El instituto, que es apoyado y financiado por los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido, afirmó que la crisis se desencadenaría como consecuencia de nuestro consumo excesivo de recursos. El aumento de la población, de la mano con el crecimiento económico (es decir, el aumento del consumo per cápita), vuelve a la sociedad más y más vulnerable ante eventuales choques externos como una disminución en la producción de los alimentos.

De acuerdo con el Instituto, la población mundial podría superar los 9 mil millones de personas en el año 2050, aumentando de manera equivalente la demanda de alimentos. Esto, de la mano con el aumento en el consumo por cabeza, llevaría a que para este año fuera necesario doblar la producción agrícola mundial so pena de aumentar seriamente los precios de los alimentos.

Otro factor importante es el cambio climático, que llevaría a un aumento de uno o dos grados centígrados en un plazo de medio siglo. Esto, aunque no necesariamente debe llevar a la catástrofe, si aumentaría la gravedad de los fenómenos climáticos haciendo la producción agrícola vulnerable justo cuando es más necesaria. El peligro, entonces, es un dramático aumento en los precios de los alimentos o una serie de fluctuaciones incontrolables.

Del pánico al escepticismo

Esto, a su vez, llevaría a la inestabilidad política de amplias regiones en el mundo, a la guerra y quizás incluso a la aniquilación de grandes poblaciones. Y si se tiene en cuenta el aumento de la demanda energética – que será complicado cubrir una vez se terminen las reservas de petróleo – la situación podría volverse fácilmente insostenible.

Muchos acusan a estos científicos de ser unos exagerados y no tener en cuenta variables que harían de estas situaciones algo relativamente fácil (o al menos posible) de controlar. Sin embargo, son más y más los que se unen a los clamores de la necesidad de un cambio radical del rumbo de nuestra sociedad. Y tú, ¿crees que ha llegado la hora de modificar nuestra civilización?

Fuente de imagen: anglia.ac.uk