El mundo de la medicina es un ámbito muy delicado, pues la salud y la integridad de una persona depende de ella; pero los conocimientos y procedimientos médicos no son los mismos de las civilizaciones antiguas y la magia de Hipócrates, sino que se ha industrializado y tecnificado. En la práctica de la medicina moderna se han cometido errores tan terribles, que han causado la muerte de muchas personas, a causa de la negligencia de los médicos. Veamos algunos de estos casos.
Cirugía terminó en suicidio
A mediados del año 2006, Sherman Sizemore, de origen estadounidense, ingresó a la clínica de Beckley en Virginia, con un dolor abdominal insoportable. Tras los debidos exámenes, los médicos no lograron deducir el porqué de la molestia. Entonces, realizaron una cirugía para revisar directamente la zona afectada. El problema se dio en el momento de la anestesia; los médicos no se dieron cuenta y el paciente aún permanecía consiente y por más de una hora, sintió cómo movían y cortaban partes de sus intestinos. El trauma fue tal, que Sherman se suicidó meses después.
Riñón equivocado
En el año 2014, Glenn Hermes, proveniente de Texas, se realizó una riesgosa cirugía para eliminar el cáncer que lo agobiaba y se había apoderado de su riñón. Durante la operación, el error de los médicos fue grande, pues extirparon el riñón sano. Era imposible que se sometiera a otra cirugía para solucionar la equivocación, por lo que su estado de salud empeoró notablemente.
Amputaron la pierna sana
Era 1995. Willie King, quien para ese entonces contaba con 52 años, debía hacerse una cirugía para eliminar una pierna que estaba causando problemas con su salud. En el momento de la operación, el médico no se percató y cortó la pierna equivocada; un error incorregible. El paciente tuvo otra cirugía para eliminar finalmente la pierna afectada. La multa que el hospital y el cirujano tuvieron que pagar, fue una cifra monumental.
Examen terminó en cirugía
La protagonista de esta historia asistió ese día al hospital de su localidad, para practicarse unos exámenes de rutina. La señora que para ese entonces tenía 50 años, le pidieron que se prepara y la ubicaron en una camilla, junto a otra señora de su misma edad, a la cual le iban a practicar una operación a cráneo abierto. Para dar inicio a la cirugía, los enfermeros llevaron la camilla equivocada y abrieron el cráneo de la señora que solo iba por unos exámenes. Afortunadamente, los especialistas se dieron cuenta del error a tiempo y no avanzaron en el procedimiento.
Metal en el estómago
Ocurrió a comienzos del año 2000 en el estado de Washington. Donald Church, quien padecía de un grave tumor en su estómago, estaba siendo intervenido en el quirófano para extirparlo. Después de una exitosa recuperación, fue enviado a su casa, pero estando allí, empezó a experimentar fuertes dolores en la parte media de su cuerpo. Al regresar al hospital y ser evaluado de nuevo, descubrieron que el médico que había realizado la operación, había dejado una lámina de 30 centímetros de larga y 2 de ancha en su estómago, lo que le estaba causando dolorosas molestias. De inmediato fue retirada y el paciente indemnizado.
Error en el esperma
La pareja de esposos Nancy y Thom Andrews, pasaron mucho tiempo tratando de tener un bebé. Optaron por la fertilización in vitro, proceso exitoso para varios de sus amigos. Todo estuvo bien, hasta que el bebé nació, no por su estado de salud, sino por su color, pues era de raza negra. Ante los hechos, se dieron cuenta de que la clínica había fertilizado su óvulo con un espermatozoide diferente.
Corazón y pulmón erróneos
La adolescente Jessica Santillán, proveniente de México, teniendo apenas 17 años, debió someterse a la extrema cirugía de cambio de corazón y pulmón. El día de la operación, los médicos se equivocaron de órganos y pusieron en el cuerpo de Jessica unos que no eran compatibles con su sangre. El resultado fue nefasto; la paciente murió dos semanas después del trasplante.
Daño al aparato reproductor
Era un día normal en el centro médico de Houston. El doctor de turno estaba realizando un procedimiento en el quirófano donde solucionaría el problema testicular de un paciente que estaba en tratamiento. En el momento de la cirugía, el médico tuvo un ataque de ansiedad y por unos minutos perdió la cordura, lo cual originó un grave error, porque cortó el aparato reproductor del paciente. Éste demandó y obtuvo una alta suma de dinero, pero nunca recuperó lo que perdió ese día en la sala de cirugía.
Imagen:lne.es