Quizás lo más conveniente, antes de abordar una explicación sobre las Palabras variables, sea revisar algunas definiciones, que de seguro permitirán entender este tipo de partículas lingüísticas, dentro de su contexto específico.
Definiciones fundamentales
En este sentido, resultará también prudente delimitar esta revisión teórica a tres nociones específicas: la primera de ellas, la propia definición de Morfología, pues esto permitirá entender la naturaleza de la disciplina en medio de la cual ha sido concebido el concepto de Palabras variables. Así mismo, será necesario lanzar luces sobre las definiciones de Monemas y de Palabras. A continuación, cada una de estas cuestiones:
Morfología
De esta manera, se comenzará por decir entonces que la Morfología puede ser clasificada como una de las principales disciplinas lingüísticas. Por igual, los distintos autores señalan a la Morfología como la materia que tiene como objeto de estudio la palabra, pero en cuanto a su estructura interne, así como de acuerdo a las clases de palabras, que se pueden originar en relación con dicha estructura.
Monemas
Por consiguiente, los Monemas han de ser explicados precisamente como las partículas mínimas de significado, que conforman una palabra, por lo que pueden ser descritos entonces como aquellas partículas que son estudiadas por la Morfología. Así mismo, los Monemas son los elementos lingüísticos que conforman la Primera articulación de la cual hablaba el lingüista francés, André Martinet, cuando promulgó su teoría de la Doble articulación del lenguaje. Es decir, que constituyen infinitas partículas que originan también infinitas posibles combinaciones, llenando de vitalidad la Lengua.
De igual manera, la Morfología ha indicado que los Monemas pueden ser clasificados en dos grandes grupos, los cuales se diferenciarán de acuerdo al tipo de significado que aportan a la palabra, tal como se puede ver a continuación:
- Lexemas: en primer lugar, se encontrarán los lexemas, definidos entonces como aquellas unidades lingüísticas, indivisibles e invariables dentro de la palabra, que le aportan sentido léxico a la partícula lingüística. Los lexemas podrán ser independientes, si no necesitan unirse a otra partícula para poder funcionar, o dependientes en caso de que solo puedan hacer vida unidos a otras partículas, bien si son otros lexemas u otros morfemas.
- Morfemas: por su parte, los Morfemas serán aquellas unidades lingüísticas indivisibles, que se unen al lexema, para complementarlo o agregar información, bien sea de tipo léxico o gramatical. En este caso, también pueden haber dos tipos distintos de Morfemas, aquellos que son del todo independiente, y los otros, que necesitan unirse al Lexema. En este último grupo, también habrá dos distintos subgrupos, los Derivativos y los Flexivos.
Palabra
Por último, también será necesario traer a capítulo la definición de Palabra, la cual ha sido definida por la Sintaxis como la partícula lingüística, poseedora de significado, que se encuentra comprendida entre dos pausas que ocurren en medio de un texto. Hay que recordar que siempre que se habla de palabra, se hace desde su sentido lingüístico, es decir, la palabra hablada, perteneciente a la Lengua, pues la palabra escrita en realidad es un registro de esta, y no es materia de estudio de la Lingüística.
Así también, en el caso de la Morfología, esta disciplina concibe a la palabra, como parte de la Primera articulación del lenguaje, así como una combinación finita y con sentido de morfemas y lexemas, o en ocasiones como una sola de alguna de estas partículas, la cual cumple con una función léxica o simplemente gramatical.
Palabras variables
Habiendo revisado cada una de estas definiciones, puede que ciertamente sea mucho más sencillo abordar una explicación sobre las Palabras variables, renglón concebido por la Morfología, y que es explicado como el grupo lingüístico conformado por partículas, comprendidas entre dos pausas, y con sentido léxico, que se distinguen por variar algunas partes de ella. En este caso preciso, lo que varía en este tipo de palabras son los morfemas flexivos, a fin de indicar o señalar alguna variación que debe suceder en cuanto al género o número de la palabra.
De esta manera, las Palabras variables cambian su estructura morfológica, para poder concordar en género y número con las otras palabras que forman el contexto lingüístico en donde se insertan. Sin embargo, no todas las palabras pueden pertenecer a este grupo morfológico, sino que en realidad a este conjunto pertenecen los Sustantivos, los Adjetivos, los verbos y los determinantes.
Ejemplos de palabras variables
No obstante, puede que la forma más eficiente de completar una explicación sobre las Palabras variables sea revisar algunos ejemplos, que de seguro permitirán entender a qué tipos de cambios en la estructura morfológica se refiere este concepto lingüístico, tal como se ve a continuación:
- Sustantivos: el primer ejemplo puede darse cuando la palabra es un Sustantivo o nombre, pues este podrá señalar sujetos u objetos con distintos género o número. Por ejemplo: gato, gata, gatos, gatas, gatuno, etc.
- Adjetivos: por su parte, los adjetivos, cuya misión gramatical es acompañar al sustantivo, modificándolo, también deberán variar, para concordar en género y número con esta palabra a la cual acompaña. Por ejemplo: pequeño, pequeña, pequeños, pequeñas, etc.
- Verbos: así mismo, los verbos son palabras que señalan acciones, por ende, también concuerdan en género y número con el sustantivo al cual refieren. Por ende son palabras variables, pues cambian su estructura. Por ejemplo: corro, corres, corren, corremos, etc.
- Determinantes: por último, los Determinantes también son tenidos como palabras variables, pues ellas presentan diferentes estructuras morfológicas, de acuerdo a las características que presenta el sustantivo al cual acompañan, señalando su género y número, así como si el sujeto es conocido o desconocido. Por ejemplo: el, la, lo, un, unos, unas, etc.
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