedad. Sumado a eso, porque representa todo un ejemplo e inspiración para toda la comunidad estudiantil.
Mucha alegría, entusiasmo, nostalgia y sentimiento de triunfo
En la ceremonia de su grado, en noviembre de 2015, esta mujer comentó en el discurso: “les agradezco desde el fondo de mi corazón. Tuve que dejar la escuela para cuidar a mi familia. Fue muy duro, no tienen idea de cuánto, pues yo amaba la preparatoria y tenía muchos amigos”.
Sin duda, muchas personas que por tal o cual razón no obtuvieron el grado de bachiller, al enterarse de la hazaña de esta abuelita, retomaron las clases hasta lograrlo. También es un claro ejemplo de aquella frase popular que a la letra dice: «más vale tarde que nunca».
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