Objetivo: Matar al controlador

Objetivo: Matar al controlador

Tabla de contenido

     

     

    La historia de una venganza provocada por una tragedia 

    El 1 de julio de 2002, un  Tupolev-154  que sobrevolaba la frontera entre Alemania y Suiza,  chocó a más de 12.000 metros de altura con un Boeing-757de carga de la compañía DHL. Un cúmulo de errores del centro controlador de la región de Zurich llevó a ambas aeronaves a la catástrofe.

    Los cuerpos de 71 personas acabaron esparcidos en un área de 40 km cuadrados cerca del Lago Constanza.  

    Uno de los familiares de las víctimas, juró venganza. Mataría al controlador aéreo responsable.

    Las autoridades alemanas desaconsejaron que los familiares de las víctimas participaran en los trabajos de búsqueda de los cuerpos pero, Vitaly Kaloyev, un arquitecto ruso que había perdido a su mujer y dos hijos en el accidente, fue el primero en llegar al lugar y el primero en ofrecerse con empeño para colaborar en las tareas.  

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    Objetivo: Matar al controlador

    El panorama era dantesco, con decenas de cadáveres mutilados y cercenados por la violencia de un choque increíble que conmocionó a todo el continente. Los campos de cultivo a orillas del Lago Constanza estaban sembrados de cadáveres de niños carbonizados que dificultaban su identificación. Vitaly Kaloyev  participó buscando a su familia durante los 6 días que duraron las operaciones especiales. Parece que el destino y el mismo caprichoso azar que llevó a dos aviones minúsculos a ‘tropezar’ en el inmenso cielo, ayudaron a Vitaly a encontrar, en un golpe de suerte, el collar de perlas que pertenecía a su hija Diana, de cuatro años. Esto sirvió como pista para localizar luego el cadáver de su hija, el único que se encontró de una sola pieza. La historia de aquel singular hallazgo inspiraría más tarde el monumento que la ciudad de  Uberlingen  levantaría en homenaje a las víctimas del terrible accidente. Una inmensa gargantilla de esferas de acero imitando el brillo de las perlas y diseminadas por el lugar de la catástrofe. Pero nadie sospechaba aquella noche que, tras el singular encuentro, la tragedia aún no había terminado del todo

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    Objetivo: Matar al controlador

    Monumento a las victimas.

    Peter Nielsen era un controlador con ocho años de experiencia y encargado aquel día de las operaciones del espacio aéreo de Zurich. Su empresa, la multinacional Skyguide estaba realizando diversas operaciones de mantenimiento en el centro de control de Zurich, lo que dejó mermados algunos de los sistemas de radar y comunicaciones. Peter se encontraba solo en ese momento, a cargo de dos pantallas y de todo el tráfico del sur de Alemania, por descanso de su compañero del centro de control. Todo ello unido a la falta de pericia,que no culpa, del malogrado controlador fueron las causas oficiales del accidente.

    Objetivo: Matar al controlador

    Kaloyev frente a la tumba de su familia.

    En aviación comercial casi todos los aparatos disponen de un TCAS  (Sistema de Prevención de Colisiones de Tráfico) como mecanismo para evitar las colisiones en pleno vuelo. Sin ayuda humana las aeronaves pueden detectar y avisar de las correcciones de trayectoria y altitud necesarias para evitar el impacto de naves con rutas confluentes. Pero en el 2002 no había una normativa clara referente a las órdenes contradictorias entre las instrucciones del TCAS y las de los controladores aéreos encargados de los vuelos que cruzan sus trayectorias

    Aquella noche, a dos minutos del impacto entre los aviones, los pilotos de la nave rusa decidieron obedecer al controlador y no al TCAS, descendiendo su nave al mismo tiempo que el sistema de seguridad aconsejaba el ascenso. Los pilotos del Boeing de DHL si hicieron caso al TCAS, que les ordenaba el descenso inmediato. Pero el controlador se equivocaba. El mantenimiento había dejado inoperativa la señal de aviso de aproximación excesiva entre rutas y cuando se dio cuenta del peligro era demasiado tarde. Avisó aleatoriamente a uno de los aviones para que disminuyese rápidamente su altitud. Justo al que el sistema combinado TCAS había aconsejado el ascenso. El avión de DHL pasó por debajo del Tupolev a casi 1000 kilómetros por hora. El estabilizador vertical (la cola) impactó en el fuselaje del avión ruso, seccionándolo literalmente en dos. Los daños de Boeing fueron menores pero le impidieron continuar el vuelo al perder poco después las turbinas. Se estrelló a los 2 minutos de la colisión. Ningún superviviente.

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    La opinión pública buscaba una cabeza de turco, un responsable en el que descargar el peso de la culpa e indignación. SkyGuide reconoció inmediatamente sus errores y antes de ser procesados, pidieron perdón público, a la vez que intentaban preservar la identidad de todos los trabajadores implicados y así evitar el probable escarnio público.

    Pero la venganza de Vitaly Kaloyev se estaba ya gestando. En la ceremonia del primer aniversario del accidente, Vitaly increpó al presidente de SkyGuide para que le revelase el nombre del controlador implicado. Secreto que acabó desvelando la prensa carnívora y los medios. La suerte de Peter estaba ya echada.

    Objetivo: Matar al controlador

    El 24 de febrero de 2004, casi dos años después del accidente, Vitaly Kaloyev consumó su venganza. Se dirigió a la casa de Peter Nielsen, de retiro forzoso, a las afueras de Zurich y, sin mediar palabra, le asestó varias puñaladas en el jardín de su propiedad. Murió desangrado a los pocos minutos en presencia de su mujer e hijos. La policía le encontró un par de días después y en estado de shock en un hotel cercano a la casa de su víctima. Sólo recordaba haber enseñado a Nielsen unas fotos de sus hijos. Fue condenado a 8 años de prisión en octubre de 2005, pero en noviembre de 2007 fue liberado por un error de procedimiento, volvió a Osetia del Norte, y no sólo fue elegido «Osetio del Año», sino que además el gobierno local lo nombró Viceministro de Construcción. Cuando estalló la Guerra de Osetia, en Septiembre de 2008, Kaloyev tomó su vehículo ministerial y viajó para unirse a las tropas ruso-osetias y luchar contra Georgia. Un periodista alemán del diario Die Zeit le preguntó por qué había hecho tal cosa, y Kaloyev se limitó a responder: «Si alguien me ataca, yo ataco de vuelta»

    Fuentes:

    Objetivo: matar al controlador aéreo

     https://cajondesastre-ulc.blogspot.com/2010/07/vitali-kaloyev-desde-la-carcel-al.html

    Bibliografía ►
    El pensante.com (agosto 18, 2010). Objetivo: Matar al controlador. Recuperado de https://elpensante.com/objetivo-matar-al-controlador/